Usted está aquí: martes 11 de octubre de 2005 Economist Intelligence Unit Brasil compra empresas en Argentina

Brasil compra empresas en Argentina

Economist Intelligence Unit /The Economist

Los trabajadores de Rosario, la tercera ciudad industrial de Argentina, aprenden a hablar portugués mientras las compañías brasileñas toman el control de las principales empresas del lugar. El 16 de septiembre, Gerdau, la mayor fabricante de acero en rollo largo, anunció que aumentaría su participación en Sipar, al comprar 40.49% de las acciones de la siderúrgica argentina. Gerdau pagará a los accionistas locales 40 mdd durante tres años. Su compra más reciente, y el 43.28% de participación que adquirió en 1998, convertirán a Gerdau en propietaria de 83.77% de Sipar.

A principios de septiembre, el Grupo Friboi, principal exportador de carne de Brasil, adquirió mayor participación en Swift Armour, la mayor empacadora de carnes de Argentina, por 200 mdd. Las dos empresas se unen a otros pesos completos brasileños, entre ellos Petrobras (petróleo y gas), Camargo Correa (construcción y cemento) y Ambev (bebidas), que han obtenido el control de importantes empresas argentinas durante los tres años pasados.

Pujantes economías de escala y la capacidad de obtener beneficios del Mercosur -la organización sudamericana a la que pertenecen Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- son dos razones detrás de la ola de adquisiciones. Sin embargo, al expandirse en la región, las empresas brasileñas también se posicionan para competir entre sí fuera del mercado local. El principal competidor de Gerdau en Brasil es Belgo-Minhera. Ambas compañías compiten de frente a través de Sipar y Alindar, respectivamente. Gerdau planea construir un alto horno de 25 mdd en su planta de Rosario para producir insumos que hasta ahora se ha visto forzada a comprar de Alindar y de esta manera dejar de depender de un competidor principal.

Las recientes adquisiciones demuestran que muchas empresas brasileñas no arriesgan sus planes de expansión y prefieren ser inversionistas directos en el principal socio que tiene Brasil en el Mercosur. Sienten que confiar de manera exclusiva en los acuerdos del Mercosur, que con frecuencia son anulados, podría acarrearles un riesgo muy alto de quedar expuestas a los reiterados conflictos entre Buenos Aires y Brasilia sobre asuntos comerciales.

En realidad, la dinámica comercial del Mercosur es todavía frágil, y Brasil y Argentina se traban en constantes desavenencias. Aunque ambas partes aseguran que buscan la conciliación, Argentina ha limitado las importaciones de productos de línea blanca y televisores fabricados en Brasil, y en fechas recientes los pequeños comerciantes han demandado un boicot contra zapatos y muebles brasileños.

En septiembre, Buenos Aires anunció que podría implantar restricciones a las importaciones textiles brasileñas. (Por su parte, Brasil ha amenazado con imponer barreras similares a las importaciones textiles chinas.) Del mismo modo, en un intento de proteger su industria, Argentina busca posponer la instauración de un tratado de libre comercio de automóviles, que debería comenzar en 2006. La reciente propuesta de Buenos Aires de introducir salvaguardas en el comercio regional presagia un importante contratiempo en términos de integración comercial.

Traducción de textos: Jorge Anaya

 
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