Había mujeres embarazadas y niños, acusan tres ONG
Más de 800 migrantes, abandonados a su suerte en el desierto marroquí
Madrid, 7 de octubre. Más de 800 inmigrantes "fueron abandonados a su suerte" por la policía marroquí en el desierto del sur de Marruecos y cerca de Mauritania tras ser expulsados de Ceuta y Melilla, denunciaron hoy en Madrid las organizaciones no gubernamentales Médicos sin Fronteras (MSF), SOS Racismo y Prodein.
Un equipo de MSF localizó la noche del jueves a "más de 500 inmigrantes abandonados a su suerte" sin agua, alimentos ni atención médica y humanitaria, indicó un comunicado de la organización.
Los inmigrantes -entre los cuales había mujeres embarazadas, niños y personas heridas- informaron que, tras ser expulsados de los enclaves españoles, la policía marroquí los condujo en autobuses y camiones hasta una zona ubicada 600 kilómetros al sur de Ujda, en el desierto del sur de Marruecos, en la frontera con Argelia.
Además, "se habla de un grupo de unas 100 personas que estaría en movimiento y de un grupo de mujeres que se habría perdido en el desierto", declaró a Radio 5 Javier Gabaldón, responsable de MSF.
En el grupo localizado el jueves, MSF atendió a unas 50 personas que tenían "heridas y contusiones producidas por caídas como consecuencia de los asaltos a las barreras de Ceuta y Melilla", pero también provocadas por "balas de goma y golpes". Seis fueron hospitalizados en Buarfa.
MSF constató que "los inmigrantes son víctimas de violencia por las policías española y marroquí", y que "la devolución de inmigrantes, como han decidido España y Marruecos, hacia un país que no tiene la capacidad mínima de acogida, viola el artículo 3 de la Convención contra la Tortura".
Otro grupo humanitario, Prodein, aseguró que los inmigrantes abandonados en el desierto llegan a mil.
Por su parte, SOS Racismo denunció que desde "hace ya tiempo las autoridades marroquíes desplazan a los inmigrantes y los dejan cerca de Argelia. Pero estas últimas semanas los han llevado más lejos, en pleno Sahara hacia Mauritania".
SOS Racismo expresó sus temores de que los indocumentados clandestinos subsaharianos "jamás serán devueltos a sus países, y serán mandados al desierto".
En tanto, el ministro de Comunicación y portavoz del gobierno marroquí, Nabil Benabdellah, declaró a la agencia Map que su país "respeta la dignidad humana y las reglas internacionales en materia de inmigración clandestina".
Sin embargo, "lo que parece claro es lo que Marruecos hace con los inmigrantes es llevarlos al desierto (...) y estamos pidiendo al gobierno español que no envíen personas a Marruecos", declaró el portavoz de Amnistía Internacional, Angel Gonzalo, a la agencia informativa Reuters.
En este contexto, España concluyó esta madrugada la primera devolución a Marruecos de 70 inmigrantes indocumentados en virtud del convenio que ambos países firmaron en 1992.
La vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, informó que "a partir de ahora (las devoluciones) se harán de forma singularizada".
Varios medios informaron que este viernes se procedería a la devolución a Marruecos de 50 inmigrantes y el sábado de otros 50, pero los indocumentados africanos que se encuentran en los centros temporales de refugio de Melilla temen por sus vidas si se les devuelve al país vecino.
Desde finales de agosto, 14 inmigrantes subsaharianos han muerto al intentar penetrar en los enclaves españoles de Melilla o Ceuta, que para los africanos representan la entrada al paraíso europeo.