Diversas unidades militares invitan a jóvenes inmigrantes a incorporarse
El paradero de Tasqueña, convertido en puesto de reclutamiento del Ejército
De Puebla, Morelos, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, los más seducidos por las prestaciones
El Ejército Mexicano recluta a inmigrantes procedentes de Morelos, Guerrero, Oaxaca y Veracruz recién llegados a la ciudad, en un puesto ubicado en un puente de la estación Tasqueña del Metro.
Brigadistas, paracaidistas, guardias presidenciales, elementos de caballería, entre otros, instalan mantas con vistosas fotografías en las que exhiben actos sociales, prácticas en los campos de entrenamiento y detalles de amplias y limpias instalaciones militares.
Uno de los soldados, quien pidió llamarlo Diego, asegura que cada unidad a la semana recluta entre 10 y 15 jóvenes, pero su compañero, que dijo ser de Oaxaca y tener año y medio en el Ejército, sólo tardó 20 minutos en convencer a cuatro jóvenes, tres de la Costa Chica guerrerense y uno del puerto de Veracruz. Son Fidel, de 18 años; Eduardo, de 19, y Alfredo, de 20, quien hasta hace unos días se dedicaba al cultivo de maíz en su natal Tecoanapa, Guerrero.
Tímidos, esquivos y parcos al responder, sólo atinan a decir que en su tierra no hay dinero y lo que buscan es un trabajo seguro.
Julio, de 21 años, cuenta que llegó a la capital hace dos meses. Consiguió trabajo de guardia de seguridad en un hospital. Pero el pago es mínimo: dos mil pesos a la quincena, y ahí no ve progreso alguno. El es quien hace las preguntas al militar originario de Oaxaca, quien no pierde el tiempo ante los rostros interrogantes. Primero les presume su uniforme y sus botas. Después comienza el cortejo. "Cuando andas de civil te visten de traje. Aquí el ambiente está bien. Ahorita les conviene entrar, porque ya en diciembre les dan sus días de descanso. El pago es seguro. Si no tienen la cartilla, les ayudan a sacarla (...) Si quieren los puedo llevar ahorita", remata, para después escoltarlos hasta el cuartel ubicado cerca de la estación Chabacano.
El corredor de reclutamiento se ubica en el puente que lleva al paradero de microbuses. Entre los gritos de los vendedores ambulantes, junto a un puesto de periódicos, uno de chicles y otro de fritangas, los de uniforme verde olivo se disputan a los clientes.
"Primer Batallón de Transmisiones y Escuela Militar del Servicio de Transmisiones. Vacantes. Arma de mando. Transmisiones", se lee en una manta, sin más detalles que las fotografías de soldados en medio de un campo con equipo satelital. Santiago da los informes. "De aquí los llevamos al Campo Militar número 1-H. Está en el Metro Cuatro Caminos", comenta.
Más específico y de mayor tamaño es el cartel del cuerpo de Guardias Presidenciales, en el que además de los requisitos se enumeran las prestaciones: alojamiento, uniforme, alimentación y equipo, sin costo. Servicio médico de calidad y opciones de superación.
"De todas las unidades vienen aquí. Es como cualquier otro negocio: llegas y pones tu puesto", explica Diego, quien fue reclutado en este mismo sitio hace un año. La mayoría de los que se dan de alta en el Ejército son de Puebla, Morelos, Guerrero, Veracruz y Oaxaca, pero no faltan los que llegan de Iztapalapa o Ecatepec, dice. Agrega que son canalizados a las diferentes unidades, según sus características físicas y la edad.
"Aquí en Guardias Presidenciales se requiere no tener más de 25 años y ser soltero, porque nos dedicamos a la seguridad del Presidente. A los que participan en el plan DN-III, igual les hacen exámenes de salud, pero la edad aumenta, puede ser hasta de 30 años y no importa si están casados".