Confirman presencia del presidente de EU en la cumbre
Preparan en Argentina protestas multitudinarias contra Bush
Buenos Aires, 5 de octubre. La confirmación de la Casa Blanca de que George W. Bush participará en la Cumbre de las Américas, entre el 3 y el 5 de noviembre próximos en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, activó las acciones de centenares de organizaciones humanitarias, civiles, sociales y políticas que rechazan la llegada al país del presidente estadunidense, a quien acusan de graves violaciones a los derechos humanos en el mundo, y "de injerencismo ilegal y terrorismo en su guerra preventiva que amenaza a la humanidad en su conjunto".
Versiones advertían que no existía seguridad de que Bush viajaría a la cumbre, ya que el rechazo popular a su presencia suma en encuestas públicas más de 85 por ciento y aumenta ante la militarización -que incluirá a 2 mil 500 agentes de seguridad procedentes de Estados Unidos- de la ciudad turística de Mar del Plata y alrededores.
La Casa Blanca informó que Bush asistirá a la cumbre para "dialogar con los líderes del hemisferio democráticamente elegidos y promover la consolidación de la democracia y la expansión de la oportunidad económica y la prosperidad mediante mercados abiertos y libre comercio''.
El mensaje fue considerado "una hipocresía perversa" por las agrupaciones que preparan la Cumbre de los Pueblos, a realizarse a partir del primero de noviembre en Mar de Plata. "Un país que invade a otros con mentiras y engaños, que asesina y tortura a ojos vistas no puede enseñar democracia a nadie" , señalaron.
En todo caso, la anunciada presencia de Bush genera exasperación social ante la posición inflexible de Estados Unidos frente a los requerimientos de América Latina, lo que se une a la dura batalla electoral cuando sólo faltan 18 días para los comicios legislativos de octubre, empañados por viejos miembros de la guerra sucia.
En este contexto, el Sindicato de Camioneros, que dirige Pablo Moyano, hijo de Hugo Moyano, secretario general de la Confederación General del Trabajo, dispuso desde ayer un paro por tiempo indeterminado y un cerco que paralizó 80 por ciento de las embotelladoras de gaseosas, cervezas y agua mineral de todo el país.
Reclaman un incremento salarial de 50 por ciento aunque admiten que este año ya hubo varios incrementos, algunos de hasta 80 por ciento. Piden salarios mínimos de 2 mil 500 pesos, alrededor de 900 dólares.
Por su parte, el presidente Néstor Kirchner advirtió que existen "grupos económicos que nos quieren desestabilizar" y habló de los "supermercados cartelizados que quieren actuar contra el bolsillo de los argentinos", al conocerse que la inflación de este mes estaría en casi uno por ciento.
En el tumulto noticioso se conoció que este año la mortalidad infantil descendió 13 por ciento (700 muertes menos entre menores de un año en relación a igual periodo de 2004), lo que confirmó la tendencia a la baja que el año pasado alcanzó la cifra récord de 14.4 por mil, el descenso más importante de los últimos 30 años.