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DIAS DE FIESTA | 3 de octubre de 2005 |
Para rendir en los negocios o trabajar sin descanso;
para aprender más
o divertirse sin parar toda la noche. Las bebidas que ofrecen
energía
sin fin pueden ser la llave de entrada a un angustioso despertar. El ritmo de vida
es hoy muy acelerado, no sólo en el
trabajo cotidiano,
sino también en el tiempo que se dedica a la diversión.
Las bebidas
energizantes se han convertido en una moda que ofrece, principalmente a
los jóvenes, una forma de extender las horas de
diversión, pero todo
parece tener un costo. Taquicardias, problemas intestinales o alteraciones nerviosas
son
algunos de los efectos de las también llamadas smart drinks o
energy
drinks, que se comercializan en México sin
restricción en
supermercados, gimnasios, bares y tiendas de productos nutricionales. Esos son los problemas menores que puede causar el consumo de
más de
una lata de 250 mililitros al día, que contiene de 60 a 80
miligramos
de cafeína (equivalente a una taza grande de café cargado
y hasta 112
miligramos en las presentaciones de 350 mililitros), carbohidratos,
vitaminas y otros estimulantes del sistema nervioso, como la taurina,
el guaraná y el ginseng. El riesgo es mayor cuando se combinan con bebidas
alcohólicas como
vodka, ron, tequila o cerveza, práctica usual en discotecas y
bares del
país; en lugares como Suecia e Inglaterra se ha relacionado con
al
menos cuatro muertes, aunque en México no hay registros de
consecuencias letales, según la Comisión Federal para la
Protección
contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). PARA TOMAR EN CUENTA
La mezcla de cafeína y alcohol puede crear gran
excitación,
desorientación, hasta convulsiones y un incremento exagerado de
exigencia al esfuerzo del corazón, que puede derivar en
hipertensión
arterial e incluso infarto de miocardio. Con precios entre 15 y 25 pesos, marcas como Red Bull, Boost,
Blue
Shot, Dark Dog, MC2, Ciclón, Cult y La Bomba venden la promesa
de
energía sinfín a un público seducido por una
publicidad que ofrece
desaparecer el cansancio y el sueño, estimular la memoria y
mantener la
alerta mental. Focos rojos En Francia, Dinamarca y Noruega se ha restringido su venta a las farmacias, y en algunas ciudades de Argentina las autoridades sanitarias han prohibido la exhibición, venta, expendio o suministro de bebidas energizantes en boliches bailables, bares y pubs. En México, donde la venta de estas pociones alcanza 900 mil latas semanales, según la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, también se ha encendido la alerta ante los riesgos para la salud que representan. La Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhortó a las secretarías de Salud y de Economía a revisar la Norma Oficial Mexicana NOM-086-SSA-1-1994 relativa a Bienes y servicios, alimentos y bebidas no alcohólicas con modificaciones en su composición. Dicha comisión planteó que, de ser necesario, se actualice la NOM051-SCFI-1994 sobre Especificaciones generales de etiquetados para alimentos y bebidas no alcohólicas prenvasadas. Al cobijo de la ambigüedad existente en ambas normas, los fabricantes se limitan a seguir un lineamiento que los obliga únicamente a especificar las características generales del producto, sus ingredientes y cantidades. Ninguna de las dos normas establece la obligación para los fabricantes de este tipo de productos de advertir sobre los efectos por exceder la dosis indicada o las contraindicaciones de su consumo. Diversos estudios recomiendan que estas bebidas no sean ingeridas por menores de edad, personas con diabetes o trastornos cardiacos § |