Incluye el tema en el plan para un acuerdo de civilidad
Propone SG difusión oficial desprovista de proselitismo
La dependencia busca comprometer a los gobiernos para que no utilicen sus espots en favor de partidos o contendientes
Ampliar la imagen El titular de Gobernaci�n comparecencia ante el Congreso, el 7 de septiembre FOTO Jos�ntonio L� Foto: Jos�ntonio L�
El titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Carlos Abascal Carranza, señaló que en el acuerdo político que impulsa esa dependencia de cara a las elecciones del próximo año es necesario fijar límites en los mensajes oficiales que se transmiten por los medios electrónicos de comunicación, a fin de tener cuidado en respetar la legislación electoral y no adoptar conductas que puedan derivar en proselitismo.
Fuentes de la dependencia señalaron que el responsable de la política interna ''tomó nota muy en serio'' de las inquietudes expresadas por los legisladores de oposición durante una comparecencia del pasado día 7, propuestas que serán incluidas en el llamado acuerdo de civilidad que Abascal Carranza promueve desde su llegada a Bucareli, hace tres meses y medio.
Al respecto, destaca la estrategia para lograr un consenso entre los dirigentes partidistas, con el propósito de que la contienda del próximo año se desarrolle ''en el máximo nivel de equidad'' y con estricta vigilancia, para que los recursos y los espacios en los medios de comunicación no sean utilizados en favor del gobierno de Vicente Fox o de cualquier otro.
Datos de la SG precisan que en los meses recientes se ha aprovechado ''mejor" el tiempo oficial del Estado mexicano en los medios electrónicos de comunicación, lo que permitió elevar el número de usuarios.
Al inicio del sexenio, 25 usuarios emplearon el tiempo oficial en televisión y 12 lo hicieron en radio; este número se incrementó paulatinamente, de modo que en el lapso comprendido entre enero de 2004 y junio de 2005 se contabilizaron poco más de 200 instancias gubernamentales que utilizaron ese espacio. En 2004 fueron 54 en televisión y 68 en radio, y en lo que va de este año hay 36 en televisión y 45 en radio.
En el periodo referido, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Federal Electoral (IFE), el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y la Secretaría de Salud fueron los principales usuarios en televisión.
En el caso de la radio, destacaron el IFAI, el IFE, la Profeco, el Instituto Nacional de las Mujeres y las secretarías de Medio Ambiente y de Hacienda, entre otros.
Del total del tiempo oficial, el Ejecutivo federal utiliza 40 por ciento; el Legislativo, 30 por ciento; el Judicial, 10 por ciento, y los organismos constitucionales autónomos, 20 por ciento.
El tema de la "equidad" en la difusión de mensajes de instancias gubernamentales y organismos públicos, así como el cuidado para que no conlleven intenciones proselitistas, surgió tras el reclamo de los legisladores ante recientes espots del presidente Vicente Fox, en los cuales hacía un llamado a ''no repetir la historia'' e incluso criticaba al Congreso de la Unión.
El senador priísta Jorge Abel López Sánchez reclamó a Abascal Carranza que el Ejecutivo ha mantenido una permanente estrategia mediática de confrontación con el Poder Legislativo. El Presidente -dijo el senador el 7 de septiembre- ha abusado de los medios de comunicación electrónicos con espots publicitarios (...) Un espot, señor secretario, con un ingrediente fuerte de proselitismo político".
Abascal respondió que tiene la convicción de que debe privilegiarse la transparencia. En principio, dijo que en la difusión del programa Oportunidades (bastión de combate a la pobreza del actual sexenio) no hay intencionalidad de promoción política en favor del gobierno actual.
Entonces reconoció el énfasis del legislador: los programas de política social tienen que estar incluidos en cualquier tipo de acuerdo de cara al proceso electoral del año entrante.
Lo que tenemos que hacer, dijo el funcionario, es entrarle a la discusión de cuáles son los límites que debe tener esa comunicación, para que no se viole la legislación electoral ni se adopten conductas que pudieran convertirse en proselitismo en favor de un partido o candidato.
Aunque defendió los mensajes presidenciales como producto de "causa-efecto" de accidentes políticos que ha habido del año 2000 a la fecha, reconozco -insistió- la necesidad de discutir los límites.