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Difícil, que México venza a China si no logra reformas
Tras su ingreso a la Organización Mundial de Comercio (OMC), en 2001, luego de 15 años de negociación, China "ha puesto a temblar a México".
Al pasar de un modelo estatal de desarrollo, sustentado en el fomento de la industria pesada, a la cooperativización de la agricultura, primero con Deng Xiao Ping, de l978 a l992, y posteriormente con Jiang Zemin, logra un crecimiento económico promedio anual de 8 por ciento en los últimos 11 años y duplica la inversión extranjera directa que tiene México, además de que mantiene un superávit comercial de más de 24 mil millones de dólares, a pesar de que basa su comercio sólo en nueve provincias que ocupan 11 por ciento del territorio nacional y albergan a 33 por ciento de la población.
Las reformas que China empezó en l978, y que maduraron dos décadas después, fueron la pauta de su posicionamiento en el contexto económico actual, considera Julio Millán Costabile, director general de Consultores Internacionales.
Atención a necesidades prioritarias
Lo que le ha permitido beneficiarse de la globalización controlando, en lo posible, los efectos no deseables mediante un profundo desarrollo cultural y la atención a las necesidades prioritarias de sus habitantes, como salud y educación; la descentralización; la apertura al comercio en zonas estratégicas; la aprobación de incentivos para atraer inversión extranjera y el surgimiento de un sector privado proactivo.
Así como el desarrollo de infraestructura adecuada y la apertura de su mercado interno transformaron el paradigma de una economía socialista a una de mercado planificado, son precisamente esas reformas -que aún no están concluidas, sobre todo en el ámbito laboral, ya que maneja su competitividad con base en salarios bajos- las que le han permitido posicionarse en el mercado estadunidense.
Hoy, para muchos, China se ha convertido en el enemigo a vencer por México para evitar que le quite las ventajas competitivas que tiene con el TLCAN, al grado de que las trasnacionales se verán obligadas a bajar los salarios que se pagan en el país. De acuerdo con datos del Ministerio de Comercio Exterior y Estadísticas Aduaneras de China, la estrategia para incrementar la productividad se ha centrado en el fomento a las actividades de comercio exterior y los incentivos a la inversión extranjera, lo que en México no se ha logrado.
En un principio, el comercio exterior se circunscribió a un desarrollo regional selectivo que empezó en la década de los 80, con la identificación de cinco regiones económicas ubicadas en la zona costera del sureste del país asiático: Tres se encuentran en la provincia de Guandong (Shenzhen, Zhuhai y Shantou), una en la provincia de Fujian (Xiamen) y la quinta es Hainan.
Sin embargo, a pesar de que México cuenta con estabilidad macroeconómica, finanzas públicas sanas, inflación controlada, tipo de cambio estable, cercanía con el mercado más grande del mundo y más de nueve Tratados de Libre Comercio, no ha logrado dar el salto que China viene experimentando en los últimos 12 años, advierten analistas de corredurías extranjeras.