En clínicas del ISSSTE, más de 10 mil riesgos reales
Falta compromiso en México para tener hospitales seguros: OPS
La Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres Naturales, signada a principios de este año, se propuso como meta que todos los países tengan hospitales seguros para 2015, con los que se garantice la continuidad en la prestación de los servicios médicos a la población. En ese camino, a México le falta un mayor compromiso político del gobierno e instancias que verifiquen el cumplimiento del objetivo.
Jean Luc Poncelet, gerente del área de preparativos para situaciones de emergencia y socorro en casos de desastre de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), resaltó los avances obtenidos por México luego de los sismos de septiembre de 1985, que ocasionaron la pérdida de unas 5 mil camas hospitalarias, el derrumbe de tres hospitales de alta especialidad y otros del segundo nivel de atención.
Los eventos del pasado, dijo, nos deben servir para evitar que en el futuro los desastres provoquen daños en los mismos sitios, uno de ellos son los nosocomios. Entre los retos a resolver está el impacto sanitario de los fenómenos naturales, es decir, el aumento en la demanda de servicios médicos y la poca oferta.
Poncelet llamó la atención sobre la necesidad de ver en las afectaciones a los hospitales no sólo un problema de salud, sino también de comunicaciones, servicios básicos (agua y luz), entre otros factores. De ahí las limitaciones que enfrenta la meta establecida.
El funcionario participó ayer en una de las plenarias del foro Seguridad en salud. 20 años después del sismo, donde se refirió a los fenómenos naturales que en diferentes años han perjudicado la infraestructura hospitalaria en países de América Latina, lo que se ha traducido en pérdidas económicas de unos 3.12 billones de dólares.
Aunque, apuntó, el costo verdadero se ubica en el impacto que dichos actos tienen en el empleo, el incremento de la discapacidad, las muertes y el propio sistema económico de los países.
Una medida para mitigar estas afectaciones está en los hospitales seguros, que son igualmente costosos que las unidades vulnerables a los desastres. No obstante, subrayó, ha faltado compromiso político de los gobiernos.
En México existe ese acuerdo pero tiene que ser reforzado para que las normas de construcción, ahora más estrictas que las de 1985, se apliquen efectivamente y se cree un mecanismo, independiente de las autoridades, que supervise su cumplimiento.
Resaltó que el Instituto Mexicano del Seguro Social ya ha iniciado ese camino. La OPS ha participado en la certificación de 19 de los 44 hospitales de ese organismo que se ubican en zonas de alto riesgo, comentó Poncelet.
Por otra parte, el director del ISSSTE, Benjamín González Roaro, reconoció que más de 10 mil riesgos reales se han detectado en las clínicas y hospitales del instituto, lo cual va desde sobrecarga de líneas eléctricas y obstrucción de las rutas de evacuación, hasta daños estructurales en algunos inmuebles.
Durante la inauguración del foro Seguridad en salud. 20 años después del sismo, el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, comentó que el sector, de los más afectados en 1985, ahora está mejor preparado para enfrentar situaciones de desastre, aunque "aún falta mucho por hacer", dijo.
González Roaro puntualizó que en materia de protección civil muy poco es lo logrado hasta ahora, por lo que "debemos impulsar con más ahínco la prevención como parte del actuar cotidiano".
Comentó que en el diagnóstico sobre la situación de la unidades de atención médica se han identificado a lo largo de estos 20 años, más de 10 mil riesgos reales provocados, en 60 por ciento de los casos, por "la actitud de los trabajadores y derechohabientes".
Entre otros de esos riesgos, González Roaro mencionó que los extintores son bajados de su pedestal y ocultados; la mezcla de materiales peligrosos "por ignorancia"; el retiro y alteración de la señalización informativa; y la afectación de las barras de pánico de puertas de emergencia.