Marchan unas 4 mil personas en Santiago; jóvenes encapuchados chocan con policías

Chile: conmemoran el golpe que hace 32 años derrocó a Salvador Allende

Candidata presidencial reitera condena a intento de rebajar penas a asesinos de la dictadura

ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL

Santiago, 11 de septiembre. Con un despliegue de 10 mil policías y la promulgación el sábado de una ley que castiga hasta con 10 años de cárcel a quien lance una botella con gasolina en llamas (bomba molotov), el gobierno de Ricardo Lagos logró un 11 de septiembre relativamente tranquilo.

El ejército bajó el perfil al aniversario 32 del golpe de Estado del ex dictador Augusto Pinochet, cuya familia no fue invitada a la misa en la Escuela Militar, y una marcha de unas 4 mil personas -que pasó frente a La Moneda, sede del Poder Ejecutivo- transcurrió en relativa calma, aunque al llegar al cementerio general donde se encuentra la tumba de Salvador Allende y el memorial del Detenido Desaparecido, un centenar de jóvenes encapuchados lanzaron piedras y bombas molotov, pero fueron dispersados rápidamente.

Por su parte, el ministro del Interior, Francisco Vidal, expresó que en la madrugada no hubo problemas mayores y que Santiago había amanecido con sus calles tranquilas. En provincias hubo diferentes actos, también en paz.

"El informe de Carabineros (policía militarizada) que recibí hoy a las 9 de la mañana, y que da cuenta de todo lo que ocurrió en la tarde de ayer y durante la noche y la madrugada (del sábado al domingo), dice que afortunadamente tenemos muy pocos detenidos y muy pocos incidentes", señaló Vidal.

La tradicional marcha organizada por la Asamblea de los Derechos Humanos no había registrado incidentes hasta que, al pasar frente a La Moneda, algunos encapuchados pintarrajearon los muros del vecino Ministerio de Obras Públicas con leyendas como "Organizado y encapuchado" y "La lucha callejera es la única solución". También arrojaron pintura contra La Moneda, que rápidamente fue limpiada por una cuadrilla de obreros.

Los encapuchados, del Centro Revolucionario Anarquista, del Movimiento Lautaro y del Frente Juvenil Rebelde -que se quedaron afuera del cementerio mientras la marcha ingresaba a rendir su homenaje ante la tumba de Allende-, fueron quienes se enfrentaron con la policía. Un informe preliminar consignó la detención de 12 personas, 10 de ellas adultos.

Mientras, la candidata presidencial oficialista, Michelle Bachelet, insistió en la necesidad de "verdad y justicia", ante el intento de aminorar las penas a asesinos y torturadores de la dictadura.

A su vez, Lagos -quien participó en un breve acto recordario en La Moneda junto con la viuda de Allende, Hortensia Bussi, y una de sus hijas- aseveró que "no se trata de olvidar el pasado, se trata de sacar las experiencias para que aquellos hechos no se vuelvan a ocurrir".

Añadió que "el presidente Allende, en su mensaje final, dijo que llegarían los hombres para superar ese momento gris y oscuro; creo que está llegando el momento de superarlo".

En tanto, a partir de hoy una importante avenida del oeste de Santiago, conocida tradicionalmente como Pajaritos -la cual lleva a la populosa comuna de Maipú, hasta hace dos décadas lugar de explotaciones agrícolas-, pasó a llevar el nombre de Gladis Marín, dirigente comunista fallecida en marzo.

Curiosamente, el alcalde de la comuna donde se estrena la avenida Gladis Marín es Gustavo Hasbún, militante de la ultraderechista UDI y sobrino del cura del mismo nombre y apellido, que en los años 70, desde la televisión, incitó al odio, al golpe de Estado y se vio involucrado en el asesinato de un obrero en la sureña ciudad de Concepción.