Usted está aquí: lunes 12 de septiembre de 2005 Mundo Llega Bush a Nueva Orleáns en su tercera visita a la zona devastada

"Por alguna razón el presidente no comprendió la magnitud de la catástrofe": alcalde

Llega Bush a Nueva Orleáns en su tercera visita a la zona devastada

Choques entre autoridades federales y locales retrasaron el envío de ayuda, afirma el Times

Se eleva a poco más de 400 la cifra de muertos; continúa la recuperación de cadáveres

REUTERS, AFP Y DPA

Washington, 11 de septiembre. El presidente de Estados Unidos George W. Bush llegó la tarde de este domingo a Nueva Orleáns, donde fue recibido por el alcalde de esa devastada ciudad, Ray Nagin, en lo que es su tercera visita a la zona afectada tras el paso del huracán Katrina, en momentos en que la crisis se profundizó por choques entre autoridades federales y locales.

Bush llegó a Nueva Orleáns y pasará la noche en la zona. Este lunes recibirá información sobre Katrina y está previsto que luego recorra Nueva Orleáns en un vehículo militar. Después hará un recorrido aéreo y se reunirá con funcionarios locales.

El jefe de la Casa Blanca terminará su visita con dos paradas en Gulfport, Mississippi, antes de retornar a Washington.

Este viaje da a Bush la oportunidad de "continuar evaluando la situación en el terreno" y escuchar sobre las necesidades inmediatas, la recuperación futura y los esfuerzos de reconstrucción, indicó el vocero de la Casa Blana Scott McClellan.

Horas antes el alcalde Nagin, en entrevista para el programa Meet the Press de la cadena NBC, indicó que Bush probablemente no comprendió la gravedad del huracán debido a la mala información provista por sus colaboradores. "Pienso que el presidente, por alguna razón, probablemente no comprendió la magnitud de esta catástrofe.

"Creo que (Bush) recibía la información de algunos de sus altos colaboradores en el sentido de que el asunto era grave, pero no tanto", agregó.

Sin embargo, Nagin elogió la respuesta que dio Bush a sus peticiones luego de que se reuniera con él.

Por su parte, el coronel Jeff Smith, vicedirector de planificación de emergencia para Luisiana del Departamento de Seguridad Interior y Preparación para Emergencia, acusó a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencia (FEMA por sus siglas en inglés) de no actuar con suficiente rapidez para llevar a los miles de sobrevivientes de Katrina a residencias provisionales.

"Tenemos grandes preocupaciones por la asistencia que estamos obteniendo de la FEMA para el alojamiento temporal (de los damnificados)", dijo Smith.

"No sentimos que este proceso sea llevado con suficiente rapidez", declaró ante reporteros en Baton Rouge, capital de Luisiana, en un ataque directo a la cuestionada agencia.

En este sentido, el New York Times indicó que la grave crisis en Nueva Orleáns por Katrina se profundizó por las diferencias entre funcionarios federales y autoridades locales de Luisiana.

Al citar entrevistas con decenas de funcionarios, el rotativo dijo que FEMA esperaba que el estado (Luisiana) y la ciudad (Nueva Orleáns) dirigieran los esfuerzos y solicitaran ayuda cuando fuera necesario.

Sin embargo, líderes en Luisiana y Nueva Orleáns se veían tan sobrepasados por la dimensión de la tragedia que no sólo no estaban en capacidad de manejar el asunto sino que ni siquiera sabían, en muchos casos, qué necesitaban, informó el Times.

Mientras las autoridades locales asumían que Washington proveería rápida y considerable asistencia, los funcionarios federales, pensando en aspectos de legitimidad y logística, procedían deliberadamente con lentitud, agregó el diario.

Menos decesos de lo esperado

La cifra de oficial de muertos en toda el área afectada por Katrina ascendía a más de 400 este domingo, ya que Luisiana elevó a 197 el número de víctimas mortales. La mayoría de los cuerpos está en la morgue de St. Gabriel, indicó en un comunicado el Departamento de Salud y Hospitales.

En Mississippi fueron confirmados al menos 211 muertos, mientras en Florida la tormenta mató a siete.

No obstante, las autoridades encontraron "menos muertos de lo que se temía", declaró hoy el vicealmirante de la Guardia Costera, Thad Allen, coordinador de las operaciones de socorro en el terreno.

"Creo que era muy difícil establecer una base para estimar (el número de víctimas), pero a medida que las aguas se retiran se encuentran menos cadáveres de los que se temía", declaró Allen a la cadena ABC, pero se negó a suministrar una estimación global.

El general Russel Honore, quien dirige las operaciones de rescate, también declaró que el balance sería muy inferior a los 10 mil muertos. "Esa cifra fue dada en un momento de gran agitación. Aguardamos una cifra mucho más baja".

Por otro lado, funcionarios de sanidad estadunidenses declararon la guerra a los mosquitos en Nueva Orleáns.

Campaña de sanidad

La campaña de fumigación aérea, que iniciará este lunes con un avión militar C-130 especialmente acondicionado, lanzará un pesticida para combatir mosquitos y moscas que infestan la ciudad casi desierta.

"Estos insectos son transmisores de enfermedades", declaró en Baton Rouge, capital de Luisiana, el Almirante Craig Vanderwagen, director del Servicio de Salud Pública. El control de los insectos, agregó, "es un asunto de salud pública que debe ser tratado" rápidamente.

En tanto, este domingo los convoyes militares continuaban patrullando la ciudad, recuperando cuerpos descompuestos e hinchados.

Asimismo, el agua contaminada en Nueva Orleáns es bombeada el doble de rápido de lo previsto. Según CNN, 32 de las 145 bombas ubicadas en la ciudad están trabajando y cada vez se encuentran en mejores condiciones para comenzar con la extracción del líquido.

A todo esto, una alerta de huracán estaba vigente para Carolina del Norte y Carolina del Sur, en el sureste de Estados Unidos, ante la proximidad de Ofelia, indicó este domingo el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

Una alerta significa que durante las próximas 36 horas es posible que entre un huracán en el área señalada.

A las 12 horas local, el centro de Ofelia estaba unos 400 kilómetros al sur de Cape Hatteras, en Carolina del Norte, "casi estacionario", informó el NHC, al añadir que esa condición continuará en la jornada.

Ofelia, el séptimo huracán del año en el Atlántico, ostenta categoría uno en la escala Saffir-Simpson -de cinco- con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora, con ráfagas más fuertes, y se espera poco cambio en su intensidad en las próximas 24 horas, indicó el boletín.

El gobernador de Carolina del Norte, Mike Easley, declaró el estado de emergencia el sábado y funcionarios locales emitieron una orden obligatoria de evacuación para los no residentes de la isla vacacional de Ocracoke, a las afueras del estado.

 
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