Quedan 22 entidades por votar, dice en su casa de campaña
Un sombrío Creel llama a trabajar ''ya, ya, ya''
Convoca a sus simpatizantes a redoblar los esfuerzos
Santiago Creel llegó a su casa de campaña, en Magdalena 320, colonia Del Valle, con la derrota dibujada en el rostro. La sonrisa con la que encaró a las cámaras era apenas una mueca, muy distante de la que corona los pendones de plástico que cuelgan por todas las paredes de este edificio.
Eran las 18:23 y el programa de resultados electorales del PAN marcaba ya una diferencia de 9 puntos en favor de Felipe Calderón, aunque en ese momento, con 79.78 por ciento de los votos computados, el ex secretario de Gobernación dijo estar ''confiado en remontar'', pero las cifras lo fueron hundiendo minuto a minuto.
A su arribo, Creel se encerró en sus oficinas acompañado por Adrián Fernández, Armando Salinas Torre y Luis Correa. No tuvo la cortesía de detenerse y saludar a unos 80 simpatizantes que aguardaban su llegada. Más tarde, en conferencia de prensa, consideró que deberá iniciar una campaña ''de mucho mayor contacto con el panismo''.
No logró explicar lo sucedido. Dijo carecer de medios para saber si el resultado en esta primera ronda de votaciones regionales en 10 estados era producto de un rechazo de los panistas a su candidatura, o si hubo apatía de los adherentes -donde estaría su mayor apoyo-, pero dijo que hoy, en reunión con su equipo, realizará una ''valoración íntegra y precisa''.
Aseguró que no tiene previsto declinar en favor de otro candidato, aunque tuvo que tragarse sus palabras cuando señaló que en esta lucha todavía faltan dos etapas, a pesar de que apenas unos días atrás propuso que de resultar una ''diferencia respetable'', de entre 10 y 15 puntos, como sucedió ayer, las dos últimas etapas podrían realizarse conjuntamente el 2 de octubre. Tampoco respondió sobre otra de sus recientes declaraciones, en la que afirmó que el resultado de la primera etapa podría reproducirse en las siguientes.
Poco antes Creel se dirigió a sus simpatizantes, quienes especulaban: ''Los adherentes de Santiago no aparecieron nunca'', referían unos. ''El estado de México fue la diferencia'', opinaron otros. ''Habrá que revisar bien qué pasó'', comentaron en los pasillos. ''Este partido no tiene remedio'', sintetizó una mujer.
Creel intentó mostrarse firme, pero a pesar de los ''¡duro, duro!'' y del infaltable ''¡sí se puede!'', el ex secretario no transmitía nada, sólo un rostro endurecido y sonrojado. Los llamó a trabajar ''ya,ya,ya'', a no permitir que el esfuerzo decaiga. Agradeció ''a las miles de personas'' que votaron por él. Dijo estar confiado en las siguientes etapas y los convocó ''a no ver para atrás, a mirar el horizonte, que es amplio, como la victoria, y yo quiero estar ahí'', gritó Creel, luego de manifestar su orgullo por el PAN, partido que ''a diferencia de otros'', lleva a cabo un proceso electoral democrático. ''Quedan 22 entidades por votar, y lo que les pido es redoblar el esfuerzo.''
Mientras, en las orillas, donde se ubicaron sus operadores, ex colaboradores en Gobernación, familiares y amigos, las expresiones pasaban del celular al abrazo; de la mirada que no encuentra asidero al apretón de manos; de la breve sonrisa a la palmada en el hombro. En ese reducido círculo nadie desconocía lo que representa haber perdido en esta primera ronda. Para ninguno era secreto que la derrota está más cerca que nunca.