Usted está aquí: domingo 11 de septiembre de 2005 Cultura El tenor Emilio Pons se integrará a la planilla del Teatro Mariinsky, ex Kirov

Lamenta la limitación de recursos para la ópera; también la IP incumple, señala

El tenor Emilio Pons se integrará a la planilla del Teatro Mariinsky, ex Kirov

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen Emilio Pons, otra joven voz mexicana que destaca a escala internacional, incluso antes que en su propio pa�FOTO Jos�ntonio L� Foto: Jos�ntonio L�

El próximo 23 de septiembre el tenor Emilio Pons se integrará a la plantilla del Teatro Mariinsky (antes Kirov), convirtiéndose así en el primer cantante mexicano en formar parte de esa institución rusa, una de los más prestigiadas del mundo.

Su incorporación se da como parte de un programa especial que ese teatro destina a jóvenes artistas, el cual está orientado a perfeccionar la técnica y el desempeño artístico de sus integrantes, así como al manejo del repertorio ruso.

Como parte de ese proceso, resulta esencial la incorporación de los noveles cantantes, incluso con papeles principales, en varios de los títulos operísticos que el teatro monta en el transcurso de su larga temporada, la cual abarca de mediados de septiembre a finales de año, aunque las actividades se extienden con el famoso Festival de las Noches Blancas.

Con 28 años cumplidos, Emilio Pons precisa en entrevista con La Jornada que su llegada al Teatro Mariinsky se dio de manera un tanto circunstancial, toda vez que no era algo que hubiera planeado ex profeso.

Cuenta que todo se remonta a su interés por ahondar en el repertorio ruso durante su estudios de doctorado en música en la Universidad Indiana, Estados Unidos: "Es un repertorio muy poco conocido e injustamente relegado al olvido. Por eso decidí adentrarme en él, pero antes debí especializarme en lengua y literatura rusas, porque no concibo que un cantante se atreva a cantar algo que desconoce de fondo".

Su interés fue tal que llegó hasta oídos de los programadores de aquella institución rusa a gracias a algunos músicos de aquella nacionalidad que eran sus compañeros en la universidad estadunidense. Y fue así que luego de que las autoridades del Mariinsky lo escucharon cantar, decidieron admitirlo.

El caso del tenor resulta curioso y sintomático de la realidad que impera en nuestro país para los jóvenes músicos si se considera que su incorporación a una de las casas más importante del mundo se dio incluso antes de hacer su debut profesional en México, hecho que ocurrió apenas este sábado con un recital en el Museo Nacional de Arte.

Egresado también como pianista concertista en el Conservatorio Nacional y licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana, Emilio Pons considera que si bien el panorama para los cantantes jóvenes mexicanos comienza a cambiar, aún falta mucho por hacer, sobre todo ante el "vergonzoso" apremio presupuestal al que se tiene sometida a la cultura y el arte en el país.

"Estoy contento de que la situación este cambiando, antes había una exagerado malinchismo. Aplaudo el trabajo de esta administración (de la Compañía Nacional de Opera) por dar oportunidad a mexicanos; aunque lamento que aún sea más pequeña y limitada la temporada respecto con años pasados, y que cada día se vea más estrangulada por presupuesto demasiado limitado", dice.

"Además es importante tomar en cuenta que en México, desafortunadamente, siempre culpamos a las autoridades por limitaciones en cualquier aspecto y que no reparemos que la iniciativa privada no está cumpliendo con su labor social. Es en verdad vergonzoso que en el país sólo tengamos una asociación, SIVAM, cuando en el extranjero son muchas las que apoyan al arte lírico."

Pons no niega su pretensión de hacer una carrera internacional de alto nivel. Empero, aclara que está muy lejos de aprovecharse del boom que existe en el mundo con los cantantes latinoamericanos. De hecho, acota que su caso es muy distinto al de los intérpretes mexicanos que ahora triunfan en los principales escenarios del mundo, como Ramón Vargas o Rolando Villazón.

"No soy cantante de cualidades naturales extraordinarias. Mi voz es todo, menos natural; me ha costado mucho trabajo desarrollar la técnica", sostiene, y rubrica diciendo que aunque hay quienes quieren verlo como tenor lírico, él lo pondera, por "lo peligroso que puede resultar abordar repertorio tradicional a edad tan corta", y por eso ha optado, dice, por "repertorio conservador: mozartiano, barroco y clásico temprano".

 
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