Presentan Los volcanes en el contexto de la Feria del Libro de Antropología e Historia

Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe dan vida al Popo y al Iztaccíhuatl

Basan su obra en una investigación que el antropólogo Julio Glockner realizó durante 14 años

ANGEL VARGAS

Una vez más la jocosa irreverencia de Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe hizo de las suyas con el espectáculo musical Los volcanes, en el que la actriz y la compositora dan vida, respectivamente, al Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, sacándose de la chistera uno que otro cáustico e hilarante comentario sobre la realidad política nacional.

La función sirvió de corolario a la presentación del catálogo de la muestra El mito de dos volcanes. Popocatépetl-Iztaccíhuatl. El acto, efectuado la noche del viernes en el Museo Nacional de Antropología, es parte de los trabajos de la 17 Feria del Libro de Antropología e Historia, que tiene lugar en ese recinto hasta el 18 de septiembre.

Previo a la parte artística, la directora del Museo del Palacio de Bellas Artes, Mercedes Iturbe, y el escritor Francisco Rebolledo pormenorizaron en torno del proceso que implicó la realización conjunta de dicho volumen y la exposición epónima, la cual tuvo lugar de febrero a julio de este año.

En tanto, Julio Glockner, antropólogo e investigador, habló de los ritos y mitos que se han generado en torno de ese par de colosos volcánicos, deteniéndose en especial con los graniceros o tiemperos.

Iturbe y Rebolledo subrayaron que, al igual que la citada exposición, en el catálogo se compila no sólo la amplia iconografía artística sobre esos dos volcanes, sino un panorama más amplio y diverso, que incluye visiones simbólicas, míticas, rituales, científicas y literarias.

De este último rubro, el literario,el escritor y también químico mencionó que en dicho libro se compilan textos del ensayista, narrador y poeta Fernando del Paso, del historiador Miguel León Portilla, una semblanza de Diego Rivera sobre el Dr. Atl, un escrito de Malcom Lowry y otro de Antonin Artaud, así como citas de autores de diversas épocas en las que se mencionan a los volcanes.

Glockner habló del diálogo ritual -que se remonta al primer siglo de nuestra era, según lo han demostrado vestigios arqueológicos- que han establecido los campesinos de Morelos, estado de México y Puebla con el Popocatépetl, convirtiéndose algunos de ellos en dadores de lluvia.

Explicó que el origen de los rituales contemporáneos se remontan a la época colonial y el sincretismo que se suscitó entre las religiones prehispánicas y la cristiana.

Luego Glockner recordó algunos mitos en torno al Popo, entre ellos el de la personificación del volcán como don Goyo, señor de apariencia muy pobre que deambula por los poblados circunvecinos, y sobre el cual contó una anécdota personal que vivió durante la grabación de un documental para la televisión francesa.

Precisamente en la investigación que Glockner realizó durante 14 años en torno de los graniceros basaron Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe su espectáculo Los volcanes, que se inicia con la actriz saliendo al escenario vestida con indumentaria prehispánica y llevando a cuestas sus sueños, personificados por la compositora e intérprete argentina.

Es sólo la entrada para contar la historia de los idilios entre los volcanes la Malinche y el Popocatépetl, quejándose porque en el casting le trajeron a una actriz nórdica clase A (Liliana Felipe) para representar a la Mujer dormida.

"¿Quién hizo el pinche casting aquí? De perdida hubieran traído a la Salmas Hayecs; por lo menos es tipo latino internacional", espetó. "Y eso pasa porque los mexicanos nos tragamos todo, hasta el Informe, ¿o no? Dicen que para este día de la Independencia nos van a mandar a Anthony Hopkins para el cura Hidalgo y Julie Andrews para la Corregidora... Lo que es la vida, si ya nos tragamos al Potrillo de Zapata.

"Dicen que este 15 de septiembre hasta la Independencia nos la van a dar resumida", dijo e hizo la roqueseñal.

Así, entre la historia de los volcanes y sarcásticas alusiones a la ayuda humanitaria del Ejército Mexicano en Estados Unidos ("a ver si no los deportan por andar ofrecidos") y uno que otro chistorete contra Elba Esther Gordillo, transcurrieron 30 minutos.

Para cerrar el espectáculo las artistas cantaron una adaptación del Huapango, de José Pablo Moncayo, en la que dicen: "caca, popó, caca, popó", en un divertido y hábil juego de sílabas y voces.