Usted está aquí: lunes 5 de septiembre de 2005 Espectáculos TIEMPO DE BLUES

TIEMPO DE BLUES

Raúl de la Rosa

Cuando los santos salieron marchando II

Ampliar la imagen Louis Armstrong, uno de los c�bres del blues y el jazz, oriundo de Nueva Orle� FOTO Archivo Foto: Archivo

Primera llamada

OTRA INSTITUCION SURGIDA de ese crisol de razas y culturas que se convocó en Nueva Orleáns en el siglo XIX fue la zona de tolerancia, concepto que se extendió por todo el país. Son conocidas las historias de esas casas en que las bellísimas cuarteronas, mezcla de mulatas con europeos, arrancaban suspiros a los rudos hombres de este puerto y profundos celos a las mujeres blancas.

ESA ZONA DE tolerancia fue también el fogón en donde se cocinaron y combinaron las propuestas musicales mas vitales, divertidas y novedosas de esa época y del siglo XX. Alphonse Picou, Sydney Bechet, Barney Bigard, Albert Nicholas, Buddy Petit, Champion Jack Dupree, Ferdinand Joseph La Menthe (Jelly Roll Morton), son tan sólo algunos de los músicos creoles que habían hecho suya la cultura francesa y que fundan las bases de un género musical que habría de dar la vuelta al mundo: el jazz.

ES LUGAR COMUN hablar de que el Delta del Mississippi fue la cuna del blues y del jazz, lo rural y lo urbano. Pero sería olvidar que en las márgenes de este río surgieron otros importantes géneros musicales de la música popular de Estados Unidos.

LA MUSICA DE los colonizadores de origen francés: los acadios canadienses que trajeron a Louisiana su lengua y sus tradiciones: la música Cajun que en ciertas zonas se mezcla con el blues y surge el Zydeco, que se canta en patois o en inglés. Mas al norte y siempre siguiendo los márgenes del Mississipi se anidan la country music y el bluegrass, en Tennesse y Kentucky.

EN EL PROFUNDO sur surgen los cantos de trabajo, los bailes con influencia escocesa e irlandesa, los reels y los jigs, respectivamente, los cantos espirituales negros, en los que se mezclan los himnos europeos con la polifonía y rítmica africanas. En esas fusiones surge el rag-time y la tradición de las bandas militares para los funerales.

AHI RECALAN LAS influencias del Caribe, la habanera cubana, la tumba francesa haitiana, los boleros españoles, las bandas de metales europeas, se bailan el cake-walk, los bailes de cuadrillas y las contra-danzas. La comida creole es otra aportación llena de sabor y especias.

Segunda llamada

TERMINADA LA GUERRA civil aparecen los ex esclavos que traen consigo sus shouts y sus hoolers, y surgen las diferencias entre estos negros americanos y los criollos; ante ellos, los negro americanos representaban a un proletariado sin recursos.

PERO ESTOS AFROAMERICANOS provenientes del profundo sur traían consigo una enorme e irrebatible tradición: el blues. Poco a poco se entrelazan y crece ese ramaje frondoso y musical, que se extiende en el charleston, en las orquestas del blues clásico, el fox-trot, el boggie woogie, el swing, el rythm and blues, el rocanrol, el soul, hasta llegar al rap.

EN ESTA BREVE crónica se mezclan la esperanza y la rabia. Basta con ver las imágenes de los damnificados y reconocer que -una vez mas- los mas jodidos de este desastre llamado Katrina son, en su mayoría, afroamericanos, aquellos que no tuvieron recursos o medios para abandonar sus hogares. Son un símbolo de esa desigualdad que existe en Estados Unidos y que abarca también a miles de compatriotas abandonados a su suerte.

Tercera llamada

LAS ZONAS DE desastre van mucho mas allá de Nueva Orleáns, hay pequeñas comunidades prácticamente desaparecidas, pero la importancia histórica de la ciudad captó la atención de todo el mundo.

DE ENTRE LOS despojos tiene que surgir el sentido común: ¿vale la pena reconstruir esta ciudad en donde nunca debió haberse construido? Podría ser una obra faraónica pero no imposible. Dejar de construir esas casas frágiles de madera y que los enormes recursos destinados a una guerra inútil sirvan para planear mejor una nueva Nueva Orleáns.

HOY SABEMOS DE la fuerza inconmensurable de la naturaleza, provocada, dicen unos, por el calentamiento de la tierra y que algunos gobiernos, como el de Estados Unidos, se niegan a firmar el Protocolo de Kyoto, que obliga a reducir los contaminantes atmosféricos. ¿Servirá la tragedia para corregir esta estupidez?

QUE LA VITALIDAD con la que se mezclaron hombres y mujeres para crear una cultura excepcional, sirva para levantar el espíritu de miles de damnificados y la irreparable pérdida de vidas, para que los santos entren -nuevamente- marchando al ritmo de la trompeta de Louis Armstrong.

AL MOMENTO DE redactar esta columna, Fats Domino fue encontrado. Pero de haber continuado desaparecido, hubiera sido una trágica metáfora de todo lo perdido en este desastre.

FINALIZO CON UNA pregunta: ¿Podríamos organizar un festival con las bandas mexicanas de jazz y blues, para recaudar alimentos y poderlos enviar a nuestros compatriotas abandonados en esas tierras?

[email protected]

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.