Los
accidentes son motivo de preocupación durante los primeros
años de vida de un niño. Muchos ocurren mientras los
pequeños usan juguetes que acaban siendo una amenaza en lugar de
una diversión. En otros países los consumidores
están protegidos contra defectos y riesgos; en México la
regulación es insuficiente, por lo que prolifera la informalidad
y el contrabando.
Los
brillantes ojos
de un
oso de peluche, los botones de fantasía en el saco de un
soldado y hasta las aplicaciones de tela en la ropa infantil, pueden
ser fuente de peligro si esas pequeñas partes se desprenden de
su sitio y quedan al alcance de las inquietas manos de un niño y
de su curiosidad natural, que lo hace llevarse casi cualquier objeto a
la boca.
El juguete en apariencia más inofensivo puede representar
riesgo, sobre todo para niños pequeños, por lo que deben
evitarse las puntas cortantes, las piezas pequeñas (botones,
canicas), globos, baterías pequeñas, monedas y los
cordones, largos y cortos, que pueden causar asfixia.
Las flechas, dardos y perdigones pueden lesionar a terceros, mientras
los juegos de química o similares contienen sustancias que
pueden ocasionar algún percance con el fuego, por lo que no son
recomendables para menores de 10 y 12 años, que siempre deben
estar supervisados por un adulto.
Datos de
la Asociación Mexicana para la Defensa del Consumidor
(Amedec) indican que en México podrían ocurrir anualmente
200 mil accidentes por el uso de juguetes defectuosos, 10 por ciento de
los cuales podrían requerir asistencia médica, pero
reconoce que no hay cifras oficiales.
El Hospital Infantil atiende uno o dos casos a la semana de
obstrucción de las vías aéreas o del
esófago, asociados a la ingestión de cuerpos
extraños durante el juego, aunque las lesiones más
comunes atribuibles a juguetes son cortaduras, raspaduras y contusiones
menores, que no requieren hospitalización.
¿Quién
protege del
juguete inseguro?
En Estados Unidos cada año se retira del mercado un
promedio de 300 artículos potencialmente peligrosos para
niños, ya sea por defectos de fabricación, errores de
diseño o problemas de uso. Estos incluyen sillitas, columpios,
cunas, andadores para bebé y camiones, así como
muñecos y animales de peluche.
Los productos son "boletinados" y aparecen en el sitio de Internet
Recalls.gov, y el de la Comisión para la Seguridad de los
Productos de Consumo de Estados Unidos, que actualiza
periódicamente la lista en la que aparecen con frecuencia
productos de empresas como Mattel, Graco y Tek Nek, muchos fabricados
en China.
Cada informe abarca el nombre del producto, foto, descripción,
número de unidades vendidas, lugar y fecha de venta, origen,
cantidad y motivo de los accidentes o daños producidos,
así como el medio de reparación que ofrece la empresa
generalmente la devolución del dinero o el remplazo del
artículo y un número telefónico de contacto
para el consumidor.
Los países de la Unión Europea aplican también una
estricta normativa. La Directiva Europea sobre Seguridad de Juguetes,
que establece las características físicas,
mecánicas, eléctricas y químicas de los mismos, si
no las cumplen no reciben el logotipo "CE" y no pueden distribuirse.
Normas mexicanas
IDENTIFIQUE
LOS JUEGUETES SEGUROS
- Están fuertemente armados y en buenas
condiciones
- No tienen botones, ojos, cintas o piezas
pequeñas que pueden
desprenderse
- No son demasiado pesados, para que puedan levantarse
sin problemas y
no lastimar al niño si caen
- No tienen bordes, filos, sogas largas ni cordones que
puedan
enroscarse en el cuello
- Deben corresponder a la edad y las habilidades
físicas del
niño
- Tienen el nombre del fabricante o importador en la
etiqueta
- Las instrucciones de uso están en
español y
especifican
edad y recomendaciones de seguridad
- Los elaborados con
tela deben ser resistentes al fuego
- Los juguetes químicos deben indicar su posible
peligrosidad y
las precauciones a seguir
- Triciclos, caballitos o coches deben ser
suficientemente estables
como para evitar el riesgo de vuelco
En México la vigilancia sobre la seguridad atiende
dos aspectos,
aunque de manera insuficiente. El primero es la presencia de sustancias
tóxicas en juguetes y artículos escolares, que regula la
Norma Oficial Mexicana (NOM) 015/1-SCFI/SSA-1994 sobre seguridad e
información comercial en juguetes y artículos escolares.
La norma se aplica a los fabricantes,
comercializadores o importadores,
transportistas y almacenadores de pinturas, tintas, barnices, lacas y
esmaltes, juguetes y artículos escolares y mide la eventual
presencia de arsénico, mercurio, cromo o plomo en juguetes,
instrumentos gráficos para la escuela, pinturas para
niños y plastilinas, por el riesgo de intoxicación.
En cuanto a seguridad, los juguetes están regulados por la
NOM-015-SCFI-1998, la cual señala que todos los juguetes que se
vendan en el comercio establecido deben contener instrucciones e
información sobre los riesgos de lesión que pudieran
ocasionar, tanto por el uso normal como por el incorrecto. Pero queda
abierta la cuestión acerca de ¿qué pasa con el
comercio informal y con los productos de contrabando? §
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