Usted está aquí: martes 23 de agosto de 2005 Mundo Se cae posibilidad de cerrar los casos de uruguayos detenidos en Argentina

Reconocen que hubo un "tercer vuelo" con prisioneros en la Operación Cóndor

Se cae posibilidad de cerrar los casos de uruguayos detenidos en Argentina

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 22 de agosto. El nuevo reconocimiento de la existencia de un "tercer vuelo" en que fueron trasladados al menos seis uruguayos detenidos en Argentina por la dictadura local, y entregados a sus pares en Montevideo a mediados de 1978, y la posibilidad de que se hayan ejecutado más acciones similares, implicaría que es mucho mayor la trágica cifra de los ciudadanos de Uruguay desaparecidos en el vecino país.

Estas informaciones saltan a luz en momentos en que hay fuertes debates, ante algunas declaraciones del presidente Tabaré Vázquez, objetadas por familiares, y cuando el fiscal de turno Enrique Möller se apresta a interponer reposición y recurso de apelación contra la sentencia del juez Gustavo Mirabal, quien estableció que no había lugar para la clausura y archivo del caso del secuestro, traslado y desaparición de María Claudia García de Gelman, así como el robo y supresión de identidad de la hija de esta joven, ya recuperada.

Tras el hallazgo de su nieta, Macarena, en 2000, Gelman siguió la búsqueda para saber qué había sucedido con María Claudia, secuestrada en 1976 con su esposo Marcelo Gelman en Buenos Aires, donde éste fue asesinado y la joven embarazada trasladada a Montevideo en octubre de ese año, y mantenida en sedes militares hasta el nacimiento de su hija que le fue robada.

Un informe entregado al presidente Vázquez por los militares el 8 de agosto pasado, reconocía por primera vez en forma oficial parte de lo actuado e incluso se dieron datos de entierro de víctimas, entre ellos los restos de María Claudia, aunque las excavaciones en el batallón 14 para ese fin fueron interrumpidas hace unos días.

En el informe militar la fuerza aérea admitió el traslado clandestino de prisioneros uruguayos desde Argentina a Uruguay en dos vuelos en julio de 1976 y mediados de octubre de 1978. Del primer caso, en el que fueron trasladados 24 presos, se tenía conocimiento por algunas de las víctimas sobrevivientes.

Del segundo caso, quedó en evidencia que por los menos 22 prisioneros de los centros clandestinos de detención de Argentina fueron llevados a Uruguay, donde fueron desaparecidos. También se mencionó a cinco argentinos. Todo esto sería en la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur en los años 70.

Ex oficiales de las Fuerzas Conjuntas dijeron al diario uruguayo El Observador que hubo un "tercer vuelo" en el cual se llevaron de Argentina a unos seis uruguayos que figuran en las listas de desaparecidos aquí. Según el rotativo, los informantes establecieron que en ese vuelo fueron trasladados Ary Severo Barreto y Jorge Hugo Martínez, desaparecidos con tres de sus familiares, en las listas realizadas aquí.

De acuerdo con la Comisión para la Paz creada por el ex presidente Jorge Batlle -cada día más desprestigiada- y otros datos de familiares, el 24 de abril de 1978, junto a Ary y Jorge fueron detenidos Beatriz Alicia Anglet de León (esposa de Ary), Carlos Baldomero Severo Barreto (hermano de Ary), y Marta Beatriz Severo Barreto (hermana de Ary y esposa de Jorge Martínez). Es decir, una familia casi completa, vista en el Centro Clandestino de detención Pozo de Quilmes, uno de los más temibles de la Provincia de Buenos Aires.

Esta revelación coloca a Uruguay en una situación más difícil aún, ya que se establecía a través de la Comisión de Paz y del informe del ejército actual que fueron 24 las personas desaparecidas en Uruguay durante la dictadura en ese país (1973-1985).

Pero ahora con "un tercer vuelo" comenzó a saltar a luz la posibilidad de una cantidad mayor, lo que dará un fuerte giro a las investigaciones en Argentina, donde se buscaba el destino de más 160 desaparecidos uruguayos.

Ahora se sabe que varios de estos desaparecidos fueron ejecutados o murieron torturados en Uruguay, pero la gravedad de los hechos que se están destapando aceleradamente dan por tierra con el intento de cerrar los casos, con la llamada Operación Zanahoria, en la que aseguran que desenterraron los cuerpos y los "trituraron" y quemaron en hornos artesanales -una escalofriante muestra del horror- en 1978.

El pasado 20 de agosto el presidente Tabaré Vázquez desmintió una versión aparecida en el periódico Clarín aquí, en el sentido de que su gobierno preparaba una "amnistía general" para los militares involucrados en violaciones a los derechos humanos, no comprendidas en la Ley de Caducidad de 1986.

Diversos organismos de derechos humanos estiman ahora que los informes entregados sólo pueden ser señalados como "avances mínimos" para aclarar los crímenes de la pasada dictadura. Y en todo los casos se advierte que no hay "arrepentimiento alguno ni autocrítica", y que se continúa protegiendo a los responsables de delitos de lesa humanidad, por lo cual se esperan respuestas de la presidencia.

Otros sectores rechazaron una declaración presidencial que fue interpretada como una idea de poner en el aire la famosa "teoría de los dos demonios", es decir, que unos, los militares de la dictadura, actuaron por la acción de los otros (los militantes que fueron perseguidos, asesinados y torturados masivamente). Como dicen muchos dirigentes "arde Uruguay en la lucha por la verdad que está saltando todo los cercos".

 
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