Podrían regresar a los connacionales muertos, dicen ONG
Critican a aerolíneas por ayudar en la repatriación de migrantes
Mexicali, BC, 20 de agosto. El número de muertos por deshidratación en la zona desértica de la frontera entre México y Estados Unidos representa un tercio de los 384 decesos ocurridos de enero a agosto de este año, 11 casos más de los reportados durante 2004, advirtió hoy la Fundación Legal Rural de California (FLRC).
Claudia Smith, dirigente del organismo civil de defensa de los derechos humanos, criticó el anuncio del programa Oasis, el cual supuestamente trata de proteger a los migrantes, por considerar que es "la misma gata pero revolcada". Los migrantes, advirtió, seguirán jugándose la vida mientras continúen "tan necesitados" y existan oportunidades de trabajo en Estados Unidos.
Un reporte de la FLRC establece que las muertes por deshidratación obedecen a la estrategia de control fronterizo estadunidense, que consiste en obligar a los migrantes a cruzar por el desierto.
Del total de fallecimientos en la frontera, 251 fueron identificados por sus familiares y mediante sus documentos, y 113 no han sido identificados, mientras que 51 de estos casos se trata, en su mayoría, de connacionales que se ahogaron al tratar de cruzar el río Bravo, y sus cadáveres fueron arrastrados al lado mexicano por la corriente.
Criticó la colaboración de las aerolíneas mexicanas con el gobierno de Estados Unidos para la repatriación de los indocumentados, a pesar de las exigencias de la sociedad civil en la frontera de no participar en deportaciones. En 2004, el contrato se le adjudicó a Mexicana de Aviación y este año le correspondió a Aeroméxico.
El gobierno de Estados Unidos contrató con esta última, desde el 10 de junio, un vuelo diario durante el verano, de Tucson a México, el cual bien podría servir para trasladar los cadáveres de los migrantes, ya que la mayoría pierde la vida en esa área durante la temporada de mayor calor.
Aun así son pocos los migrantes detenidos por la Patrulla Fronteriza en Arizona que han aceptado la repatriación voluntaria, y al ser deportados por la frontera de Sonora son reconvenidos por agentes del Instituto Nacional de Migración, quienes "los acorralan y les reclaman, inclusive a gritos, que son unos irresponsables, rayando en el escándalo para disuadirlos de que intenten otro cruce", agregó.
José Moreno Mena, representante de la Coalición Prodefensa del Migrante, dijo que es "penoso que las dos empresas paraestatales lucren con los migrantes, no sólo mediante los contratos para las repatriaciones, sino porque además transportan a millares de indocumentados a varios puntos de la frontera norte, desde donde emprenden el viaje para intentar el cruce".