En el país ignoran normativa internacional, afirman

Reprueban uso de animales en espectáculos circenses

CAROLINA GOMEZ MENA

Ir al circo puede ser el anhelo de cualquier niño, pero nunca lo será de algún animal, porque en esos espacios no van a divertirse, sino a ser "torturados" con el propósito de que realicen actividades "antinaturales" como montar bicicletas, patinar o brincar aros en llamas, entre otras, aprendidas a golpes de látigo, collares de ahorque, picanas eléctricas, ganchos de metal y ayunos prolongados. Por eso en países como Suiza, Finlandia, Dinamarca y Suecia ocupar a animales en actos de entretenimiento está restringido.

Sandra Aguilar, integrante del Grupo de Activistas Radicales por la Revolución Animal (GARRA), quien encabezó ayer una manifestación a las afueras del Circo Ruso, en la colonia Buenavista, cuyo propósito fue "hacer conciencia sobre el respeto a los animales", criticó que en el país se permita la llegada de circos que presentan animales, cuando cada vez más espectáculos de este tipo, entre ellos Cirque du Soleil, Millenia y Floize, no los incluyen, y no por ello son menos exitosos, sino todo lo contrario.

Enjaulada y portando sólo brasier y pantaleta, bajo una tenue pero persistente lluvia, junto a su compañera de causa, Minia Reyes -con un disfraz de ave- y apoyada por otros integrantes de GARRA y Súper Animal, insistió en que todos los circos con animales violentan las disposiciones establecidas en el ordenamiento internacional Acta de Bienestar Animal (AWA, por sus siglas en inglés), el cual indica que éstos deben tener suficiente espacio para pararse y voltearse cuando están encerrados.

Bajo la mirada incrédula de algunos peatones y usuarios del transporte colectivo, y las risas burlonas de los guardias del circo porque su única vestimenta era ropa interior y un paisaje con un oso pintado en el cuerpo, Aguilar señaló que todas las piruetas que asombran a infantes y adultos provoca muerte prematura y graves daños sicológicos en los animales.

Sobre esto la activista precisó que estudios han revelado que inclusive algunos viven menos de la mitad de los años que logran en su hábitat natural, y acotó que instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente hacen oídos sordos al respecto, aun cuando muchos animales de circo son adquiridos mediante el contrabando.

Mientras, por el megáfonos Súper Animal (enfundado en su traje negro de luchador con capa dorada) arengaba a los transeúntes a no "ser cómplices" del maltrato a animales. Se especificó que entre los comportamientos ocasionados por el sufrimiento de los animales está la mutilación, masticar y morder los barrotes de la jaula, pasearse continuamente, arrancarse los pelos y volverse agresivos.