En la subasta los interesados conocían los precios de liquidación: Guadalupe Alejandre

Asientan en acta la fracasada venta de vestidos de Sahagún

Angeles Cruz Martinez

La Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc) dejó constancia ante notario público de la desairada subasta de los vestidos de Marta Sahagún, el pasado 31 de julio. En el acta se asienta que la presidenta del organismo, Guadalupe Alejandre, dijo que el precio mínimo de las prendas sería de 3 mil pesos, por lo que afirmó que la inconformidad de Luis Alonso Sordo Noriega carece de validez.

En el instrumento número 91149, suscrito por Alfonso Zermeño Infante, titular de la notaría número 5, quedó establecido que uno de los compradores fue Sordo Noriega, a quien Amanc entregó un recibo simple por la cantidad de 18 mil pesos "para el apoyo de seis quimioterapias", a cambio de dos vestidos. El primero con la clave L-13, de dos piezas, color rosa mexicano con estampados en flores, en shantú de seda, diseño de Escada, cuyo precio de subasta quedó en 9 mil pesos. La segunda prenda, clave L-26, es un traje de dos piezas en shantú de seda de diseño Lian Carlo, también de 9 mil pesos.

Amanc recordó que, al no contar con el quórum para la subasta de los vestidos donados, ésta se declaraba desierta, pero -dice el acta notarial- "a insistencia de uno de los asistentes al acto, quien manifestó que él se presentó para comprar alguna o algunas de las prendas", así como de los representantes de los medios de comunicación que solicitaban ver los vestidos, Alejandre aceptó mostrar las piezas y señaló que "si había interés se procedería a la venta y estableció como precio de cada prenda el valor de salida a subasta conforme a la ficha técnica de identificación de las mismas".

El documento señala que durante el desfile de las edecanes, la presidenta de Amanc leyó las fichas de identificación de los vestidos, mencionando su clave, el precio de línea "y el precio mínimo de venta o subasta".

En virtud de lo anterior, Amanc lamentó "que al comprador no le quedara claro el motivo de adquirir las prendas, a cambio de su aportación en beneficio de los niños, niñas y adolescentes con cáncer". Resaltó que el notario Zermeño Infante está dispuesto a ratificar a Sordo Noriega los criterios de asignación de los precios de las prendas.

Así continúa la historia sobre los atuendos de Sahagún, quien donó 36 de sus vestidos para acallar las críticas de legisladoras que calificaron de excesivo el gasto de recursos públicos en la ropa que utiliza la esposa del presidente Vicente Fox, y en razón de lo cual promovieron el punto de acuerdo por el que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhortó, el pasado 20 de julio, a la Cámara de Diputados a cancelar la partida 3825, destinada a los gastos personales y de promoción de la pareja presidencial.

Sin embargo, la subasta que organizó Amanc con el fin de recaudar fondos para financiar los tratamientos para controlar el cáncer infantil, no tuvo éxito, pues sólo asistieron dos personas interesadas en comprar. Uno, Luis Alonso Sordo Noriega, director del Centro de Estudios de la Comunicación Social Universitario, ha denunciado en varias ocasiones que Amanc sólo le entregó dos de los seis vestidos que adquirió a un precio de 3 mil pesos cada uno.

Ha dicho que tampoco le fue entregado un recibo deducible de impuestos, como corresponde a las instituciones altruistas como Amanc, y exige le sea entregado el certificado de autenticidad de cada uno de los vestidos que adquirió. El pasado 17 de agosto pidió la intervención de la Junta de Asistencia Privada, órgano al que corresponde supervisar la actuación de las instituciones de asistencia privada.

En respuesta, Amanc destacó que los términos de venta quedaron muy claros para las personas que han adquirido otras ocho prendas por 34 mil 500 pesos. Con esta cantidad, indicó la institución de asistencia privada, se podrán otorgar 11.5 sesiones de quimioterapia. No obstante, el organismo ofreció a Sordo Noriega recibirle los vestidos en devolución y reintegrarle el importe de su aportación, con el fin de dar por concluido el conflicto.