Usted está aquí: domingo 21 de agosto de 2005 Opinión La Sexta y la Declaración de Querétaro

José Antonio Almazán González

La Sexta y la Declaración de Querétaro

Lo que está en juego en el debate generado por la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, las justificadas críticas, pero también los excesos de los comentarios del subcomandante Marcos, es el curso que siga la construcción de un proyecto de nación alternativo al neoliberalismo, tanto desde una visión estratégica como en el contexto de la coyuntura actual. Sin ignorar que en el terreno de la elaboración y de las fuerzas políticas que lo impulsan existen otros proyectos de nación, me centraré en el análisis de la Sexta y la Declaración de Querétaro, producto del segundo Diálogo Nacional hacia un Proyecto de Nación Alternativo al Neoliberalismo, en el que convergieron 225 organizaciones sociales y políticas.

A. Reconociendo el carácter esencialmente antineoliberal tanto de la Sexta como de la Declaración de Querétaro, para subrayar las enormes similitudes de ambas elaboraciones en la perspectiva de una campaña nacional de lucha, me remito al Plan La Realidad-Tijuana, presentado por el EZLN el 9 agosto de 2003, y al Programa mínimo no negociable contenido en la Declaración de Querétaro del 5 de febrero de 2005.

El Plan La Realidad-Tijuana propone siete acuerdos comunes y siete demandas nacionales, en tanto la Declaración de Querétaro plantea cinco grandes rasgos del Programa mínimo no negociable y establece 14 consensos en cuanto al proyecto de nación. El análisis comparativo de dichas propuestas, en el contexto de los documentos que les han antecedido y precedido, muestra grandes coincidencias en, por lo menos, los siguientes temas:

1. En contra del neoliberalismo.

2. Defensa de la soberanía nacional.

3. Rechazo a las reformas estructurales.

4. Necesidad de un nuevo Constituyente.

5. Solución a los grandes problemas nacionales en materia de trabajo digno y salario justo, vivienda digna, salud pública gratuita, alimentación y vestido, educación laica gratuita, respeto a la dignidad de la mujer, de la niñez y de los ancianos.

6. La defensa de los derechos de los pueblos indios plasmados en los acuerdos de San Andrés.

7. La necesidad de fortalecer la resistencia y avanzar en la unidad de los de abajo para derrotar al neoliberalismo.

B. La propia naturaleza del Frente Sindical, Campesino, Indígena, Social y Popular (FSCISP) y de las organizaciones que lo integran obliga a establecer una política de alianzas y no a una suma simple a la propuesta de la Sexta. En este frente amplio confluyen diversos proyectos sociales, gremiales y políticos que convergen en la lucha en contra de las reformas estructurales y el neoliberalismo. Desde aquellas que como la Unión Nacional de Trabajadores promueven una reforma de Estado y mecanismos de interlocución con el gobierno, hasta otras como la Promotora de Unidad Nacional en contra del Neoliberalismo, que se plantean una lucha radical y a fondo, o como el Sindicato Mexicano de Electricistas, que por su propia necesidad de sobrevivencia ante la amenaza de la privatización ha evolucionado de posiciones conservadoras y gremiales a convertirse en el núcleo de las luchas de resistencia y de los diálogos nacionales por un proyecto de nación alternativo al neoliberalismo.

Por su propio esfuerzo, pese a la notable ausencia del EZLN, invitado a los diálogos nacionales, el FSCISP ha logrado dotar a un amplio movimiento social de resistencia de un proyecto y de un perfil político e ideológico propio, expresado en la Declaración de Querétaro y el Programa mínimo no negociable. Esta experiencia de lucha dista mucho de haber concluido. Por el contrario, el curso mismo de la ofensiva neoliberal llevará al fortalecimiento y a la radicalización de las luchas de este frente amplio.

Es cierto. Al interior del FSCISP está pendiente la conclusión de un debate en torno a qué hacer en el terreno político electoral. Desde aquellas que promueven el abstencionismo, las que por su propia naturaleza harán alianza con el PRI o el PAN, pasando por las que proponen participar con una candidatura independiente, hasta las que se plantean una alianza político-electoral con López Obrador, considerando que su proyecto toma distancia frente al neoliberalismo y que el regreso del tricolor a la Presidencia o el remoto triunfo de Acción Nacional implicarían la consolidación del modelo neoliberal en México. Pero este debate no es excluyente, sino que busca consensuar y fundamentalmente mantener la unidad del FSCISP, bajo la premisa de que los cambios sociales profundos vendrán de la unidad y la lucha de los de abajo.

Desde este ángulo, que busca ser incluyente y plural, están sentadas las bases sólidas para establecer una política de alianzas entre lo propuesto por el EZLN en su Sexta y las diversas organizaciones sociales y políticas que integran el FSCISP, con "respeto recíproco a la autonomía e independencia de organizaciones, a sus formas de lucha, a su modo de organizarse, a sus procesos internos de toma de decisiones, a sus representaciones legítimas, a sus aspiraciones y demandas", como establece la Sexta.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.