El aterrizaje se realizó en la base aérea Edwards, por las condiciones meteorológicas
Retornó con éxito el Discovery
Pese a la incertidumbre por las condiciones de seguridad, la misión logró algunos avances notables
Ampliar la imagen Momento en que toca la pista el transbordador espacial Discovery, en la base a�a Edwards, del desierto de Mojave, en California FOTO Ap Foto: Ap
Base Edwards de la Fuerza Aerea, California, 9 de agosto. El transbordador espacial Discovery y sus siete tripulantes retornaron el martes a la Tierra, dando un exitoso final al regreso a los vuelos espaciales tras dos años y medio de pausa después de la destrucción del Columbia en 2003.
La misión del Discovery superó algunos de los infortunios de la NASA después de la muerte de los siete astronautas del Columbia, pero puede ser también el último vuelo de un transbordador por algún tiempo.
La agencia espacial estadunidense dejó a su flota en tierra después de que el Discovery sufrió el desprendimiento de partes de espuma aislante, el mismo problema que había tenido el Columbia.
El Discovery reingresó a la atmósfera a 27 mil kilómetros por hora para descender cruzando el océano Pacífico antes de aterrizar planeando a las 8:12 horas (1212 GMT) en la base aérea Edwards del desierto de Mojave, en California, después de 14 días de misión que incluyeron una estadía en la Estación Espacial Internacional. La NASA desvió el transbordador a California tras haber desechado cuatro posibilidades de aterrizar en su base original, el Centro Espacial Kennedy en Florida, debido a que las nubes y las lluvias originaron preocupaciones de seguridad.
"Felicitaciones por un vuelo de prueba realmente espectacular", dijo a los tripulantes del Discovery el astronauta Ken Ham desde el punto de control de la misión en Houston, mientras el transbordador se detenía en la pista. "Bienvenidos a casa, amigos", añadió.
La tripulación del Discovery, formada por Eileen Collins, Jim Kelly, Steve Robinson, Soichi Noguchi, Andy Thomas, Wendy Lawrence y Charlie Camarada, realizó la tradicional caminata alrededor de la nave después del aterrizaje. Todos parecían estar en buen estado.
La NASA cumplió con su principal objetivo: un lanzamiento y un aterrizaje seguros de la avejentada nave.
Cuando un trozo de material aislante se desprendió del tanque de combustible del Discovery durante su lanzamiento el 26 de julio, la agencia espacial descubrió que había fracasado en su intento por arreglar el problema que causó el desastre del Columbia el primero de febrero de 2003.
El Columbia se desintegró sobre Texas y murieron sus siete astronautas a bordo.
Los investigadores atribuyeron el desastre a un trozo importante de espuma aislante que se separó del tanque durante el lanzamiento y causó un agujero en una de las alas de la nave, permitiendo que gases extremadamente calientes entraran en la nave durante su retorno a la Tierra.
Para el retorno del Discovery, la NASA había ordenado a Collins ajustar la órbita del transbordador para no volar sobre zonas densamente pobladas como Los Angeles, en caso de que ocurriera otro accidente. El estallido del Columbia dejó restos sobre Texas y Louisina.
Las comunicaciones por radio entre la comandante del transbordador y la misión de control se quedaron en silencio mientras la nave se aproximaba al desierto de Mojave.
Dos fuertes ruidos se escucharon en el sur de California mientras el transbordador bajaba a la velocidad del sonido.
El piloto Jiam Kelly condujo al Discovery en círculo ancho sobre una carretera. Collins tomó el control de las maniobras finales y suavemente colocó a la nave de 100 toneladas en la pista de concreto.
"Estamos felices de volver y felicitamos a todo el equipo por el trabajo bien hecho", dijo la comandante.
La NASA logró algunos éxitos notables en su esperado regreso a las misiones tripuladas con el Discovery, lanzado el 26 de julio después de que la agencia invirtió mil millones de dólares en reparaciones y actualizaciones de medidas de seguridad.
El Discovery llevó provisiones y equipamiento a la estación espacial, y también utilizó nueva tecnología, como un escáner láser para buscar daños en el exterior de la nave.
La tripulación llevó a cabo tres paseos espaciales exitosos, remplazando un giroscopio direccional roto y reparando otro en la estación espacial. Sin embargo, los astronautas también realizaron una reparación no prevista y un paseo espacial arriesgado a la barriga del transbordador para retirar pedazos de tela de relleno que asomaban por entre las losetas del escudo térmico. La NASA temía que esos trozos pudieran causar un peligroso recalentamiento en el regreso.