¿EU nos usó como cobayos humanos al lanzar la segunda bomba?, se pregunta
Pide alcalde de Nagasaki a estadunidenses denunciar la política nuclear de Bush
Ampliar la imagen Ni�japonesas oran en Nagasaki por los 74 mil muertos que dej� bombardeo at�o estadunidense, ayer en el 60 aniversario del genocidio FOTO Ap Foto: Ap
Nagasaki, 9 de agosto. El alcalde de Nagasaki, Iccho Ito, exhortó hoy al pueblo estadunidense a denunciar la política nuclear del presidente George W. Bush y a comprometerse en favor del desarme, durante la ceremonia por el 60 aniversario del bombardeo atómico contra esta ciudad japonesa.
Ante unas 6 mil personas reunidas en el Parque de la Paz de este puerto del sur de Japón, Ito llamó a las potencias nucleares a deshacerse de este tipo de armas, pero la crítica directa fue contra Estados Unidos, nación a la que acusó de ignorar sus obligaciones internacionales y no modificar su posición de disuasión nuclear.
El edil criticó a Washington por mantener 10 mil armas atómicas y le recordó que no son garantía de mayor seguridad.
"Comprendemos su furia y angustia por los terribles ataques terroristas del 11 de septiembre" de 2001, dijo. "¿Pero, su seguridad está realmente reforzada por la política de su gobierno que almacena 10 mil armas nucleares, efectúa pruebas nucleares repetidas y prosigue el desarrollo de nuevas armas atómicas en miniatura?"
Ito también llamó al gobierno del primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, a respetar los ideales pacifistas de la Constitución de 1947, de no fabricar armas atómicas, no poseerlas y tampoco permitir su estacionamiento en el territorio.
Como en Hiroshima hace tres días, Koizumi reiteró hoy en Nagasaki la voluntad de su país de encabezar la campaña internacional en favor de la abolición de las armas nucleares y la no proliferación.
El primer ministro, que viajó a Nagasaki pese a la crisis política en Japón, presentó sus condolencias a las víctimas y prometió respetar los "tres principios no nucleares".
Ya en diciembre de 1967, Japón se comprometió a no fabricar, poseer o dejar entrar en su territorio armas nucleares.
A las 11 de la mañana, hora en que el 9 de agosto de 1945 explotó sobre la ciudad la bomba atómica Fat Man arrojada por el bombadero estadunidense Bockscar, que mató a 74 mil personas, todos los participantes en la ceremonia de conmemoración guardaron un minuto de silencio.
Pero 60 años después, Japón aún se pregunta por qué Estados Unidos decidió lanzar una segunda bomba, cuando había podido comprobar los efectos devastadores de la primera, en Hiroshima. "¿Nos usaron como cobayos humanos?", se cuestionó el alcalde.
En su discurso, Fumie Sakamoto, sobreviviente de Nagasaki, prometió que mientras viva pedirá que Nagasaki sea el último lugar víctima de una bomba atómica. Poco antes, 11 dignatarios religiosos, budistas, sintoístas y católicos oraron en una ceremonia ecuménica en honor de las víctimas.