Faltan motivos para celebrar el Día de los Pueblos Indios en al menos tres estados
Padecen indígenas pérdida de identidad lingüística, conflictos agrarios y engaños
Ampliar la imagen Un ca� que protesta frente a la Sagarpa por la dif�l situaci�ue vive el sector azucarero, aprovecha un momento para darse una manita de gato FOTO Carlos Ramos Mamahua Foto: Carlos Ramos Mamahua
Conflictos agrarios en Michoacán, engaños en Yucatán y pérdida de identidad lingüística en Querétaro son los problemas que sufren los indios de esas entidades, quienes en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas más que motivos para festejar tienen mucho de qué preocuparse.
El coordinador de Atención a los Pueblos Indígenas en Michoacán, Néstor Dimas Huacuz, afirmó que los conflictos agrarios de la meseta purépecha son difíciles de resolver, porque hay intereses políticos y grupos armados (no guerrilleros) que impiden que las comunidades étnicas lleguen a un acuerdo.
"En la región conocida como la Cañada de los Once Pueblos hay antorchistas, priístas, perredistas y organizaciones, como Nación Purépecha, que son antagónicas, lo que impide un acuerdo en este foco rojo donde se involucran por lo menos ocho poblados, y la situación se complica aún más por el robo de madera", explicó.
Lo que ha generado mayor inconformidad es que sus poblados están muy distantes de los bosques, por lo cual no pueden protegerlos, lo que ha provocado un saqueo incontrolable de madera, además de que son otras comunidades, cercanas a donde se ubican sus recursos forestales, las que se están beneficiando, mientras que por motivos políticos los pueblos de la Cañada siguen divididos, explicó Dimas Huacuz.
El funcionario señaló que la Secretaría de la Reforma Agraria y el gobierno del estado han insistido en resolver los aproximadamente 48 conflictos agrarios de la entidad, pero de manera particular han puesto mayor atención en las comunidades donde periódicamente se desatan hechos violentos, como es el caso de Cocucho-Urapicho.
Aquí la situación es muy compleja, ya que el conflicto tiene muchas décadas, lo que ha generado la aparición de grupos armados, que de alguna manera impiden que las autoridades de los pueblos lleguen a acuerdos.
En la década de los 70 perdieron la vida en menos de un año aproximadamente 50 personas de las comunidades de Nurío, Cocucho y Urapicho, por la disputa de 700 hectáreas, y esto sólo fue "el inicio de una serie de venganzas generada por grupos armados en cada una de las comunidades".
Mientras, en Yucatán, al menos 200 campesinos mayas del municipio de Izamal exigieron a la fábrica Licores de Henequén, la cual se encuentra en quiebra, el pago de un millón de pesos por la compra de las piñas o cogollos de esa planta, la cual es el principal medio de supervivencia de los pobladores de ese lugar.
Los campesinos defraudados llevaron ayer el caso al Congreso del estado, donde la fracción priísta señaló que de ser necesario se levantaría la denuncia correspondiente ante las autoridades ministeriales.
La planta Licores de Henequén se construyó en 2003, su objetivo era producir mil litros diarios de licor extraído de ese agave, en un proceso similar al de la elaboración del tequila. Sin embargo, no hubo el éxito esperado. A casi dos años, la planta está virtualmente en quiebra y la producción paralizada.
Al respecto, los diputados priístas Jorge Carlos Ramírez Marín y Rolando Zapata Bello manifestaron que la Secretaría de Desarrollo Rural y Pesca estatal destinó 28 millones de pesos -a manera de crédito- para apoyar la producció de la planta, pero se desconoce dónde quedaron esos recursos y si en realidad los recibieron los empresarios.
En Querétaro, 25 mil indígenas, que representan 50 por ciento del total de los hablantes étnicos del estado, han perdido su identidad lingüística al ser objeto de discriminación y por la falta de políticas integrales, motivo por el cual cerca de 30 promotores realizan un proceso de consulta en comunidades indias para integrar propuestas, como parte de los trabajos de la reforma del Estado, y que desde la Constitución se destierre esta discriminación.
De acuerdo con estimaciones de la delegación regional de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, los habitantes de 32 comunidades indias ya no hablan su lengua natal.
Según la Secretaría de Desarrollo Sustentable de la entidad, en Querétaro existen 96 comunidades indígenas asentadas en los municipios de Tolimán, Amealco, Cadereyta, Colón, Ezequiel Montes y Jalpan, donde habitan 49 mil 133 personas, de éstas, 25 mil perdieron su identidad lingüística.