Dice que el gobierno federal apoyará al zapatismo en la posible gira anunciada
Decidirá el electorado cuánto influirá el EZLN en los comicios de 2006: Aguilar
Encomia la decisión de la agrupación de generar conciencia: "es un buen camino"
La influencia que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) puede ejercer en las elecciones presidenciales del año próximo es una decisión exclusiva del electorado, aseguró ayer la Presidencia de la República, quien celebró que esta organización "político-militar" decida privilegiar el camino de la política como manera de trabajar por el bien del país.
En su conferencia matutina, el vocero presidencial, Rubén Aguilar, señaló que el gobierno federal respeta la decisión que los ciudadanos puedan tomar, y que a las instituciones sólo les corresponde garantizar que el proceso electoral de 2006 se dé en las mejores condiciones para todos. "Celebramos cualquier posición de cualquier organización mexicana que haya optado por el camino de las armas y que hoy decida privilegiar la política y la lucha democrática."
Incluso señaló que en caso de que el EZLN decida concretar el anunciado recorrido por el país, proponiendo sus ideas e invitando a la ciudadanía a la organización y a la participación política, el gobierno federal dará a los zapatistas todas las facilidades y garantías necesarias para que puedan desarrollar esta tarea.
Sin embargo, expresó que hasta donde ha hecho público también el EZLN, su intención de participar en política no es directamente en el terreno partidista o electoral, sino solamente en términos de generar conciencia y organización ciudadana. "Eso es un camino, es un buen camino, que todavía están discutiendo en estas sucesivas reuniones que habrán de tener en las próximas semanas con diversas organizaciones de la sociedad civil y decisión política."
Aguilar Valenzuela se refirió también al relevo al frente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), luego de la muerte de su líder, Leonardo Rodríguez Alcaine, y manifestó que el gobierno federal respetará cualquier decisión que adopte la organización obrera y que está dispuesto a dialogar con cualquier dirigente que sea elegido por los trabajadores.
No obstante, expresó sus deseos de que la nueva dirigencia, la que decidan los trabajadores, colabore tanto en la búsqueda de las soluciones de los más importantes problemas del país como en la posibilidad de trabajar en las reformas estructurales que México necesita para mejorar su condición y, con ella mejorar la condición también de los trabajadores del país.