Rotar el mundo en 80 minutos
Otra versión del Concerto Soirée, con una decena de obras para teclado, se asientan en el disco doble, cuya portada tiene un asiento, titulado Rota. L'oeuvre pour piano (bajo el sello discográfico francés Naive/ teteatete) y que es un estuche de maravillas. Inicia el primero de estos dos discos con Dos valses a partir del nombre de Bach, seguidos por Variaciones a partir del nombre de Bach. Enseguida, Siete piezas para niños; la divertida miniatura Ippolito gioca y concluye con Quince preludios.
El segundo disco también es fascinante: además del encanto irresistible del Concerto Soirée, conlleva un Baile para pequeña orquesta, una Fantasía a partir de doce notas de Don Giovanni y culmina con una fabulosa Sonata para orquesta de cámara. Hay muchas maneras de intentar definir la magia de la música de Rota. Quién mejor que su cómplice Fellini para formular en palabras lo que Nino atrapa en sonidos. Dijo en una ocasión don Federico: ''Fuera del contexto del trabajo, prefiero no escuchar música porque me deprime: es como una voz lastimera que me llena de pena y desesperación, ya que me habla de un país de armonía, de paz y perfección del cual hemos sido expulsados para siempre. Por suerte conozco a Nino Rota. Soy amigo suyo, me quiere, y es un parco consuelo saber que en este reino metafísico de las leyes serenas e implacables, tenemos a un pariente influyente que puede introducirse con todo honor, tomarnos de la mano y, si lo desea, volver a llevarnos un día u otro". En este disco doble las dos manos de Nino nos transportan una y otra vez, cuantas veces queramos repetir los discos en el tornamesas, al mundo de la metafísica, las leyes serenas, las sonrisas frescas, las almas limpias. El reino sereno de la música.