Usted está aquí: sábado 6 de agosto de 2005 Mundo Amenaza Blair con reformar ley británica de derechos humanos

Busca proscribir algunos grupos islámicos y librerías que "propicien inseguridad"

Amenaza Blair con reformar ley británica de derechos humanos

Imanes extremistas, mezquitas y sitios de Internet, también en la mira del primer ministro

Arrestan a tres hombres que, aseguran autoridades, rehúsan dar información sobre atentados

DPA, AFP Y THE INDEPENDENT

Ampliar la imagen En la capital brit�ca decenas de personas salieron a las calles a protestar este viernes por el asesinato del joven negro Anthony Walker, ocurrido esta semana, y por el incremento de actos racistas en todo el pa�FOTO Ap Foto: Ap

Londres, 5 de agosto. El primer ministro británico, Tony Blair, anunció hoy su intención de reformar la legislación sobre derechos humanos -no obstante que su marco general depende de la Unión Europea (UE)- para expulsar de Gran Bretaña a extranjeros y dirigentes musulmanes que inciten a la violencia, proscribir agrupaciones islamitas, como Al Muhadyirun e Hizb ul Tahir, y elaborar una lista de librerías, sitios en Internet y centros religiosos que "propicien la inseguridad" en este país.

"Que nadie tenga duda de que las reglas del juego han cambiado", expresó Blair en conferencia de prensa, en la cual anunció que el gobierno abrirá un periodo de consultas sobre las reformas legales y presentará al Parlamento las iniciativas en el cuarto trimestre; además, propondrá que las apruebe en el corto plazo para que entren en vigor en la primavera de 2006.

La legislación sobre derechos humanos que Blair pretende reformar está sometida a la Convención Europea de Derechos Humanos, pero el primer ministro anticipó que ese marco de referencia jurídica no significará ningún obstáculo, puesto que España y Francia ya se adelantaron en la modificación de sus leyes para adaptarlas a las nuevas circunstancias de Europa.

El Ministerio del Interior cuenta ya con facultades para deportar o denegar el ingreso de determinadas personas por razones de seguridad nacional, pero el objetivo de la iniciativa gubernamental es ampliar esos poderes.

Algunas medidas anunciadas hoy por Blair serán adoptadas antes de finales de agosto, pero hay otras que requieren la discusión y aprobación parlamentaria.

Blair busca que el gobierno pueda vetar a clérigos musulmanes que prediquen la guerra santa e intenten viajar a Reino Unido; también luchará por conseguir atribuciones gubernamentales para clausurar mezquitas donde prediquen religiosos que las autoridades del país consideren "extremistas".

Quienes prediquen abiertamente la jihad (guerra santa) y la violencia, que "no son sólo un puñado", tendrán que irse del país, aseveró el primer ministro, quien se dispone a iniciar su periodo vacacional a pesar de que las autoridades policiales han decretado alerta máxima antes nuevos posibles atentados.

"Venir a Gran Bretaña no es un derecho y vivir aquí implica un deber. Este consiste en compartir y apoyar los valores del estilo de vida británico", resaltó Blair, quien también dijo estar preocupado porque haya migrantes incapaces de hablar inglés, a pesar de haber residido en este país durante décadas.

Según el diario The Independent, en su edición del próximo domingo, grupos de derechos civiles respondieron de inmediato a la información vertida por Blair y lo acusaron de sembrar "las semillas de la discordia" y de poner en riesgo las bases de la democracia y la libertad de expresión.

Charles Kennedy, dirigente de los demócratas liberales, una de las fuerzas políticas que han crecido electoralmente en el Reino Unido en años recientes, advirtió que el Parlamento no pondrá fácilmente "el sello de aprobación" a las medidas sugeridas por el jefe del gobierno británico.

El mismo Blair consideró hoy que si hubiera intentado presentar las reformas legales meses atrás, habría sido difícil lograr su aprobación en el Poder Legislativo, pero a raíz de los atentados, agregó, la situación es distinta, porque "la gente ahora entiende que cuando alertamos sobre la amenaza terrorista no era simple retórica, sino algo real".

Blair argumentó que los cambios en la ley de derechos humanos pueden proceder porque el derecho a la vida, establecido en el artículo segundo de la legislación, es superior al de un extranjero a no ser expulsado de Gran Bretaña, marcado en el artículo tercero del mismo estatuto.

En la década pasada, los tribunales británicos permitieron la permanencia de clérigos musulmanes con base en el artículo tercero, de acuerdo con The Independent.

El jefe de Scotland Yard, Ian Blair, señaló en una entrevista difundida por la televisora local que la "dificultad para expulsar a los clérigos que incitan a la violencia se debe a que los religiosos tendrían que ser enviados a países donde "podrían sufrir opresión", pero agregó: "bueno, creo que el ambiente cambia. Y lo siento, pero esto es Inglaterra, Gran Bretaña, y no queremos que continúe el fomento al terrorismo".

La conferencia de prensa del primer ministro tuvo lugar un día después de que uno de los líderes de la red Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ofreció una tregua a los países que ocuparon Irak en 2003, al tiempo que amenazó con llevar a cabo más ataques si no optan por el retiro inmediato de tropas.

Ante reporteros, Blair insistió en el planteamiento hecho a mediados de julio de que la ocupación en Irak no justifica la ola de atentados en la capital británica, y calificó de "indecente" esa interpretación.

En el terreno de las investigaciones, la policía londinense informó que tres personas fueron remitidas hoy a un tribunal local bajo la acusación de negarse a dar información a las autoridades sobre su conocimiento en torno a los atentados del 21 de julio, que sólo causaron daños materiales en el sistema de transporte de la capital.

Las personas enviadas ante la autoridad judicial son Shadi Sami Abdel Gadir, de 22 años, Omar Hagmeloin Alambul, de 20, y Mohamed Kabashi, de 23, quienes deberán comparecer este sábado ante un juez local. Con estos tres nuevos consignados suman nueve los inculpados por el 21-J, entre ellos dos mujeres.

Scotland Yard ha detenido desde el pasado 22 de julio a 39 personas -incluidos los tres presuntos responsables de colocar bombas en el sistema de transporte el día 21-, pero sólo mantiene bajo su custodia a 14.

En Liverpool, en el norte de Inglaterra, la policía local arrestó y consignó ante un juez a dos individuos como presuntos responsables de haber asesinado de un golpe con hacha a Anthony Walker, un joven de 18 años de edad de raza negra. El hecho ocurrió en el contexto de un incremento de actos racistas en Gran Bretaña, de acuerdo con reportes de prensa de ese país.

 
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