Usted está aquí: domingo 31 de julio de 2005 Estados Desplome del precio de la manzana amenaza a productores de Durango

Mala planeación de productores y 10 años de sequía han afectado las tierras

Desplome del precio de la manzana amenaza a productores de Durango

El alcalde de Canatlán teme que la falta de empleo provoque trastornos sociales

SAUL MALDONADO CORRESPONSAL

Durango, Dgo., 30 de julio. A dos semanas de que comenzó la cosecha de manzana en la entidad, no hay quien detenga la caída del precio del fruto, que augura la debacle de los productores locales.

Algunas de las huertas de manzana más importantes del norte de México se hallan en los municipios duranguenses de Canatlán y Nuevo Ideal, cuyos frutos se utilizan para obtener zumo concentrado que compran compañías refresqueras y de jugos. Sin embargo, esta zona manzanera ha ido perdiendo terreno durante los años recientes, sobre todo por los 10 años de sequía en la región, pero también por la mala planeación de los productores.

El ex alcalde de Canatlán y ex productor de manzana Teodoro Ortiz Parra, recordó que en 1991 esa demarcación era muy próspera, pues "la manzana de Canatlán es especial por su sabor, para la mesa no llama mucho la atención porque su aspecto no es muy estético, pero su sabor es excelente, por ello es que la buscan las grandes empresas de jugos en México".

El ahora diputado local priísta añadió que hace 14 años "venían (a Canatlán) cientos de indígenas, llegaban en camiones a tal grado que se construyó una casa como albergue a donde se quedaba la mayoría y ahí dormían mientras conseguían trabajo, una vez que eran contratados para la pizca, algunos dormían en las huertas y otros regresaban al albergue".

Pero entonces iniciaron 10 años de estiaje en todo Durango, y la zona manzanera fue una de las más perjudicadas.

De las 13 mil hectáreas dedicadas en 1991 a la manzana, la sequía sólo dejó 5 mil. El clima cambió en 2001 y la cosecha fue excelente, además de que se pronosticaron buenas lluvias para los años siguientes.

Esto provocó que los productores solicitaran créditos para recuperar las tierras que la sequía arruinó. Como aval, unos dejaron sus tierras y otros la ARIC (Asociación Rural de Interés Colectivo), como llaman al frigorífico donde almacenan manzana para su venta a los fabricantes de jugos.

Pero los pronósticos fallaron, y la sequía volvió a Durango en 2003. La cosecha fue tan mala que los productores no pudieran pagar sus créditos y se les embargó la ARIC. "El frigorífico nos servía a todos los productores como el regulador del precio de la manzana, es decir, la manzana de ripio, que es la que se cae del árbol, se llevaba a almacenar en la ARIC para esperar que llegaran las empresas a comprarla para el extracto de jugo.

"De esta manera, se evitaba que los coyotes (intermediarios) compraran la manzana de ripio a precios bajos, con la ARIC, la manzana se conservaba hasta que alguien llegara y pagara el precio justo", explicó.

El actual presidente municipal de Canatlán, Rafael Díaz Irigoyen, destacó que desde que la ARIC ya no está en manos de los productores, el precio del ripio de la manzana ha caído hasta 70 por ciento. Se quejó de que "los coyotes pagan de 25 a 30 centavos por caja" de manzana, y "al productor no le queda más que venderla, porque si no lo hace, no tiene dónde conservarla y cuando lleguen las empresas a comprarla ya no va a servir".

Pero los productores de manzana enfrentan aún otro problema: mientras deben vender sus cajas a 30 centavos, los jornaleros que pizcan la fruta cobran entre 30 y 50 centavos por llenar una caja, y el empresario pierde en lugar de ganar.

Los productores no han logrado ajustarse a la ausencia de la ARIC, y buscan un centro de acopio alterno que les permita lograr precios favorables y no malbaratar su cosecha a los coyotes.

"Están en juego 1.5 millones de cajas, la producción que se espera para este año", señaló el legislador Teodoro Ortiz, mas para el alcalde Rafael Díaz, también se arriesga la seguridad del municipio, porque ante la llegada de alrededor de 400 indígenas que buscarán ser contratados como jornaleros, al no encontrar trabajo, tendrán que buscar alguna actividad para sobrevivir.

Para recuperar la ARIC se requieren alrededor de 12 millones de pesos, aunque para los productores no hay tiempo, a 15 días de que comenzó la pizca, el precio de la manzana va en picada.

 
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