Usted está aquí: jueves 28 de julio de 2005 Economía Cae 92% el superávit de la cuenta de capital en abril-junio: BdeM

Baja el pronóstico de crecimiento nacional para 2005: entre 3.25 y 3.75 por ciento

Cae 92% el superávit de la cuenta de capital en abril-junio: BdeM

Apenas fue suficiente para cubrir el déficit de 100 mdd en el periodo

Ingresos por inversión extranjera, menores a pagos de deuda pública

ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y JUAN ANTONIO ZUÑIGA

La disponibilidad de divisas para compensar los desequilibrios ocasionados por el déficit de la balanza comercial, el pago de intereses de la deuda externa y los gastos de viaje realizados por los mexicanos en el exterior, registró un desplome de 92 por ciento entre abril y junio respecto al primer trimestre de este año, indican informes preliminares del Banco de México (BdeM).

Al adelantar algunos de los principales resultados de la balanza de pagos al término del primer semestre de 2005, el banco central estimó que el superávit de la cuenta de capital, en la que se registran los ingresos y salidas de divisas por inversión extranjera directa e indirecta, las entradas por contratación de préstamos en el exterior, así como el comportamiento de los activos de mexicanos fuera del país, pasó de 3 mil 638.4 millones de dólares en el primer trimestre del año a sólo 100 millones en el segundo.

Este descenso, que señala un cambio diametral en los resultados del intercambio comercial y financiero de México con el exterior, implicó que el monto de acumulación de divisas en la reserva internacional del país fuera de apenas 35 millones de dólares en el segundo trimestre del año, una cantidad 85.5 por ciento menor a la de 242.3 millones de dólares en que se incrementó este acervo entre enero y marzo pasados.

Sin embargo, informes más recientes del Banco de México sobre la evolución de la reserva internacional de divisas del país indican que la política de acumulación en este acervo llegó a su fin, e incluso ha dado ya inicio a un proceso de desacumulación paulatino.

Al 22 de julio pasado, el nivel de la reserva de divisas había disminuido en 4 mil 36 millones de dólares entre pagos de vencimientos de deuda externa e intereses de la misma por parte del gobierno federal, así como por la venta de dólares a la banca privada, mayoritariamente extranjera, que opera en el país.

A esa fecha, la reserva se ubicaba en 57 mil 333 millones de dólares, y de acuerdo con el banco central, más de cuatro quintas partes de la aportación neta de Petróleos Mexicanos (Pemex) a este acervo fue consumida por los retiros efectuados por el gobierno federal y la venta de divisas a la banca comercial, que en conjunto han absorbido 6 mil 52 millones de petrodólares durante 2005.

Por sus componentes, la explotación petrolera ha aportado 7 mil 342 millones de dólares a la reserva de divisas, es decir, prácticamente la totalidad del superávit de su balanza comercial, el cual fue de 7 mil 191 millones al término del primer semestre del año, según el Banco de México.

El gobierno federal ha utilizado 3 mil 273 millones de dólares de los recursos aportados por Pemex al acervo de divisas del país, para el pago de la deuda pública externa y su servicio. Además se han destinado 2 mil 779 millones de dólares para su venta a la banca comercial.

El Banco de México explicó que el bajo superávit de la cuenta de capital de la balanza de pagos en el segundo trimestre del año, fue resultado de la diferencia de las entradas de capital del sector privado, principalmente por inversión extranjera directa y en cartera, y un desendeudamiento del sector público.

Bajo esta óptica, el ingreso de divisas como inversión extranjera directa y en el mercado bursátil habrá sido de unos 3 mil 750 millones de dólares durante el segundo trimestre, si se considera que la deuda externa del sector público mexicano se redujo en 3 mil 630 millones entre abril y mayo del año en curso.

El saldo de la deuda externa neta del sector público se situaba en 78 mil 591.5 millones de dólares, según informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En abril disminuyó a 76 mil 526.6 millones y en mayo presentó una reducción adicional para situarse en 74 mil 961.1 millones de dólares.

Los informes preliminares en torno al comportamiento de las relaciones comerciales y financieras del país con el exterior, señalan un deterioro en términos del ingreso y salida de divisas reflejado en el resultado de la cuenta corriente de la balanza de pagos, en la cual se incluye las entradas de las remesas de los trabajadores mexicanos en el extranjero, el déficit comercial, la turística y el pago de los intereses de la deuda externa total.

De acuerdo con el Banco de México, en el segundo trimestre la salida de divisas del país por esos conceptos superó al ingreso de las mismas en ''alrededor'' de 100 millones de dólares; es decir, una cantidad similar al superávit de la cuenta de capital. Con todo y los elevados precios alcanzados por el petróleo mexicano de exportación, el incremento de las remesas y la mejoría turística, las divisas apenas alcanzaron a cubrir los pagos realizados al exterior.

Para toda la primera mitad del año, la situación no difiere mucho. La cuenta corriente de la balanza de pagos fue deficitaria en 3 mil millones de dólares, según las estimaciones del banco central. Ese déficit fue cubierto por un superávit en descenso de 3 mil 750 millones de dólares registrado en la cuenta de capital, incluido el renglón de ''errores y omisiones''.

En todo el primer semestre del año, el superávit estimado en la cuenta de capital fue menor en 33 por ciento al observado en el mismo periodo de 2004, el cual fue de 5 mil 646.7 millones de dólares.

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

El Banco de México (BdeM) revisó a la baja el pronóstico para el crecimiento de la economía en 2005, al tiempo que reportó un menor dinamismo en las tasas de crecimiento de las remesas. En un informe presentado este miércoles, dijo que el país podría enfrentar ''graves consecuencias'' por la pérdida de participación en los mercados internacionales, de donde ha sido desplazado por los productos chinos.

La economía mexicana crecerá este año entre 3.25 y 3.75 por ciento, un cuarto de punto menos que la estimación previa del banco central.

En caso de concretarse el pronóstico del banco central, la economía tendrá este año un crecimiento menor al 4.4 por ciento logrado en 2004. El gobierno mantiene para 2005 una meta de crecimiento de 4 por ciento.

Manuel Ramos Francia, director de Estudios Económicos del Banco de México, explicó que la pérdida de dinamismo de la economía este año obedece principalmente a una menor actividad del sector externo, especialmente de las exportaciones manufactureras, que tienen como destino principal a Estados Unidos. Otra razón es la pérdida de participación de los productos industrializados mexicanos en aquel país, en el que China ha ganado sistemáticamente participación de mercado a costa de los fabricantes mexicanos.

El Informe sobre la inflación abril-junio 2005, presentado ayer por el funcionario del banco central, establece que en el segundo trimestre del año se alcanzó un nuevo récord en el ingreso de remesas familiares. Sin embargo, se observó un declive en la tasa de crecimiento de esta partida, que se había venido incrementando a un ritmo anual mayor a 20 por ciento de 2000 a la fecha.

La entrada de recursos al país por concepto de remesas familiares fue el segundo trimestre de 5 mil 214 millones de dólares, equivalente a tres cuartas partes de las exportaciones de crudo, cantidad que implicó un crecimiento anual de 15.7 por ciento, indicó el informe. En el primer trimestre, la tasa de crecimiento anual fue de 20.5 por ciento.

Para el primer semestre de 2005, el ingreso por remesas familiares ascendió a 9 mil 278 millones de dólares. Esta cantidad significó una tasa de crecimiento anual de 17.8 por ciento, menor a la de 24 por ciento registrada en el primer semestre de 2004, añadió el banco central.

A principio de este año, el gobernador del banco central, Guillermo Ortiz, dijo en una comparecencia ante senadores que las tasas de crecimiento de las remesas se mantendrían arriba de 20 por ciento por al menos éste y el siguiente año.

Aun con la reducción en el ritmo de crecimiento reportada en este informe, la aportación de las remesas a la economía del país no pierde relevancia.

El documento señala que durante el segundo trimestre de 2005 la aportación del entorno externo a la actividad económica interna fue mixta. Por un lado, mayores ingresos del exterior por concepto de exportación de petróleo y remesas familiares contribuyeron a acrecentar el gasto interno, tanto de consumo como de inversión. Por otra parte, las exportaciones de bienes y servicios presentaron un incremento menos vigoroso que en 2004.

Sobre la pérdida de dinamismo del sector exportador mexicano, el banco central estableció que no obedece sólo a una menor demanda de parte de Estados Unidos, el mercado que concentra 90 por ciento de las ventas mexicanas al exterior.

Dice el informe que en 2000 México proveía 11.16 por ciento de las importaciones de Estados Unidos, mientras China participaba con 8.21 por ciento. Al primer trimestre de 2005 la situación se ha invertido: mientras México redujo su participación a 10.37 por ciento, la de China aumentó a 13.54 por ciento del total de las importaciones estadunidenses.

El informe del banco define como ''factor de riesgo'' para el crecimiento de la economía ''la posibilidad de que la participación de China y de otras economías asiáticas en la producción manufacturera global continúe sistemáticamente desplazando a este tipo de actividad tanto en Estados Unidos como en México. Este riesgo, derivado en parte de la falta de avances para impulsar la competitividad del país, tendría graves consecuencias''

 
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