Usted está aquí: jueves 21 de julio de 2005 Economía Blindaje financiero para garantizar una transición suave de gobierno en 2006

La deuda no será factor de crisis, afirmó el subsecretario de Hacienda García Tamés

Blindaje financiero para garantizar una transición suave de gobierno en 2006

El gobierno federal aseguró este miércoles que logró crear las condiciones financieras para garantizar una "transición suave" de gobierno en 2006 y permitir una operación sin sobresaltos al gobierno que surja de la elección del próximo año.

"Estamos hablando exactamente de un blindaje", aseguró Alonso García Tamés, subsecretario de Hacienda, en una conferencia de prensa ofrecida en Los Pinos. El funcionario afirmó que el manejo de la deuda pública en la actual administración garantiza que el pago de los compromisos con el exterior no será un factor de crisis en el próximo cambio de administración, como ocurrió entre 1982 y 1994.

El subsecretario García Tamés informó que la deuda externa neta del sector público, de 77 mil 900 millones de dólares al cierre de 2004, representa 10.7 por ciento del producto interno bruto, el nivel más bajo en 30 años. En 1995, el saldo equivalía a 32 por ciento del PIB y al inicio de la actual administración era de 12.6 puntos del producto.

En la conferencia de prensa, el funcionario ofreció detalles sobre una compra de divisas que hizo el gobierno federal al Banco de México la semana pasada, por dos mil 878 millones de dólares, que tuvo como fin poner en caja los recursos suficientes para completar desde ahora los vencimientos de deuda externa de mercado para 2006 y 2007, que suman cuatro mil 767 millones de dólares.

"Es importante señalar -dijo el funcionario- que con esta operación no se redujo la deuda total (del sector público, compuesta por al externa y la interna): se redistribuye: hay una reducción en el saldo de la deuda externa, que viene compensado por un incremento en la deuda interna", precisó.

El conjunto de la deuda interna y externa representa 22.7 por ciento del producto interno bruto.

García Tamés consideró que en la medida que el gobierno federal dispone de los recursos para hacer frente a las obligaciones de deuda para 2006 y 2007 se resta presión "tanto a este gobierno en el último año de la administración, como al próximo gobierno en el primer año de su gestión y ayudamos a que haya una transición, digamos, más suave de esta administración a la próxima".

El funcionario consideró que el saldo del endeudamiento público interno y externo sigue representando un "monto de obligaciones importante", que no podrá ser reducido sino hasta que la operación del gobierno federal genere superávit fiscal. Es decir, que los ingresos sean mayores que los egresos. Actualmente, el déficit fiscal estimado es de 0.20 por ciento del PIB, unos 14 mil millones de pesos.

(Roberto González)

 
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