Usted está aquí: lunes 18 de julio de 2005 Economía Buscará Argentina reactivar líneas de ayuda con el FMI

El fondo ha adelantado que impondrá sus condiciones

Buscará Argentina reactivar líneas de ayuda con el FMI

AFP

Buenos Aires, 17 de julio. El gobierno argentino emprenderá esta semana conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reactivar líneas de ayuda suspendidas en 2004 y que están destinadas exclusivamente al refinanciamiento de deudas con el organismo multilateral.

La misión argentina que irá a Washington estará encabezada por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, artífice de la restructuración de 81 mil 800 millones de dólares de la deuda en mora que concluyó este año con 76.15 por ciento de adhesión.

Argentina está procurando acordar un programa a tres años que le permita refinanciar vencimientos que representan mil 750 millones de dólares sólo hasta fin de año, sin pedir dinero fresco.

Pero el FMI le ha anticipado que reclamará una serie de compromisos, entre ellos elevar la meta de superávit fiscal de 3.9 por cieno y otorgar un aumento de tarifas a la empresas, en su mayoría extranjeras, que controlan los servicios públicos.

También se le pide al país que contemple alguna manera de incluir en el canje de la deuda en mora a los bonistas rebeldes, que se quedaron con papeles sin valor de mercado pero con una cotización nominal de 20 mil millones de dólares.

Las líneas de asistencia fueron suspendidas como presión para que el país avanzara en la normalización de la deuda declarada en "default" en 2001.

"Como lo subrayó el director gerente del FMI, Rodrigo Rato, el 29 de junio, la política del fondo requiere consultas previas con el directorio en este tipo de negociaciones de programas, porque cualquier acuerdo nuevo implicará un acceso excepcional a los recursos financieros del FMI", había anticipado la semana pasada el vocero de la entidad.

Otra demanda del FMI será que deje flotar libremente el peso, pero el gobierno logró reanimar la economía con una tasa de cambio de tres pesos por dólar.

Después de la devaluación de 2002 se consolidó un superavit fiscal récord, además de conseguir fuertes índices de crecimiento de 8.7 por ciento en 2003 y 9 por ciento en 2004.

Antes de iniciar las conversaciones, Argentina pagó el viernes pasado un vencimiento de 140 millones de dólares y redujo a 11 mil 700 millones de dólares su deuda global con la entidad financiera.

El FMI también está dispuesto a pedirle a Argentina que adopte medidas contra la inflación, cuya tasa anual alcanzó 6.1 por ciento hasta junio, en tanto analistas privados estiman que podría ser superado el límite de 10.5 por ciento fijado para todo el año.

Las condiciones políticas para iniciar el diálogo no son las mejores, debido a que el presidente Néstor Kirchner convirtió su prédica contra el FMI en uno de los caballitos de batalla de la campaña para las elecciones parlamentarias de octubre.

Uno de sus funcionarios económicos, el director nacional de Política Macroeconómica, José Luis Maia, dijo que "con el FMI no es cuestión de arreglar, sino de cómo arreglar, pues no sirve comprometerse a cualquier cosa que uno no está dispuesto a hacer".

El gobierno ha rechazado de plano todas las exigencias informales del FMI, con el argumento de que las recetas de la entidad sólo intentan beneficiar a determinados sectores, sin contemplar la grave situación social ni la necesidad de crecimiento.

 
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