Propone una renovación tajante y una verdadera purificación de la vida pública

Gobierno de trascendencia histórica, inspirado en Juárez, plantea AMLO

''Transformar a México no puede hacerse con improvisados, ambiciosos, mediocres o ladrones''

CIRO PEREZ Y ENRIQUE MENDEZ

Al presentar los 50 compromisos que sustentan el Proyecto Alternativo de Nación -entre los que destacan el cumplimento de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, una solución definitiva al Fobaproa y ''otros hoyos financieros''-, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, dijo que se propone encabezar desde la Presidencia de la República ''un gobierno de trascendencia histórica'', desde el cual se emprenderá ''una renovación tajante, una verdadera purificación de la vida pública''.

En el teatro Metropólitan, que se llenó con representantes de las redes ciudadanas, López Obrador enfatizó que esta tarea no es de un solo hombre y convocó a trabajar en la integración de un amplio equipo, ''sin importar su filiación partidista, hombres y mujeres comprometidos con la justicia y la defensa de los intereses nacionales''.

En este punto, el mandatario capitalino reiteró que se necesita un equipo como el que acompañó al presidente Benito Juárez para consumar, en condiciones de suma adversidad, la segunda Independencia, restaurar la República y, al mismo tiempo, establecer las bases del nuevo Estado nacional.

''Debemos recoger esa experiencia histórica. Ahí está nuestra referencia. El gran reto que significa transformar al México de hoy no puede enfrentarse con gente improvisada, con ambiciosos vulgares ni con funcionarios mediocres o ladrones. En lo personal, hasta donde las fuerzas me alcancen, seguiré haciendo de mi vida una línea recta'', dijo.

Gira nacional

Anunció que el 11 de agosto emprendería una gira nacional para fortalecer la organización de las redes ciudadanas, que serán la base fundamental de su campaña porque, explicó, ésta no se limitará a la publicidad o a la mercadotecnia, pues no se trata de colocar un producto en el mercado, sino de postular y transmitir ideas para la transformación del país.

''Las campañas que se sustentan únicamente en la publicidad -agregó- requieren mucho dinero y nosotros no tenemos. Tampoco estamos dispuestos a conseguirlo a cambio de subordinar principios y decisiones futuras a grupos de intereses creados. Si ganamos la Presidencia de la República queremos actuar como siempre: con absoluta libertad y poniendo por delante el interés general.''

López Obrador no sólo agradeció, al iniciar, el respaldo social para evitar que con su desafuero se le excluyera de la contienda electoral en 2006, sino llamó a los ciudadanos a que, como en esa etapa, elaboren volantes y los distribuyan, hagan sus propias cartulinas, mantas y banderas, y las coloquen en sus casas, autos y en sus centros de trabajo. ''La transformación del país sólo será posible si somos capaces de convencer, conmover, organizar y movilizar al pueblo.''

Informó que en cada estado habrá un comité que coordinará las redes ciudadanas por entidad, y anunció que en el caso del Distrito Federal dicho comité está integrado por Isaac Masri, René Drucker, Jesusa Rodríguez, Teresa Juárez viuda de Castillo y Elena Poniatowska.

Peña Nieto gastó más que Bush

En su intervención, Poniatowska se refirió a los excesos en los gastos de campaña de los precandidatos y afirmó que en los espots de televisión ''no hay debate ni proyecto de país, sólo dinero. Sólo el signo de pesos de cada palabra lanzada desde la pantalla. Hoy por hoy nos bombardean con los mensajes de los que primero fueron suspirantes y ahora son precandidatos. Un dato brutal: la televisión mexicana recibe 5.7 millones de pesos diarios de publicidad política, cantidad mayor que el presupuesto anual del Instituto de Cancerología, que es de 459 millones de pesos y atiende, en medio de espantosas carencias, a mil pacientes diarios''.

Las campañas que padecen los mexicanos, dijo la escritora, además de ser las más largas de la historia política de México, y quizá del mundo, le cuestan tanto al país que, por ejemplo, el ex candidato priísta al gobierno mexiquense, Enrique Peña Nieto, gastó más que George W. Bush en su relección como presidente de Estados Unidos.

Por su parte, López Obrador dijo que el Proyecto Alternativo de Nación que postula propone abatir la pobreza y propiciar el bienestar de todos los mexicanos; contempla el crecimiento económico y la generación de empleo; plantea fortalecer las tradiciones culturales, garantizar la seguridad pública, consolidar las instituciones y mantener relaciones de respeto con todos los pueblos y gobiernos del mundo.

Aunque buena parte de los compromisos requerirán modificaciones legales y, por ende, de acuerdos con el Congreso, el mandatario capitalino sostuvo que son acordes con los intereses populares. ''No son falsas promesas'', afirmó.

En el ámbito social resaltan los siguientes compromisos: pagar la deuda histórica con las comunidades indígenas; reconocer los derechos de los pueblos indígenas y cumplir los acuerdos de San Andrés Larráinzar; establecer en todo el país la pensión alimentaria para mayores de 70 años; impulsar un ambicioso programa de educación superior, fundando 30 universidades públicas; otorgar certidumbre a los fondos de pensiones de los trabajadores, y suprimir las pensiones millonarias de los ex presidentes de México.

Anticipó que se buscará un acuerdo con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá para evitar que se aplique en 2008, como se establece en el Tratado de Libre Comercio, la libre importación de maíz y frijol, de cuyos cultivos dependen alrededor de 3 millones de familias campesinas, y señaló que en la agenda con el gobierno estadunidense el tema principal será la migración y los derechos humanos y laborales de los mexicanos que por necesidad cruzan la frontera norte.

Ofreció modernizar el sector energético, pero sin privatizar la industria eléctrica ni el petróleo, así como eliminar la dependencia de combustibles del exterior. También ''fortaleceremos la economía familiar'', dijo, y planteó el otorgamiento de créditos para autoempleo y otras actividades productivas. Afirmó que resolverá ''en definitiva'' el rescate bancario a través del Fobaproa ''y otros hoyos negros, como los Pidiregas, el rescate carretero y los créditos de la llamada banca de desarrollo. Una vez aclarada y transparentada la deuda, se buscarán los términos más adecuados para reducir su costo financiero y liberar recursos para el desarrollo económico y social del país''.

Se comprometió también a garantizar la tranquilidad y la seguridad pública con ''una solución de fondo, que es la más eficaz y probablemente la menos cara, que pasa por combatir el desempleo, la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y la ausencia de alternativas. Pero no basta con impulsar el desarrollo social. Hay que desterrar la corrupción en los cuerpos policiacos, trabajar coordinadamente en todos los niveles de gobierno y actuar con inteligencia, profesionalismo, firmeza y perseverancia''.

Planteó el fortalecimiento de las fuerzas armadas como institución fundamental para garantizar la integridad del territorio y la defensa de la soberanía, y llamó a no utilizar al Ejército ''para resolver conflictos de origen social: nunca más una masacre para reprimir demandas de libertad y de justicia'', expresó.

López Obrador insistió en su modelo de austeridad en el gobierno federal, que pasa por la reducción a la mitad del sueldo del Presidente de la República, y dijo que, sin afectar a los trabajadores de base o sindicalizados, sino con el ajuste de las estructuras de mando, se terminará con el derroche y los privilegios de la elite burocrática y se logrará con ello, a partir del primer año, ahorros por 100 mil millones de pesos.

Sostuvo que en su eventual mandato actuará como jefe de Estado, ''no como jefe de partido, de facción o de grupo'', ni utilizará a las instituciones de manera facciosa ni para ayudar a sus amigos ni para destruir a sus adversarios. Planteó una reforma legal para someter al jefe del Ejecutivo a la revocación del mandato al cumplirse los primeros tres años del sexenio. ''El pueblo es soberano: así como otorga un mandato, puede retirarlo. El pueblo pone y el pueblo quita'', dijo.