Usted está aquí: domingo 17 de julio de 2005 Sociedad y Justicia Ya es insuficiente el presupuesto federal para mantener al INC

Tiene 35 mil pacientes activos; cada año ingresan 5 mil

Ya es insuficiente el presupuesto federal para mantener al INC

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen Imagen tomada durante un recorrido por el Instituto Nacional de Cardiolog�FOTO Carlos Ramos Mamahua Foto: Carlos Ramos Mamahua

Una vez que se tapa alguna de las arterias del corazón sólo hay un lapso de seis de horas, como máximo, para que la persona afectada reciba atención médica de especialidad y logre salvar su vida. Pero si está lejos del hospital o llega a uno saturado, o peor aún, se encuentra en una ciudad donde no existe el servicio de cardiología, lo más probable es que no lo logre y quede con secuelas irreversibles o pierda la vida.

Aunque no existen cifras exactas, doctores y asociaciones médicas calculan que al menos la mitad de quienes sufren afecciones isquémicas del corazón fallece antes de llegar a algún hospital.

Este tipo de padecimientos representan la segunda causa de mortalidad en el país. Según la información oficial más reciente de la Secretaría de Salud, en 2003 perdieron la vida 50 mil 757 personas por algún mal cardiaco. Es un problema que va en constante aumento por la alta incidencia de hipertensión arterial, obesidad y diabetes, entre otros, alertó Sergio Trevethan, jefe de consulta externa del Instituto Nacional de Cardiología (INC).

La solución de largo plazo, dijo, está en el cambio de los hábitos alimentarios, reducir la obesidad, eliminar el tabaquismo y promover el ejercicio físico. Por lo pronto, los hospitales seguirán saturados con personas infartadas, y las que tengan mejor suerte podrán acceder a una atención médica con equipos de alta tecnología -cateterismo, stends, angioplastía- desarrollada apenas en la década pasada.

Con esos instrumentos, a veces ya sin abrir el tórax, "los traemos de regreso a la vida", explicó Trevethan. Una herramienta básica en esta rama de la medicina es el electrocardiograma, técnica desarrollada a principios del siglo XX, para determinar el nivel de daño del corazón.

Hace algunos años surgió la resonancia magnética nuclear, por medio de la cual se hacen visibles los órganos internos y arterias para el diagnóstico de diversas enfermedades cardiacas. Con este método es posible determinar qué parte del músculo está dañado y el método más adecuado para mejorar su funcionamiento, indicó el especialista.

El INC, que lleva el nombre de su fundador, el maestro Ignacio Chávez, fue creado en 1944, y es hoy uno de los centros de referencia más importantes del país. Dotado de una infraestructura similar a la de hospitales del primer mundo, y con tecnología de punta para la solución de los problemas más complejos, padece, igual que el resto de las instituciones públicas de salud, de saturación de sus servicios y limitaciones presupuestales.

"Aquí no rechazamos a nadie", pero ya es hora, señaló Trevethan, de que alguien "nos diga cómo le hacemos cuando ya no hay camas disponibles y nos toca la puerta un paciente con infarto que dispone de unas cuantas horas antes de morir o sufrir un daño irreversible".

Por primera vez, el país cuenta con información confiable sobre el impacto de algunas enfermedades que condicionan las afecciones cardiacas. Durante la aplicación de la Encuesta Nacional de Salud en el año 2000, se tomó la presión arterial a 30 mil personas. "Los resultados fueron aterradores", dijo Trevethan: un tercio de los mexicanos (alrededor de 20 millones) padece hipertensión arterial, de los cuales sólo 16 por ciento toma medicamentos, y de éstos un porcentaje menor tiene un buen control del padecimiento, el cual es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de males cardiacos.

Desde su nacimiento, el INC ha atendido a 290 mil pacientes, de los cuales 35 mil están activos. Cada año ingresan 5 mil nuevos enfermos y cada semana se proporcionan alrededor de 300 consultas de urgencia. Normalmente, la unidad coronaria, donde llegan los infartados, está llena, pero "tampoco tiene caso pedir más camas, porque no hay más médicos", apuntó el jefe de consulta externa.

Explicó, durante un recorrido por las instalaciones del hospital, que el presupuesto del gobierno federal no alcanza para cubrir las necesidades de la institución, principalmente porque la demanda de atención aumenta en forma constante "y el tamaño del pan es el mismo". Los donativos de fundaciones privadas y empresarios es lo que ha permitido al INC mantenerse como un centro de excelencia, apuntó.

Sin embargo, la sobrecarga de trabajo limita la calidad del servicio e impide aplicar el ideario de Ignacio Chávez, quien decía: "el médico casi nunca cura. La mayoría de las veces mejora, pero algo que es su obligación es que siempre debe consolar".

 
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