Usted está aquí: domingo 17 de julio de 2005 Política Arriba a Isla Mujeres casino flotante de bandera panameña

Ilegal, cualquier actividad de este tipo: Ley de Navegación

Arriba a Isla Mujeres casino flotante de bandera panameña

JUAN JOSE MORALES ESPECIAL PARA LA JORNADA

Al igual que en los periodos de gobierno de Mario Villanueva y Joaquín Hendricks, en Quintana Roo se intentará establecer casas de juego por una puerta falsa: los casinos flotantes. Hace unos días, de manera inesperada, apareció en Isla Mujeres el buque Island Casino, atiborrado de máquinas de apuestas, ruletas, mesas de naipes y elementos similares.

La embarcación, de bandera panameña, llegó de Estados Unidos para recibir mantenimiento. Pero en Isla Mujeres no hay servicios navales, salvo un modesto varadero para pequeños barcos pesqueros, por lo que el representante tuvo que reconocer que la intención era ofrecer servicios de casino flotante en la entidad.

El primer intento para abrir casinos de este tipo fue en 1994, con la llegada del buque Europa Jet, del griego Ricardo Nicolopoulos. Según sus planes, zarparía cada noche de Puerto Morelos y navegaría 12 millas náuticas hasta alcanzar aguas internacionales. Ahí -al parecer fuera de la jurisdicción mexicana- se abrirían las mesas de juego. En su primer viaje encalló y después de permanecer muchos meses anclado en el muelle, abandonó el país, dejando deudas por salarios no pagados a la tripulación.

En 1998, en tiempos de Villanueva, el secretario de Turismo local, Gustavo Ortega Joaquín -hoy presidente municipal panista de Cozumel-, anunció la llegada de otro casino flotante, del que no especificó el nombre. El proyecto tampoco fructificó.

El tercer intento se presentó poco antes de que Hendricks concluyera su periodo: el buque Midnight Gambler era propiedad de Isaac Hamui, concesionario del muelle de cruceros de Majahual y del Centro de Convenciones de Cancún. Tampoco llegó a funcionar y desapareció varios meses después, aunque realizó algunas travesías para adiestrar a los tripulantes.

En estos casos se partió del supuesto de que para eludir las leyes mexicanas sobre juegos de azar bastaba con que operara desde aguas internacionales.

Sin embargo, la Ley de Navegación estipula en el artículo 32 que una embarcación que zarpa de un puerto mexicano y retorna al mismo o se dirige a otro punto del país realiza navegación de cabotaje.

Para fines legales, toda embarcación que realice esta modalidad de navegación es considerada mexicana, inclusive si ondea una bandera de otra nación.

El artículo 34 establece que la "operación y explotación de embarcaciones en navegación interior y de cabotaje está reservada a navieros mexicanos", y sólo en caso de no existir estas embarcaciones disponibles o por interés público, "la Secretaría (de Comunicaciones y Transportes) podrá otorgar permisos temporales a embarcaciones extranjeras".

La ley demuestra que no es suficiente que un barco casino navegue 12 millas mar adentro para operar sin que incurra en violaciones a las leyes mexicanas.

Hasta el momento, las secretarías de Marina, Gobernación y Comunicaciones y Transportes no han informado sobre la llegada a aguas nacionales del buque Island Casino, y menos aún si han extendido permisos para que ofrezca sus servicios de apuestas.

 
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