Se pliega el Congreso de EU al idioma español
Muchos legisladores lo usan en sus discursos ante el creciente peso electoral de latinos
Washington, 14 de julio. El español gana terreno en el Congreso de Estados Unidos con legisladores que se atreven a hablarlo en el Senado y otros que lo aprenden, organizan ruedas de prensa bilingües y suman latinos a sus equipos de comunicación para cortejar a la minoría más importante del país.
"Creo que pronto nadie va a hablar inglés en el Congreso", bromeó Michael Shifter, del organismo de análisis Diálogo Interamericano, convencido de que "la tendencia a hablar español va a aumentar en los próximos años".
"Muchos políticos aprenden español. Es un fenómeno que refleja la realidad demográfica, cultural y política del país", explicó el experto al referirse al creciente peso político de latinos, que los convirtió en codiciado objetivo electoral en los últimos años.
La tendencia a comunicarse en este idioma "se inició hace cinco o seis años, a raíz del creciente número de latinos y de medios en español", explicó Fabiola Rodríguez, quien se encarga de la publicidad del líder de la minoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
A medida que la colectividad hispanohablante crecía y los diarios en español triplicaban su circulación desde 1990, "los políticos se dieron cuenta de que había un vacío, que había que dar información en esa lengua preferida por muchos hispanos", subrayó Rodríguez.
En el Partido Republicano, Alejandro Burgos decidió, hace poco más de un año, emitir sus comunicados públicos también en español, y se declaró totalmente convencido de que "el futuro de nuestro partido depende en gran parte de nuestra habilidad para atraer a hispanos".
Tras el éxito del presidente George W. Bush en las últimas elecciones, en las que obtuvo entre 35 y 45 por ciento del voto hispano, Burgos no disimuló su intención de ir por más.
"Tenemos la meta de aumentar la audiencia que recibe nuestro mensaje republicano con el propósito de ganar apoyo" entre los hispanos, anunció.
El español cobró tanta importancia que políticos como el líder de la mayoría republicana del Senado, Bill Frist, con aspiraciones presidenciales, tomó la iniciativa de aprenderlo y, con su inconfundible acento texano, se atrevió a grabar en dicho idioma un mensaje sobre el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica.
Además de Frist, numerosos congresistas, como los demócratas Hillary Clinton y John Kerry, contrataron latinos para su equipo de relaciones con la prensa y contribuyeron a la multiplicación de comunicados en español y conferencias de prensa bilingües en el recinto del Congreso.
Esa lengua no sólo se extendió por pasillos y salas del Congreso, sino que llegó al pleno del Senado, donde los dos representantes hispanos hablaron en español.
El republicano de Florida Mel Martínez salió en febrero en defensa de la candidatura de Alberto Gonzales a la cartera de Justicia, con un discurso ofrecido en parte en español.
Hace dos semanas, el demócrata de Colorado Ken Salazar también citó en español al asesinado arzobispo salvadoreño Oscar Romero para justificar su oposición al Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos.
"Me gusta hablar español", explicó el senador, quien dijo sentirse "orgulloso" del idioma de sus antepasados, que fundaron en 1588 la ciudad de Santa Fe, en Nuevo México.
Salazar negó haber recibido críticas como su colega Martínez, cuya intervención en español fue cuestionada, por ejemplo, por lectores del Miami Herald. "Hasta este momento no me han dicho que me calle la boca", aseguró.
"No me lo pueden decir por lo menos por cinco años y medio", hasta las próximas elecciones. Por consiguiente, "puedo hablar todo lo que quiera y en el idioma que quiera", sostuvo.