No se preparan artistas, sino atletas, expresa Klaus Stoll a La Jornada

El ''exacerbado virtuosismo'', gran escollo para la música de concierto

Puede sobrevenir una época de oscurantismo en el arte sonoro, advierte el primer contrabajista de la Filarmónica de Berlín

Participará en el encuentro Intrumenta Verano, en Oaxaca

ANGEL VARGAS

La búsqueda empecinada del virtuosismo se ha convertido en el principal enemigo de la música de concierto hoy día, sostiene el primer contrabajista de la Filarmónica de Berlín, Klaus Stoll, quien, con 40 años de trabajo, es el integrante con mayor antigüedad en esa agrupación.

''Los valores de la música se han corrompido hoy en las escuelas y los conservatorios de casi todas partes del mundo. La educación está centrada no en hacer artistas, sino en preparar atletas", explica.

''Se privilegia la fuerza y la rapidez, dejando de lado la musicalidad, y con ello el factor de las emociones y los sentimientos. Impera una ideología muy estadunidense de la competencia y a ello se debe tal afán de buscar crear sólo virtuosos. No se entiende que ser virtuoso no necesariamente significa ser buen músico. Vivimos en una especie de circo musical."

Prejuicios en Europa sobre AL

De visita en México para participar por tercer año consecutivo como titular del área de contrabajo del encuentro de educación musical Instrumenta Verano Oaxaca, que se realizará del 25 de julio al 6 de agosto, Stoll subraya que la enseñanza centrada en los aspectos técnicos está provocando una cerrazón en la mentalidad del músico y en el desarrollo de esta disciplina, lo cual podría derivar en una época de oscurantismo y retroceso del arte sonoro.

''Desafortunadamente entre muchos músicos comienza a prevalecer una visión cerrada en relación con lo que es la música. Esa búsqueda de lo atlético ha limitado sus horizontes en vez de expandirlos. Parecen no advertir que el mundo de hoy es de apertura y que la música, como el resto de las artes y disciplinas humanas, siempre ofrece más opciones y está en constante desarrollo", agrega.

''No existe algo más empobrecedor que vivir casado con un solo horizonte y una sola idea. Como artistas, nuestra obligación es abrirnos a las diferentes tradiciones y escuelas, para a partir de ahí construir una personalidad propia.

''¿De qué sirve tener la fortaleza de un boxeador o la resistencia de un maratonista si no podemos sentir ni entender lo que hacemos y por qué lo hacemos?

Acompañado por su esposa, la contrabajista mexicana Ofelia Calva, Klaus Stoll enfatiza en entrevista con La Jornada que esos son algunos de los puntos en los que se enfocará durante su trabajo con los estudiantes de Instrumenta Verano, que se desarrollará por primera vez en la ciudad de Oaxaca, luego de que las dos versiones anteriores se realizaron en la capital poblana.

''Uno de nuestros objetivos de regresar (a este proyecto de educación musical) es compartir la actualidad del mundo musical. Los instrumentistas mexicanos no tienen porqué decir que viven aislados. No hay razón ni pretexto para ello. Tiene derecho a exigir que se les enseñen nuevos horizontes e ideas."

En Europa, señala, permanecen aún varios prejuicios sobre América Latina en relación con la enseñanza musical y los aspectos técnicos.

''Se cree que se vive en un profundo atraso, y no es así. Esta es una región, en específico el caso de México, en la que existe talento de sobra. Sin embargo, uno de los principales problemas, además de las crisis económicas, es que los conservatorios y las escuelas están un tanto atrasados en sus planes de estudio y es muy limitado lo que pueden ofrecer."

Ante ello, agrega, los estudiantes con capacidad económica deben emigrar hacia otros países, principalmente Estados Unidos y Europa, porque de otra manera no podrían estar en contacto con otras opciones y lo más actual.

Ese es el caso, dice, de nueve músicos nacionales que trabajaron recientemente en la escuela de contrabajistas de la Filarmónica de Berlín, proyecto que impulsó el fallecido director de orquesta Jorge Velasco, ''que ha dado grandes frutos al demostrar la gran capacidad de los instrumentistas mexicanos".

Por privilegiar las emociones

''Debemos tener claro -prosigue Stoll- que el mundo de la interpretación ha cambiado en los pasados 50 años. Digamos que los instrumentistas de hoy somos más inteligentes en relación con la forma de hacer y sentir nuestro trabajo. Esto no es otra cosa sino gracias a que hoy poseemos mayor información, debida a grandes investigadores como Nicholas Harnoncourt. Todavía no llegamos al final, la música aún tiene mucho por ofrecer y experimentar."

Klaus Stoll y Ofelia Calva señalan que otro aspecto de su quehacer en Instrumenta será ''situar en la realidad" a los estudiantes mexicanos. Es decir, que ''lo importante del hecho musical está en las emociones y la musicalidad, y no esa exacerbación del virtuosismo".

Rubrican: ''En esta época se menosprecia el trabajo de orquesta, como si fuera de tercera, y todos se sienten y buscan ser solistas. No es que sea malo buscar ser solista, pero todo músico debe estar preparado para enfrentar cualquier situación y abordar todo formato".

Al respecto, los contrabajistas trabajarán en ese campamento de verano musical con el repertorio que se solicita para ingresar en las orquestas y academias de música europeas.