Concluye en un libro que la Iglesia los encubre
Despiden a catedrática católica que examinó casos de curas pederastas
Río de Janeiro, 4 de julio. Una catedrática católica, autora de un libro en el que analiza 21 casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra mujeres y niñas, fue cesada como profesora de un instituto de teología en Sao Paulo, Brasil, bajo el argumento de "diferencias insuperables".
La profesora Regina Soares Jurckewick, con doctorado en ciencia y religión y autora del libro Develando la política del silencio: abuso sexual de mujeres por curas en Brasil, fue despedida el pasado jueves del Instituto de Teología de Santo André (ITSA) de Sao Paulo, dos días después de la publicación de su libro.
La obra analiza el comportamiento de la Iglesia católica frente a acusaciones de abuso sexual contra mujeres, específicamente sobre 21 casos denunciados entre 1994 y 2002, y concluye que los delitos son encubiertos por autoridades eclesiásticas bajo el criterio de que los sacerdotes son hombres santos, con más "jerarquía" que sus víctimas.
"Cuando un padre se dice arrepentido, el caso acaba siendo tratado como pecado y no como delito", según Soares, también encargada del área social de la organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
Soares menciona que las víctimas por lo general son culpadas por los superiores del sacerdote o por la comunidad, que les atribuyen conductas "de seducción". También afirma que otras veces las denuncias no son tomadas en serio.
"En resumen, podemos decir que las mujeres sufren dos abusos: el físico y la estigmatización que sigue a la denuncia", aseveró la autora al diario O Estado de Sao Paulo.
Los responsables del ITSA argumentaron una "diferencia insuperable" con el pensamiento de Soares, que provocó además la reacción de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB).
"Nosotros, los sacerdotes, somos seres humanos, susceptibles de errores como cualquier otro", expresó el religioso José Pietrobom Rotta, presidente de la comisión nacional de presbíteros de la CNBB, al rotativo.
La Iglesia procura actuar con misericordia ante las denuncias, agregó. "No se puede retirar a la persona (el sacerdote) y apresurarse a condenarla. Tratamos de ayudar y dar tratamiento cuando es necesario", resaltó.