El escritor demanda una literatura que vaya por encima de los gustos predominantes
Leonardo da Jandra: faltan líderes intelectuales, empresariales y políticos
Ampliar la imagen La trilog�novel�ica Entrecruzamientos, de Leonardo da Jandra, ha sido reditada en un solo volumen. En la imagen, el autor en la Bodeguita del Medio con un tomo de su obra FOTO Francisco Olvera Foto: Francisco Olvera
Los actuales son "tiempos de penuria" en los que hacen faltan líderes intelectuales, empresariales y políticos, dijo el escritor Leonardo da Jandra, quien ha dejado de mirar el mar de Huatulco por unos días para encabezar en la urbe el relanzamiento, dos décadas despúes, de su trilogía novelística Entrecruzamientos.
Ante esas carencias, continuó el escritor chiapaneco, se hace aún más necesaria una literatura que "ayude a vivir mejor" y a encontrarse. "Para mí -compartió- la literatura es el dejar una huella de lo que he ido buscando: yo experimento con mi vida, y la obra es simplemente un diario de mi experimentación vital.
"Lo que necesitamos ahora no son nada más nuevas formas de escritura, sino nuevas formas de vivencia, nuevos senderos. Hay que arriesgar, y casi nadie quiere hacerlo. Y los que se arriesgan, que sería una de las literaturas más en boga, lo hacen en el exceso destructivo: meterse droga o convertirse en un vampiro de tiempo completo. Son cosas que considero reiterativas."
Se requiere, aseveró, una literatura que se asuma como plena y vaya por encima de los gustos predominantes. "Debe arriesgarse incluso a ser rechazada, como pudo haber sido Entrecruzamientos, y buscar romper los diques que han establecido el aparato académico y la crítica fosilizada".
Este autor de libros de lectores constantes, como el que ahora de redita o como Huatulqueños (1991), o de obras que decantan sus búsquedas literarias, filosóficas y vitales, como La hispanidad, fiesta y rito, publicado el año pasado, ofreció el miércoles pasado una conferencia de prensa.
Acompañado por el escritor Guillermo Fadanelli y el editor Guillermo Quijas, Leonardo da Jandra (1951) presentó este sábado su Entrecruzamientos I, II y III. El acto se realizará en el Museo Nacional de Culturas Populares.
Humanizar a la naturaleza
Publicada en diversos años de la década de 1980 por Joaquín Mortiz-Planeta y hoy reditada por la firma independiente Almadía y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, esta trilogía aparece ahora en un solo tomo de más de mil páginas.
El cuidado editorial de Entrecruzamientos estuvo a cargo de Ave Barrera y el prefacio es de Martín Solares, quien escribe:
"En un siglo que produjo pocos personajes memorables, esta novela puede jactarse de poseer tres: el celta don Ramón, la pintora Raga, decididamente solar, y el inconforme Eugenio. A todos los anima la invención de un lenguaje capaz de expresar lo mismo las ganas de vivir que la angustia existencial, el sentido del humor y la sensualidad de la carne."
Sobre esta nueva edición, Leonardo da Jandra comentó: "Suprimí y corté; no censuré, sino que podé: muchísimos adverbios, adjetivos que en aquel momento obedecían a una crítica". Recordó además que esa novela es un homenaje a Cervantes, pues el protagonista es un joven que, como don Quijote, "se indigesta de libros y comienza a buscar su utopía".
Acompañado de mojitos de la Bodeguita del Medio y de mezcal oaxaqueño, el escritor fue generoso en respuestas y reflexiones durante más de una hora. Por ejemplo, ayudó a ubicar su trabajo literario.
"Me sorprende ahora que la crítica está en un proceso de agotamiento debido a las escuelas de construccionistas, quienes separan al sujeto de su obra", dijo, y recordó que en universidades de Estados Unidos han definido su trabajo como "ecocriticismo", es decir, "una visión crítica de la naturaleza, del entorno en el que vive el individuo".
Una de las motivaciones de Entrecruzamientos, comentó, es "cómo humanizar a la naturaleza y cómo naturalizar al hombre". Ahí se puede encontrar, agregó, una de las razones que hacen vigente a esa trilogía.
"Aquí no es sólo una búsqueda literaria que se regodea en un formalismo sin contenido, sino una novela en la que la forma, el contenido, la vida y el pensamiento van unidos. Están en una constante pugna, pero es una pugna que se sucede para superarse, no para la aniquilación."
En ese sentido, Da Jandra marcó distancia de la narrativa predominante. "Es una narrativa que puede tener grandes momentos literarios, pero carece de fundamento existencia. No ayuda a vivir."
Un regreso a la filosofía
Da Jandra transita las calles defeñas con su compañera, la pintora Agar. Ambos llevan ya más de 20 años de vivir en Punta Maguey, en Huatulco. Aunque no tienen energía eléctrica, agua potable ni carreteras, desde ahí pueden ver todos los días la bahía de Cacaluta y, más allá, el océano Pacífico.
La pareja de creadores mantiene desde el año pasado un litigio con Fonatur, que busca desalojarlos para crear un "desarrollo" turístico en Punta Maguey. En un mes habrá de darse una decisión "legal", pero no albergan muchas esperanzas de que se haga "justicia".
La resistencia ciudadana contra ese proyecto, recordó Da Jandra, es porque terminaría con la rica y singular diversidad de flora y fauna de la zona, una de las pocas que aún no han sido destruidas por los proyectos turísticos predominantes. Más información sobre ese caso puede encontrarse en: www.salvemosahuatulco.org.
Después de su "intermedio con la narrativa" y ya procesados los planteamientos de diversos pensadores -entre ellos Hermann Broch y Robert Musil-, que además lo ha llevado a deshacerse del pomposo vicio de recurrir a las citas textuales, Da Jandra está regresando a la filosofía.
La intención, dijo, es seguir explorando, más allá del imperio de la razón, los muy amplios terrenos de la "supraconciencia". Otro objetivo es, explicó, "tratar de buscar una potenciación de mi ser en la verdad, la belleza y la bondad. Esas son las tres determinaciones que rigen ahora mi existencia".