Usted está aquí: sábado 2 de julio de 2005 Política Utilizan el voto postal como paliativo: ONG

Subrayan lagunas

Utilizan el voto postal como paliativo: ONG

LAURA POY SOLANO

Con la aprobación en el Congreso de la Unión del llamado voto postal, que permite a los mexicanos residentes en el exterior sufragar en las elecciones presidenciales de 2006, no se garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos y civiles de miles de connacionales que cada año se ven obligados a migrar por la falta de oportunidades laborales en México, afirmaron defensores de las garantías básicas, quienes destacaron que no se puede utilizar "un pequeño avance como paliativo de graves violaciones a los derechos humanos de los migrantes".

La reforma al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales si bien representa la construcción de un primer "eslabón" que permitirá consolidar los derechos políticos y civiles de todos los mexicanos, no ofrece certidumbre sobre la transparencia de una elección democrática del próximo presidente de la República, pues la mayoría de los temas prioritarios "aún no están definidos ni se ha establecido cuáles serán las responsabilidades del Estado para garantizar que el voto postal cumpla con todas las garantías de confidencialidad y elección informada".

Fabián Sánchez Matus, director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), indicó que a pesar de ser un paso "importante" en la defensa de los derechos políticos de los ciudadanos, "se requiere un mayor esfuerzo que permita asegurar que los mexicanos residentes en el extranjero gocen de los mismos derechos que sus connacionales, pues en este momento difícilmente podrán ejercer su derecho como candidatos a puestos de elección o la posibilidad de participar activamente en las campañas políticas para que sus demandas sean consideradas".

Agregó que los partidos políticos deben asumir su responsabilidad en la construcción de estrategias efectivas que permitan una participación más equitativa, informada y transparente, en la que el llamado voto postal "tenga legitimidad, al garantizar que no se caerá en viejas prácticas antidemocráticas como la compra de sufragios o la manipulación de los resultados electorales".

En entrevista por separado, Edgar Cortez, secretario ejecutivo de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todos, afirmó que el voto postal no generaliza el acceso de todos los connacionales en el extranjero al ejercicio de sus derechos políticos, pues de los mexicanos residentes en otros países, de los cuales 98 por ciento radica en Estados Unidos, sólo participarán quienes cuenten con credencial de elector, cifra estimada en 4 millones de personas.

Los principales retos, indicó, son tanto la construcción de nuevas estrategias que permitan una inclusión equitativa como el fortalecimiento de una cultura política más allá de la emisión del voto, al fomentar el análisis de los proyectos políticos y la participación en la elaboración de una nueva agenda nacional que atienda los problemas más urgentes y vincule a amabas comunidades más allá de la frontera.

 
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