Usted está aquí: viernes 1 de julio de 2005 Mundo Villaraigosa se convierte hoy en el primer alcalde latino de Los Angeles desde 1872

El político izquierdista llega al cargo gracias al triunfo en las urnas de una coalición

Villaraigosa se convierte hoy en el primer alcalde latino de Los Angeles desde 1872

El gobernante evita nutrir presunciones de que promueve los intereses de México

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Antonio Villaraigosa, el pasado 20 de mayo, antes de un juego entre los Dodgers de Los Angeles y los Serafines de Anaheim FOTO Reuters Foto: Reuters

Nueva York, 30 de junio. Antonio Villaraigosa se convertirá este viernes primero de julio en el primer alcalde latino de Los Angeles desde 1872, pero lo verdaderamente histórico para algunos es que esto marca la máxima manifestación por ahora del surgimiento de un nuevo poder político en este país, el de los "latinoamericanos en Estados Unidos". No obstante, también se trata de un fenómeno histórico muy estadunidense: la incorporación de un sector minoritario con raíces inmigrantes al establishment político de esta nación.

O sea, se podría tratar de la mayor expresión de la latino-nación de la política en Estados Unidos, o también del agringamiento pleno de los latinos.

Según Antonio González, presidente del Proyecto de Empadronamiento y Educación del Suroeste, "el triunfo de Villaraigosa en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos es una manifestación del surgimiento de los latinoamericanos en Estados Unidos". González explicó, en entrevista con La Jornada desde Los Angeles, que los latinoamericanos al sur de la frontera "necesitan ajustar su percepción de que los latinoamericanos están en América Latina y los anglos en Estados Unidos; aquí estamos hablando de los latinoamericanos de Estados Unidos". Señaló que "la diáspora latinoamericana en Estados Unidos es más grande que las poblaciones de todo país latinoamericano, con la excepción de México y Brasil".

Votos de liberales y negros, decisivos

Pero la victoria de Villaraigosa, como él siempre repite, también fue más que sólo un triunfo latino. Aunque generó una participación récord de latinos, capturando casi 86 por ciento de ellos, también logró obtener 80 por ciento del voto de los liberales en toda la ciudad. A la vez, también obtuvo el doble del sufragio negro comparado con su último intento, hace cuatro años, y del judío, lo cual, junto con su base latina, resultó en su triunfo abrumador de 17 puntos sobre el alcalde James Hahn, quien buscaba la relección.

Por tanto, Villaraigosa ha insistido en que esta elección fue resultado de un triunfo de una coalición. "Sí fue a la vez un triunfo de una política de coalición, y con ello aquí está llegando una nueva coalición al gobierno", subrayó González.

Asimismo, representa un momento clave en la incorporación de los latinos a la política estadunidense, y no necesariamente implica que América Latina ha llegado a ocupar una ciudad estadunidense.

Villaraigosa, al triunfar en la elección del 17 de mayo pasado, "se convirtió instantáneamente en la figura política latina de mayor perfil en Estados Unidos", afirmó. González, quien encabeza la principal organización de promoción del voto latino, la cual es responsable en parte de esta fecha histórica, considera que este triunfo ya ofrece una nueva fase de la política nacional estadunidense, en particular para el Partido Demócrata, donde Villaraigosa ahora es "la nueva estrella", y también tiene implicaciones potencialmente positivas para la relación bilateral con México.

Como prueba de esto, la toma de posesión de Villaraigosa y la celebración oficial de su inauguración de gobierno será presenciada por una amplia gama de políticos locales, estatales y nacionales así como de figuras políticas mexicanas. El ex vicepresidente y ex candidato presidencial Al Gore ha dicho que acudirá a los festejos. Además del gobernador Arnold Schwarzennegger, de California, y los cuatro ex gobernadores de ese estado, líderes legislativos estatales y políticos municipales, el evento también será atendido por los alcaldes de Nueva York, Washington, San Francisco y Atlanta y candidatos políticos. También estarán presentes el embajador de México, Carlos de Icaza, un representante del jefe del Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, y los gobernadores mexicanos Lázaro Cárdenas Batel, de Michoacán; Francisco Ramírez Acuña, de Jalisco, y Eugenio Elorduy Walther, de Baja California. También espera asistir el alcalde de San Salvador.

La atención nacional e internacional sobre esta elección local se debe también a que Los Angeles no sólo es la segunda ciudad más grande de este país, sino que también es una ciudad "globalizada". Es la tercera ciudad más grande de mexicanos en el mundo, es la de mayor población latina en Estados Unidos, pero también con grandes concentraciones de inmigrantes asiáticos y centroamericanos, y es puerto clave tanto para las Américas como para toda la cuenca del Pacífico.

El nuevo alcalde, desde su elección, ha mostrado su presencia nacional: fue la portada de Newsweek bajo el título "Latino Power". Ha sido entrevistado en varios medios nacionales y ha sido el orador principal en dos convenciones nacionales sólo en estas últimas semanas, y cada día se le pregunta si tiene aspiraciones para ser gobernador de California y hasta presidente de Estados Unidos. Más de 500 reporteros del todo el país y el mundo han solicitado entrevistas con él desde su elección. Mas de mil personas han solicitado tiempo para platicar con él. Los Dodgers pidieron que lanzara la primera pelota de su partido recientemente, y Pepe Aguilar le pidió que acudiera a su concierto en Los Angeles recientemente (Villaraigosa fue a ambos).

Villaraigosa "llega en un momento en el cual los políticos de todas partes de este país, y ciertamente en México también, están intentando abordar... el surgimiento de los votantes latinos", comentó el estratega político Darry Sragow a Los Angeles Times.

Cuando se le pregunta si él promueve una política latina, responde una y otra vez que "siempre he dicho que la agenda latina es la agenda estadunidense: una agenda por empleos y educación, colonias seguras y servicios de salud". Villaraigosa ha intentado maniobrar para evitar ser clasificado como sólo un político "latino" y ha reiterado constantemente que él desea ser un alcalde para y de "todos los angelinos". Subraya que su triunfo fue resultado de una "coalición", y por tanto no debería de ser considerado un "triunfo latino", sino más bien parte de la tradición histórica de Estados Unidos. Villaraigosa repite cómo él se considera un ejemplo del "sueño americano", y que su elección fue resultado de convocar a un dialogo y cooperación entre todos los sectores.

El triunfo de Villaraigosa se debió en parte a lograr evitar ser marginado como un representante de sólo un sector o ser acusado de representar sólo los intereses de un grupo étnico. Esta misma lógica política lo lleva a hacer todo para evitar ser definido como "mexicano". Hijo de una madre latina y un inmigrante mexicano, Villaraigosa nació y se crió en las calles más duras y pobres del famoso barrio de East Los Angeles. Su identidad como mexicano-estadunidense es asunto de orgullo pero también un obstáculo si permitía que fuera sólo caracterizado así y durante años buscó romper los límites y sospechas que esto imponía sobre su carrera política. Y ahora evita a toda costa nutrir sospechas de que él es representante sólo de los "suyos", o peor, que de alguna manera representa o promueve los intereses de México o los mexicanos.

Fue precisamente por esto que cuando el presidente Vicente Fox le habló para felicitarlo sobre su triunfo y le extendió una invitación a México, Villaraigosa inmediatamente le informó que su primer viaje no podría ser a ese país vecino. Todos entienden aquí que el nuevo alcalde tendrá que evitar durante un tiempo cualquier percepción de que de alguna manera él esta aliado o representa a México o a los mexicanos aquí.

Villaraigosa es muy cauteloso sobre asuntos como el debate sobre migración, siempre señalando que "las leyes tienen que ser obedecidas", aunque ha criticado ligeramente a los comentarios del gobernador de su estado y ha declarado que favorece otorgar licencias de manejo a indocumentados como un asunto de seguridad pública.

Esto no es novedoso en la historia política de este país. Las olas de migración europeas y otras hace un siglo también abrieron, a través de luchas y movimientos, el campo político en varias partes de este país. Pero el precio de admisión al "establishment político" fue finalmente aceptar las reglas básicas del juego y hacerse "estadunidense" primero, e hijo o nieto de inmigrantes segundo. Tal vez el mejor ejemplo de esto fue el gran alcalde de Nueva York entre 1934 y 1945, Fiorello LaGuardia, quien surgió de la comunidad inmigrante italiana, pero que logró llegar al poder a través de una amplia y diversa coalición electoral. Se dice que es el héroe de Villaraigosa.

Movimiento reformista

"Esto no es una revolución, es un movimiento reformista", advierte Antonio González. "Pero sí vale recordar que Villaraigosa proviene de la izquierda, es un hombre de la izquierda". Villaraigosa fue sindicalista del magisterio, activista comunitario, dirigente de la Unión Americana de Libertades Civiles en el sur de California. Inició su carrera política al ser electo a la asamblea estatal de California, y llegó a ser el presidente de lo que es la Cámara baja del Congreso estatal. Después lanzó su primera campaña para la alcaldía, y al ser derrotado logró elegirse al ayuntamiento de la ciudad.

Durante ese tiempo, su talento natural, su energía y dinamismo se fueron refinando para lograr establecerse no sólo como un político latino, sino una figura que podía lograr un nuevo tipo de política en el cambiante universo social, demográfico y político de Los Angeles.

Fue esta habilidad de dialogar y relacionarse con una amplia gama de sectores -empresarios, sindicatos, los diversos grupos étnicos y raciales- y su capacidad para proyectar un mensaje unitario y solidario ante la diversidad de esta metrópolis que se caracteriza por su fragmentación como ciudad, llena de animosidad, sin espacios comunes y menos identidad colectiva, que Villaraigosa ha logrado no sólo ganar sino ilusionar a la gente.

Ahora la prueba es gobernar.

 
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