Usted está aquí: jueves 30 de junio de 2005 Estados Las letras del Congreso aguascalentense no eran de oro, sino de latón: diputado

Sigue el misterio sobre la existencia o el paradero del vetusto elevador

Las letras del Congreso aguascalentense no eran de oro, sino de latón: diputado

Pedro Zaragoza Galván muestra las afectaciones que sufrieron al ser desmontadas

CLAUDIO BAÑUELOS CORRESPONSAL

Aguascalientes, Ags., 29 de junio. El misterio sobre el paradero de las letras de oro que estaban en las paredes del salón de sesiones del Congreso empieza a develarse. El secretario general de la 59 legislatura estatal, Pedro Zaragoza Galván, mostró a La Jornada letras que no son de oro, sino de madera cubierta con latón. "Cuando vi la información y escuché que eran de oro, dije ¡ya la hice!", comentó en son de broma. Sobre el paradero del elevador que también se extravió cuando se renovó el recinto legislativo, dijo no saber nada.

"Las letras quizás no se podrán poner en un año, pero quiero aclarar que no son ni están bañadas de oro; son de madera, forradas de una laminita muy delgada de latón; son las que se tenían ahí y se quitaron por (la Secretaría de) Obras Públicas cuando se hizo la reparación estructural; al desmontarlas algunas se destruyeron, otras se recuperaron y tenemos por ahí una caja con más de 50 por ciento de ellas", dijo.

Se le cuestionó sobre el elevador de más de 100 años de antigüedad que estuvo en las instalaciones del Congreso, a lo que respondió: "Desconozco esa parte, el proyecto del elevador lo hizo Obras Públicas".

Destacó: "cuando a mí me entregaron el edificio, el licenciado Francisco Ramírez (el secretario general de la 58 legislatura) me lo dio con el elevador que está ahí y que está funcionando, pero desconozco si lo sustituyeron por algún otro y si el anterior debieron entregarlo al Congreso, no podría afirmar si existió o no".

El proceso de remodelación que se inició en 2001 no ha concluido totalmente, y se espera que las letras que desaparecieron -o unas sustitutas- sean instaladas nuevamente antes de que concluya la Legislatura actual, el 15 de noviembre de 2007.

En tanto, el diputado perredista Abel Sánchez Garibay afirmó: "tengo que ver esas letras a ver si son como dicen que son, pero de cualquier forma se debe abrir una investigación y alguien tendrá que explicar donde están las demás letras, porque el latón no se destruye, aunque yo tengo entendido que eran de oro las que estaban".

Añadió: "de cualquier forma se está violando la ley, porque es un decreto el que nos indica que deben estar instalados los nombres de los próceres locales. ¿Y el elevador, qué pasó con el? No creo que se haya desaparecido por arte de magia, esto no se va a parar aquí". El anuncio de que las letras no eran de oro, sino de latón, ha dado pie a una serie de preguntas. ¿La legislatura pasada compró letras de oro, o sólo las pagó como si hubieran sido de ese metal?, ¿quién se encargó de que las que salieron de oro regresaran de latón?

 
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