El costo del rescate bancario se redujo de 12 a 8 por ciento del PIB, sostuvo
Auditorías al canje de pagarés IPAB, hasta 2008: Gil Díaz
No se aceptará una nueva revisión de estas operaciones, afirman banqueros
En el saneamiento financiero hubo irregularidades, pero cometidas por empleados de menor nivel, dice el secretario
Ampliar la imagen
El gobernador del Banco de M�co, Guillermo Ortiz, y el secretario de Hacienda, Francisco Gil D�, en una de las mesas redondas organizadas por Economist Conferences FOTO Guillermo Sologuren
Foto: Guillermo Sologuren
Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda, consideró que las operaciones realizadas para liquidar la deuda del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) sólo podrán ser revisadas cuando haya concluido este gobierno y se hará en el análisis de la cuenta pública de 2005. Estimó que el costo del rescate bancario asciende en este momento a 634 mil 750 millones de pesos, que equivalen a 8 por ciento del producto interno bruto. Sin embargo, no quiso precisar el tiempo en que estos pasivos serán saldados.
Por su parte, Luis Peña Kegel, director general del Grupo Financiero Banorte, afirmó que los banqueros no aceptarán una revisión más de estas operaciones. ''El Fobaproa es un tema políticamente fácil de manejar, porque cuando se habla del saqueo de la nación, es una información totalmente torcida y tergiversada que se da al público; no hubo ningún banquero, que yo haya conocido, que fuera rescatado con ese fondo''.
Fue un rescate de ''ahorradores de la banca''
Gil Díaz anunció que ya fue realizado el intercambio de los pagarés emitidos por el Fobaproa a Banamex, Bancomer, Banorte y HSBC (antes Bital) por notas garantizadas por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Con esta operación ya se cerró el capitulo del rescate bancario ''ahora lo importante es ver hacia delante'', aseguró el funcionario, quien ayer participó en un foro organizado por Economist Conferences, entidad perteneciente al grupo inglés que edita la revista The Economist.
Según Gil Díaz, ''el rescate de los ahorradores de la banca'', término con el que funcionarios y banqueros se refieren a la crisis financiera de 1994-1995, ''en su totalidad ha requerido en un principio 12 por ciento del PIB (952 mil 120 millones de pesos), que ya es ahora gracias a una variedad de circunstancias 8 por ciento del PIB (634 mil 750 millones de pesos)''.
El funcionario insistió en que el rescate bancario es un capítulo cerrado, pero comentó que las operaciones realizadas al amparo del intercambio de pagarés Fobaproa por IPAB podrán ser auditadas cuando sea revisada en el Congreso de la Unión la cuenta pública de 2005. Sólo que eso ocurrirá en 2008, cuando el gobierno que las legalizó tendrá dos años de haber terminado.
''Las operaciones del IPAB, por lo que se refiere al papel de las autoridades que toman las decisiones dentro del instituto, siguen siendo auditables y lo van a ser en el momento en que se revise la cuenta pública correspondiente al canje que se acaba de llevar a cabo'', precisó el secretario de Hacienda.
Gil Díaz reconoció que durante el proceso de saneamiento financiero ocurrieron fraudes que fueron cargados al Fobaproa, aunque según el funcionario estuvieron acotados a Banca Cremi y Banca Unión. Hubo una cantidad enorme de irregularidades, añadió, pero cometidas por empleados de menor nivel y no por los banqueros.
Empleados de menor nivel de los bancos, abundó, se ponían de acuerdo con personas que solicitaban créditos y ''a cambio obviamente de algo se prestaban a mutilar un documento, hacerlo perdedizo y de esa manera quitar al banco los medios de cobranza, y así se beneficiaba el acreditado que muchas veces sí podía pagar''.
Por último informó que el IPAB mantiene en su poder activos, entre ellos las líneas aéreas Mexicana y Aeroméxico y diez mil unidades inmobiliarias que serán vendidas para reducir el costo del rescate bancario, aunque dijo que será muy poco el dinero que se recupere por esta vía.
Lección de olvido
En una conferencia de prensa por separado, Luis Peña Kegel aseguró que para los banqueros la discusión sobre la revisión de las operaciones del rescate bancario ''es un tema que está cerrado y yo no me imagino un escenario en el que se vuelva a abrir a una nueva auditoría, con la autoridad de quién. Dentro del marco jurídico eso es imposible''.
De acuerdo con la versión del directivo bancario, durante la crisis financiera de hace una década no hubo ningún banquero ni accionista de la banca rescatado por el Fobaproa. ''Entonces, hay una gran mentira en decir que el Fobaproa fue para rescatar a los banqueros''. Aseguró que el tema del rescate bancario es políticamente fértil, porque es popular decir que el Fobaproa se vuelva a abrir.