Usted está aquí: viernes 24 de junio de 2005 Capital Recuperan 7 hectáreas invadidas por el FPFV-I

Participan 2 mil 100 elementos en operativo; 12 lesionados

Recuperan 7 hectáreas invadidas por el FPFV-I

Precaristas enfrentan a policías con bombas molotov, lanzas y piedras

MIRNA SERVIN VEGA

Ampliar la imagen Integrantes del FPFV-I enfrentaron a polic� con piedras y petardos FOTO Alfredo Dom�uez Foto: Alfredo Dom�uez

El predio de reserva ecológica conocido como Las Calabazas, en la delegación Tláhuac, fue recuperado ayer con la intervención de 2 mil 100 elementos de diferentes agrupamientos de la policía capitalina y judicial, que replegaron, con el uso de gases lacrimógenos y escudos, a los integrantes del Frente Popular Francisco Villa-Independiente (FPFV-I) que habían invadido este predio desde el domingo pasado.

Un reportero gráfico resultó descalabrado y 11 policías capitalinos fueron reportados con distintos tipos de heridas y algunos con fractura, aunque solamente cinco de ellos requirieron de traslado a un hospital.

Algunos camarógrafos y fotógrafos que se situaron al lado contrario del punto de enfrentamiento dieron cuenta de más de una docena de panchosvillas que resultaron gravemente lesionados, sobre todo en la cabeza y el rostro. Sin embargo, ninguno de ellos se presentó a recibir atención médica a las ambulancias y paramédicos que llegaron al lugar.

El operativo se dio luego de la falta de acuerdos en tres días de negociaciones entre los dirigentes del FPFV-I y el gobierno central. Los primeros solicitaban autorización para construir en Las Calabazas viviendas, deportivos y una escuela para sus agremiados y se negaron a cualquier tipo de acuerdo que no fuera recibir el predio para su ocupación.

Con este escenario, llegó un mayor número de elementos, caballos y por lo menos 30 perros para reforzar la vigilancia que había permanecido durante los cuatro días previos.

El opeartivo

Poco después de las 11 de la mañana, los agentes de seguridad pública empezaron a desalojar las calles más próximas al predio, ya que cientos de vecinos se habían congregado a observar desde el inicio de esta semana la desde entonces probable desocupación.

Una vez que granaderos, elementos de Fuerza de Tarea, del agrupamiento a caballo y policías del Grupo de Reacción e Intervención Inmediata de la procuraduría capitalina ocuparon las calles de la colonia Zapotitla, que colinda justo enfrente de Las Calabazas, la tensión aumentó.

Por medio de los altavoces de la organización se oían instrucciones y consignas.

Más de mil integrantes del FPFV-I se atrincheraron en una ladera que divide el terreno de la delegación Iztapalapa y comenzaron a estallar cohetes y a colocar barricadas con piedras y fogatas.

Ricardo Ruiz, director general de gobierno, pidió a los ocupantes, a través de otro altavoz, permitir la entrada pacífica de los funcionarios y el retiro de las casas improvisadas de plástico y cartón que habían instalado. Por respuesta obtuvieron el estallido de bombas molotov.

Alrededor de las 12:40, un grupo de granaderos entró por las calles laterales y trasera del predio, debido al apoyo solicitado por Darío Chacón, director de este agrupamiento, ya que decenas de jóvenes con el rostro cubierto con paliacates empezaron la agresión.

Al mismo tiempo, por enfrente, en la parte clara del terreno de más de 2 hectáreas, elementos a caballo continuaron la avanzada para llegar a la ladera superior, desde donde los miembros del FPFV-I arrojaban bombas caseras, cohetones y piedras.

Pasaron apenas 15 minutos cuando el enfrentamiento más fuerte culminó con la retirada de los ocupantes de Las Calabazas, quienes en ese momento corrieron a resguardarse en las casas del predio aledaño conocido como El Degollado.

El operativo fue encabezado por Gabriel Regino, subsecretario de Seguridad Pública local, quien uniformado y con casco entró por igual al lado de los granaderos que abrieron los primeros frentes del desalojo.

Un grupo de cinco jóvenes se atrincheró en el techo de una casa anaranjada de tres pisos, para continuar lanzando grandes piedras y botellas con gasolina contra los uniformados.

Minutos después, elementos policiacos ingresaron al lugar y detuvieron a los agresores. Sin embargo, pronto los dejaron ir sin ninguna explicación. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del DF no reportó ningún detenido en el lugar.

Al lugar llegaron cuatro visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, quienes acompañados de un camarógrafo y un fotógrafo del organismo tomaron testimonio y documentaron lo sucedido en el lugar.

Joel Ortega Cuevas, titular de la SSP capitalina, coordinó las acciones en el lugar y tras la trifulca explicó que el propósito de la intervención, solicitada por un Ministerio Público esa misma mañana, fue el de dar las garantías de seguridad para la recuperación del predio y el de las colonias aledañas, cuya vida cotidiana ya se había afectado con la suspensión de clases en los planteles escolares, bloqueo de calles y el clima de tensión.

Ortega informó que por lo menos tres patrullas fueron dañadas durante el enfrentamiento y que se encontraron cuchillos de doble filo montados sobre palos de escoba, además de petardos y otros artefactos explosivos. No obstante, enfatizó, ningún elemento entró armado al lugar.

El jefe de la policía capitalina aseguró que se trató de un "operativo limpio, ordenado, donde primero se agotaron todas las instancias de negociación".

Dijo que la policía capitalina resguardaría la limpieza y la colocación de una malla ciclónica por parte de autoridades delegacionales y ambientales, que trabajaban en coordinación con la Secretaría de Gobierno.

Y ante las amenazas del grupo de retomar nuevamente el predio, Ortega aseguró que si regresan, la policía también lo hará con suficientes elementos para garantizar el orden.

 
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