Campaña Continental contra el ALCA
Manifiesto andino de Guayaquil
La décima ronda
de negociaciones del TLC andino culminó lánguidamente sin
que los gobiernos andinos hayan podido anunciar algún avance en
las mismas. Estados Unidos no hizo propuestas sobre ninguno de los temas
críticos en discusión y quedó nuevamente claro que
ante las exigencias que la potencia hace, desde el primer día de
negociaciones, la única alternativa que tienen los gobiernos, si
se obstinan en suscribir el tratado, es arrodillarse y firmar.
La negociación continúa siendo una comedia cada vez más repetitiva y deslucida, caracterizada por la crisis, la división, el desánimo y el descrédito. Prueba de ello es que los temas vitales no se abordaron, nuevamente se postergó la culminación del proceso y los negociadores ni siquiera se atreven a fijar un cronograma preciso.
Los funcionarios de los gobiernos andinos emitieron declaraciones contradictorias y repitieron la letanía de promesas sobre las virtudes del libre comercio en las cuales ya no creen ni ellos mismos, en tanto que Estados Unidos ni siquiera ofreció a los países andinos la continuidad de las preferencias arancelarias vigentes hasta finales de 2006.
Durante los últimos meses los gobiernos andinos avanzaron en la aplicación de la agenda neoliberal y en el acondicionamiento de los países para la suscripción del TLC. Las privatizaciones, la eliminación de mecanismos de protección al agro, los recortes de los derechos a los trabajadores y el aumento de garantías a las multinacionales e inversionistas norteamericanos aumentan. De esta forma se debilitan nuestras naciones, se intenta desarticular la capacidad combativa de la población y se pavimenta el camino a las exigencias estadunidenses.
Nuestros gobiernos no informan objetivamente, ni sobre las negociaciones ni sobre el impacto del tratado y se limitan a hacer una campaña demagógica sobre las supuestas virtudes del mismo, pero negando el acceso de los críticos a la opinión pública y rechazando la exigencia de que se consulte a la población sobre decisiones de tanta trascendencia. Sin embargo, nuevos sectores piden ser excluidos de la negociación del TLC y hasta los empresarios que ayer se ilusionaron con el tratado, hoy se encuentran junto a los sectores sociales entre los seguros perdedores de este pacto recolonizador.
Las negociaciones sufren su peor crisis y en este nuevo escenario no se puede afirmar que el tratado es inevitable. Por el contrario, todos los días aumentan los factores adversos al mismo y aun en Estados Unidos está en duda la ratificación del acuerdo comercial con Centroamérica.
En estas circunstancias hacemos un llamamiento al movimiento popular y a todos los sectores patrióticos de la región para exigir que se suspendan las negociaciones y demandar de los gobiernos que no se de ningún paso adicional sin que se realicen amplios debates nacionales y consultas populares.
Los hechos de la realidad e infinidad de estudios económicos de diversa procedencia, indican que el libre comercio no es herramienta para alcanzar el desarrollo de los pueblos, ni siquiera para las naciones más desarrolladas. Prueba de ello es que Estados Unidos, el supuesto guardián del libre comercio internacional, se ha visto obligado a proteger a sus productores imponiendo barreras a la producción textil china aún a costa de violar las reglas del libre comercio, y mantiene un precio artificial del azúcar que casi triplica el precio real del mercado en el afán de mantener su soberanía alimentaria.
El TLC institucionaliza un sistema económico agotado que amplía las contradicciones sociales. Eleva a rango constitucional normas comerciales que anteponen las ganancias del capital a los derechos humanos. Por todo eso, el movimiento no sólo exige se suspendan las negociaciones sino que cese la aplicación de la política neoliberal.
En el entendido de que a finales del presente año en la mayoría de nuestros países comienzan campañas electorales, el movimiento social andino que lucha contra el TLC convoca a los candidatos y partidos a tomar una posición clara en contra del tratado. Al mismo tiempo, invoca a los movimientos regionales a ligar la denuncia del tratado a la crítica a las medidas pro TLC que adoptan los países. Ante el entrabamiento del proceso de suscripción del TLC, llamamos a nuestros pueblos a intensificar la educación y la protesta, aprovechar las nuevas contradicciones que han surgido e incorporar más sectores al torrente que busca impedir la firma del acuerdo.
El movimiento popular andino está en alerta y dispuesto a reanudar movilizaciones unitarias y combativas que aseguren que, sin el fantasma de este tratado ni de las políticas neoliberales que se aplican, nuestros pueblos y países puedan estrechar sus lazos fraternales en beneficio recíproco y sobre la base del respeto y fortalecimiento de nuestras economías internas y de las soberanías nacionales.
Aunque todos los temas negociados tienen gravísimas implicaciones para nuestras naciones y el TLC es una política integral, hay asuntos que por su impacto sobre los temas más sensibles deben ser denunciados con particular énfasis, como son la amenaza inminente sobre nuestra capacidad de producir alimentos, acceder a medicamentos, proteger la biodiversidad, resguardar los conocimientos ancestrales y la cultura nacional, impedir la pérdida de la capacidad del Estado para promover el desarrollo y preservar la soberanía nacional. Debemos profundizar el desarrollo y análisis de alternativas de desarrollo e integración solidarias muchas de las cuales están planteadas y merecen ser enriquecidas y complementadas.
Junio 9 de 2005
Campaña Peruana frente al TLC y el ALCA. Movimiento Boliviano de Lucha contra el TLC y el ALCA. Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio y el ALCA, RECALCA. Campaña Nacional contra el ALCA y el TLC de Ecuador. Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE. Confeunascc, Campaña Ecuador Decide.