Circula el Metrobús con numerosos pendientes
En el primer día 4 estaciones no dieron servicio; el tiempo de recorrido, 50% más de lo previsto
La operación del Metrobús se puso ayer en marcha con varios contratiempos: falta de servicio en cuatro estaciones, incremento de 50 por ciento en el tiempo de recorrido, tres autobuses descompuestos, el carril de confinamiento inconcluso, tapas de registro de agua mal colocadas, cables de luz sujetados con fierritos, en Indios Verdes la reja perimetral no estaba acabada, presencia de ambulantes en las paradas Chilpancingo y Doctor Gálvez, así como carencia de semáforos peatonales en varios de cruceros.
Los nuevos autobuses articulados a lo largo de Insurgentes circularán las 24 horas del día, por lo que el servicio nocturno ya no será prestado por unidades de la Red de Ttransportes de Pasajeros (RTP), aunque en fechas subsecuentes se realizará una evaluación de la demanda durante la madrugada para determinar si es necesario meter más vehículos o bien modificar la frecuencia e intervalos de salidas, informó la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi).
La dependencia recordó que la multa para automovilistas que invadan el carril confinado será de cinco veces el salario mínimo, es decir 234 pesos, aunque se prevé reformar el Reglamento de Tránsito para incrementar la sanción a 3 mil 200. Por lo pronto se estableció un operativo de vigilancia con 406 policías y 300 orientadores, distribuidos a lo largo de 19.4 kilómetros de longitud y 36 estaciones.
La secretaria de Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum, adelantó que entre hoy y mañana concluirá la construcción de los puentes de acceso a las estaciones Euzkaro y Potrero, y dentro del periodo de pruebas se hará lo propio con 18 de Marzo y Circuito Interior, aunque los usuarios tienen la posibilidad de acceder a esos puntos a través de camiones de la RTP.
En un recorrido de Indios Verdes a Doctor Gálvez -en un tiempo de 90 minutos, 50 por ciento más del estimado- se constató que las nuevas unidades no hacen parada en cuatro estaciones ni existen camiones de RTP. Esto causó molestia entre usuarios, quienes tuvieron que caminar cerca de dos kilómetros o pagar un taxi, aunque la mayoría abordó el servicio para conocerlo.
A ello se sumó la no entrega de puentes en las estaciones Euzkaro y Potrero, comprometidos para hoy, además de fallas en tres autobuses -dos de la empresa Corredor Insurgentes- en su sistema de cierre de puertas, por lo que salieron de circulación. Esto causó saturación de usuarios en el recorrido.
También permanecieron ambulantes en las estaciones Chilpancingo y Doctor Gálvez, así como los valet parking de numerosos restaurantes de Insurgentes Sur, quienes estacionaron automóviles en el arroyo vehicular.
La falta de semáforos peatonales y definición de carriles, así como el pintado de cebras en las esquinas provocó que muchos usuarios del Metrobús torearan a los automovilistas para cruzar. Asimismo, los conductores inva- dieron el carril confinado.
Pese a ello, pasajero y operadores del Metrobús confiaron en que en los próximos días se resuelvan los detalles pendientes y se incremente la eficiencia de los vehículos articulados.
A trabajos forzados
Pese al esfuerzo por concluir la obra durante la madrugada del domingo, ingenieros y supervisores reconocieron que el avance fue de 80 por ciento y que el resto se terminará en las siguientes semanas. Aún falta la colocación de nomenclatura y confinamiento, pintado de líneas amarillas de seguridad, arreglo de la instalación eléctrica y drenaje, ubicación de postes de luz y señalización.
Los torniquetes, las máquinas expendedoras de tarjetas inteligentes y la conclusión del centro de opera- ciones en Indios Verdes quedarán finiquitados en las siguientes semanas. Para agosto se sabrá la nueva ubicación de las estatuas, las cuales están en restauración.
"Fue gran logro de peones, albañiles, soldadores, herreros, quienes al término de sus trabajos se tomaron la foto del recuerdo. Tengo experiencia, anduve en los puentes, en el distribuidor, estoy en los segundos pisos, en poco tiempo hice el trabajo que hace un maestro", aseguró Roberto, quien reconoció que estos últimos días fueron de mucha presión, porque "hay quienes no hemos parado y llevamos noches sin dormir y todavía no vemos el fin".