Visitador de la CNDH justifica empleo de fuerza militar
Debe ser temporal el uso del Ejército contra narcos
La participación del Ejército en el operativo México Seguro se justifica porque las corporaciones policiacas estaban rebasadas por la delincuencia y el narcotráfico, sostiene el quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Mauricio Farah Gebara.
En entrevista con La Jornada destaca que "los militares fueron llamados a realizar tareas de seguridad pública con el propósito de reducir los índices de inseguridad y para hacer frente a las ejecuciones y que realiza el crimen organizado en la vía pública, que van en aumento en el país".
Farah Gebara señala: "El hecho de que los militares hayan sido llamados a apoyar las tareas de seguridad pública es un botón de muestra de que en algunas ciudades del país es tal la descomposición y la corrupción de las corporaciones policiacas que los gobernantes han solicitado que se les apoye con el Ejército, al verse rebasados por el crimen organizado".
Cuestionado en relación con su postura, que es distinta a la del presidente de la CNDH, José Luis Soberanes, quien no sólo ha criticado la participación castrense en las tareas de seguridad pública, sino que ante el presidente Vicente Fox ha señalado que los militares "no están entrenados para perseguir los delitos", el visitador sostiene:
"Coincido plenamente con el presidente de la CNDH. En efecto, los militares no tienen formación ni están capacitados para perseguir los delitos. En todo caso, su participación debe ser temporal en las tareas de seguridad, pero ante la violencia que se vive en algunas entidades y la poca confianza que tienen los ciudadanos en las policías, los propios gobernantes de algunos estados han solicitado que el Ejército los apoye en esas tareas."
Además, subraya: "Una de las funciones del Ejército es salvaguardar la seguridad interna. En el caso del operativo México Seguro las fuerzas armadas participan, pero el control y el mando del programa lo tienen civiles".
Farah Gebara explica: "Las fuerzas armadas no pueden actuar automáticamente en tareas de seguridad pública, salvo en la situación excepcional de suspensión de garantías, y si acuden en auxilio de las autoridades civiles debe ser sólo y siempre y cuando se solicite expresamente su apoyo, lo cual significa que no pueden por sí mismas intervenir en asuntos de la competencia de autoridades civiles".
Pero no sólo eso: "Una vez que se haya cumplido ese requisito -que se haya solicitado expresamente su apoyo, que es necesario en las operaciones en las cuales intervengan-: estarán subordinadas a las autoridades civiles y deberán ajustarse al marco jurídico".
El funcionario resalta que "la CNDH esta y estará atenta de la actuación de los militares y de las diversas corporaciones policiacas que participan en el operativo, porque si bien es cierto que se reconoce que hay una alarmante violencia en algunas entidades del norte del país y en otros estados, tanto los militares como los policías deben respetar los derechos humanos".
El visitador asevera que no se contrapone la seguridad pública con el respeto a las garantías individuales y derechos humanos, y subraya que el Estado está obligado a proporcionar seguridad pública y garantizar las libertades. En situaciones como las que hoy se viven, "de ejecuciones y ajusticiamientos en la vía pública por el crimen organizado y de incremento de la violencia, se justifica la participación del Ejército en tareas de seguridad, pero de manera temporal. Los militares no pueden ni deben perpetuarse en esas actividades".
Farah Gebara abunda: la participación del Ejército en labores de seguridad pública "no es inconstitucional, pero debe actuar por solicitud expresa y estar coordinado por un civil. Además las reformas constitucionales que se han hecho han sido para reprimir las actividades de las poderosas mafias del narcotráfico, que con gran capacidad, tecnología y armamento ponen en peligro a la sociedad" .
Recordó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la acción de inconstitucionalidad I/96, sostiene que los militares sí pueden participar en tareas de seguridad. En dicha resolución además se precisa: "Las poderosas mafias del narcotráfico, estas complejas organizaciones delictivas que constituyen verdaderas mafias internacionales, no podrán ser reprimidas sino con el apoyo de las fuerzas armadas, las cuales, en este caso, estarán bajo la dirección de autoridades civiles y en estricto apoyo y auxilio a sus labores".