El peso del apellido, un lastre en su carrera, deplora
Descendiente cubano de Picasso exhibe acuarelas en La Habana
La Habana, 13 de junio. Ser primo lejano del padre del cubismo no es de gran ayuda a la hora de comenzar la carrera de pintor, inclusive si uno lleva el mismo apellido.
Juan Antonio Picasso, mulato cubano descendiente del abuelo de Pablo Picasso, inauguró el fin de semana una muestra de 15 acuarelas en una galería de La Habana.
''Estoy orgulloso de pertenecer a la familia del más grande gran pintor siglo XX'', dijo. ''No obstante, el nombre a veces es una carga'', añadió Juan Antonio, de 30 años, empleado bancario.
Su tatarabuelo fue Francisco Picasso Guardeno, quien abandonó la ciudad de Málaga en 1864 dejando atrás a su esposa y a sus cuatro hijos, entre los que estaba María, madre del célebre artista español.
Francisco Picasso viajó a Cuba, donde se enamoró de la hija de una pareja que se había liberado de la esclavitud y comenzó una nueva familia. Sus descendientes desconocían el vínculo con Pablo Picasso hasta que la historiadora cubana Bárbara Meijides descubrió en 1998 a los miembros de la rama negra de la familia. El documental Los Picasso negros dejó registrada esa conexión.