Buenas vibras

Una firma francesa ha encontrado la manera de transformar superficies mudas, desde paredes hasta cubiertas de mesa, en superficies de contacto para dispositivos electrónicos

Imagine la posibilidad de dar un golpecito en alguna parte de un muro para prender y apagar las luces, o cambiar las estaciones de radio en el comedor con unas simples percusiones sobre la mesa. O, ¿qué le parece marcar un número telefónico en la bañera golpeteando los números en la puerta de vidrio? Muchas cosas funcionan con energía eléctrica y son controladas por chips de computadora, pero coexisten con otros objetos inanimados, mudos. Una empresa francesa piensa que es necesario acoplarlos y ha desarrollado una tecnología para que superficies como paredes, ventanas y cubiertas de mesas se conviertan en controles de aparatos electrónicos.

''Nuestra meta es extender la interactividad a todos los objetos, hacer que todo sea inteligente'', dice Hubert Cospain, de Sensitive Objetive, desde la oficina temporal de la empresa en un complejo de laboratorios científicos de la universidad francesa en la ribera izquierda de París, a un lado del edificio donde Pierre y Marie Curie experimentaron con uranio.

Si su invento lograse dar el brinco del laboratorio a la sala de la casa, la tecnología se integraría más tersamente dentro del ambiente doméstico -e incluso se reduciría el número de controles remotos que proliferan en los sofás y en las mesas.

El sistema, desarrollado por Ros Kiri Ing de la Universidad de París 7, es activado por los sonidos. Cuando una superficie es golpeada, vibra y produce una combinación característica de ondas sonoras tan excepcionales como una huella digital. Golpee la superficie de nuevo, un centímetro más allá, y resultará un sonido ligeramente diferente. Dos sensibles micrófonos atrapan estos sonidos y los convierten en señales eléctricas. A pesar de que las dos resonancias son indistinguibles para el oído humano, pueden ser desmontadas usando un software que procesa las señales. Sensitive Object tiene dos patentes, una registrada y otra pendiente de ello para utilizar en este proceso, denominada ''acústica de reversión temporal'', a la que no afecta el ruido de fondo, ya que los sensores atrapan las ondas de sonido que se propagan a través de la superficie golpeada, no el ruido ambiental en el cuarto.

De cualquier manera se requiere un pequeño ajuste: el intento de prender las luces en un cuarto al golpear un área especial del muro requirió una media docena de golpes antes de funcionar. Pero si la tecnología se puede perfeccionar, podría servir para muchos propósitos. La empresa piensa que el uso de las ondas sonoras para distinguir los golpes proporcionados en diferentes partes podría aplicarse en la oceanografía y hasta en el cuidado de la salud. La técnica es muy adecuada a circunstancias como las que prevalecen a bordo de un barco, donde el agua y la electricidad necesitan mantenerse separadas. Puede incluso convertir a un quirófano en un teclado virtual de computadora personal que podría esterilizarse como cualquier otra superficie. Cospain considera que inclusive podría usarse en controles para los paneles de los automóviles y aviones, en vez de los pesados y complejos manojos de cables. Para comenzar, la empresa se enfoca en apagadores de luz, ''teclados virtuales'', y monitores de computadoras sensibles al tacto que la empresa considera que puede hacer por alrededor de 10 dólares, una décima parte del precio de las tecnologías existentes.

En septiembre, la empresa recibió 2.6 mdd de Sofinnova Partners, fondo francés de capitales empresariales que proyecta invertir en investigación y desarrollo para la protección de las patentes y la expansión de su mercado. Su proyecto es conceder el uso de la tecnología a otras empresas que la incorporarán a sus productos. ¿Será posible que pronto veamos a un pianista tocando sobre una superficie lisa, en sustitución de las 88 teclas de un piano? Hoy la tecnología sólo puede reconocer dos golpes simultáneos, no lo suficiente para un básico acorde de tres notas. ''Pero'', según admite Cospain, ''no estamos muy lejos de eso''.

FUENTE: EIU