Anuncio de Putin tras reunirse con Tony Blair
Acepta Rusia condonar su parte de deuda a 18 países
Moscú, 13 de junio. Tercer acreedor, con 2 mil 200 millones de dólares en compromisos bilaterales, Rusia aceptó este lunes condonar su parte de la deuda de los 18 países más pobres -todos de Africa, salvo Bolivia, Honduras y Nicaragua-, tema principal de la siguiente cumbre del Grupo de los Ocho (G-8, integrado por los siete países más industrializados del mundo y Rusia), a celebrarse el 6 y el 7 de julio en Gleneagles, Escocia.
El presidente Vladimir Putin hizo el anuncio al término de las conversaciones que mantuvo, en su residencia de Novo Ogoriovo, con el primer ministro británico Tony Blair, quien en calidad de presidente en turno del G-8 lanzó la iniciativa de perdonar la totalidad de los más de 40 mil millones de dólares que deben los países más pobres.
El sábado pasado en Londres, los ministros de Finanzas del G-8 sellaron un acuerdo preliminar, y ahora sólo queda hacer algunos ajustes para la firma del compromiso formal por parte de los jefes de Estado o de gobierno.
En opinión de Putin, ''la condonación de la deuda debe ir paralela al impulso de la democracia y el control sobre las ayudas financieras'', por cuanto ''todos sabemos que en algunos países africanos, hasta hace poco, existía la costumbre de merendarse a los adversarios políticos".
Con este argumento de la antropofagia en tanto que rasgo distintivo, el mandatario ruso rechazó cualquier similitud entre la involución democrática en Rusia y la situación en Africa, como sugirió en su pregunta, con británico sarcasmo, un periodista. ''Nosotros no tenemos esa costumbre, esa 'cultura' (del canibalismo), por lo cual considero inadecuado ese tipo de comparación", agregó tajante el titular del Kremlin.
Reconoció, en cambio, que Rusia aún está lejos de formar parte del selecto club de países más ricos, aunque como potencia nuclear tiene voz en el foro político del G-8. ''Rusia posee recursos naturales en abundancia, una gran historia y cultura, pero todavía nos falta mucho para ser un país rico de acuerdo con el indicador del ingreso per cápita, que es el principal criterio para medir la riqueza", señaló Putin.
El próximo año Rusia asumirá la presidencia rotatoria del G-8 y Putin adelantó su deseo de que la cumbre de 2006, que presumiblemente tendrá como sede su ciudad natal, San Petersburgo, esté consagrada al futuro de las antiguas repúblicas soviéticas, muchas de la cuales están sumidas en una dramática precariedad.
''Confío en que el año siguiente podamos evaluar objetivamente la situación de muchos de los países de la antigua Unión Soviética. Rusia tiene con algunos de ellos relaciones complicadas, pero todos necesitan la ayuda de la comunidad internacional. Algunos se acercan al grupo de los países más pobres del mundo y otros, aunque por razones formales no estén incluidos en esa categoría, también requieren apoyo. Es el caso de Tadjikistán, Kirguistán, Georgia o Moldavia'', afirmó el mandatario ruso.