La insistencia del mandatario, a unos días de que Sojo desahució tal propósito
Sin reformas estructurales el país estará condenado a crecimiento mediocre: Fox
A pesar de que hace menos de una semana su principal asesor económico, Eduardo Sojo, admitió que será "muy difícil" lograr en este sexenio la aprobación de las llamadas reformas estructurales, ayer el presidente Vicente Fox insistió en el tema: "mientras no se aprueben las reformas, el país estará condenado a un crecimiento mediocre", afirmó.
En la Presidencia de la República se informó ayer que durante abril México logró ventas al exterior por 17 mil 300 millones de dólares, 18.1 por ciento más respecto al mismo mes de 2004; las exportaciones petroleras crecieron, para ese mismo periodo, en 41.4 por ciento, mientras que las no petroleras aumentaron 15 por ciento.
A los integrantes del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce), el jefe del Ejecutivo les pidió "organizar" esas reformas, pues el país enfrenta nuevas condiciones que requieren acciones innovadoras para hacer frente a los retos y oportunidades de la globalización, sobre todo con una estrategia que aumente la competitividad de la economía.
Esto representa hoy por hoy, expresó Fox, la mayor prioridad tanto para el gobierno federal como para los empresarios y sus asociaciones.
Esa competitividad se impulsa con mayor infraestructura carretera, portuaria y aduanera, con la mejora regulatoria y la ampliación de oportunidades comerciales, tecnológicas y financieras para la empresa privada; con el reforzamiento de la generación de energía; con la promoción del crédito y, finalmente, mediante el estímulo a la capacitación e innovación, la reducción del rezago educativo, el fomento a la calidad y la equidad de acceso a la enseñanza y con la inversión en investigación y desarrollo.
Para Fox, hoy más que nunca "el papel del comercio internacional y la inversión es fundamental" y ponderó el esfuerzo que desarrolla una "vanguardia regional" en el país, definida por quienes ya disfrutan el crecimiento y el desarrollo en mayor escala de lo realizado en otros puntos del territorio.
Esto se refleja, abundó, en el desigual desarrollo en el país, y citó el caso de la franja fronteriza donde hay pleno empleo, gran actividad económica y muchas inversiones programadas, o lo que ocurre en el turismo, sector que hasta se da "el lujo" de atraer más personal para ocupar sus nuevas plazas.
A su vez, Valentín Diez Morodo, presidente del Comce, llamó a los empresarios exportadores a "ser más audaces, más disciplinados" para conseguir mayor integración a la economía global como un camino seguro hacia la superación de las carencias y limitaciones estructurales que presenta el país.
Sólo de ese modo, indicó, México logrará convertirse en un miembro cada vez más fuerte, próspero y respetado en la comunidad internacional.
Ayer por la mañana también se presentó en la residencia presidencial el secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, para informar que durante el periodo 2004-2005, el producto interno bruto (PIB) del sector agroalimentario creció a un promedio anual de 2.5 por ciento, tasa superior a la registrada por el PIB nacional, que fue de 1.6 por ciento.
Dijo que el año pasado se "dispersaron" en el campo 73 mil millones de pesos por concepto de financiamiento, pues el agro mexicano, que antes era sólo compensación y subsidio, se ha orientado hacia la inversión para dar certidumbre a las cadenas productivas.
Hoy se dispone, aseguró el funcionario, de políticas públicas, socialmente justas y responsables, para seguir fortaleciendo el crecimiento económico de este sector. Sin embargo, admitió: "la mayor preocupación sigue siendo sacar de la pobreza, la marginación y el atraso a grandes sectores de la población rural que siguen alejados de las oportunidades".