Necesario, establecer en la ley respectiva la figura de esas radiodifusoras: Amarc
"Discrecional", la aprobación de los permisos para las radios comunitarias
El proceso de negociación de los permisos para las radios comunitarias tuvo solamente una salida coyuntural, en gran medida dependiente de la discrecionalidad y voluntad política de las autoridades federales. La solución de fondo para garantizar el acceso de los ciudadanos a los medios de comunicación electrónicos depende de una reforma a la Ley federal de Radio y Televisión, que incorpore la figura de estas radiodifusoras, consideró la representante en México de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc), Aleida Calleja.
Su postura es coincidente en gran medida con la Secretaría de Gobernación. El director de Radio, Televisión y Cinematografía, Héctor Villarreal, señala que efectivamente bajo el marco jurídico actual se mantienen grandes márgenes de discrecionalidad de las autoridades: "existe toda la posibilidad de que un gobierno con otra visión en estos temas, con esta misma ley, pueda negar solicitudes próximas de permisos. Ciertamente tendrá que contestar al precedente de que con esa misma ley ha sido posible".
La ley vigente de radio y televisión sólo reconoce dos tipos de medios electrónicos: los concesionados y los permisionados, pero de ninguna manera se incorpora a las radios comunitarias, lo cual no ocurre ni siquiera en las reformas que se impulsan desde el Senado de la República.
Villarreal señaló que el permiso es el primer paso, ahora corresponde el diseño de políticas públicas para garantizar la viabilidad, lo cual, si existiera una reforma a la legislación, podría ser mucho más rápido.
A pregunta expresa, el funcionario señaló que a lo largo del procesamiento de los permisos al interior del gobierno, se descartó que este tema tuviera alguna vinculación con asuntos de seguridad nacional. No percibimos que hubiera casos que pudieran estar asociados a grupos armados; en cualquier caso, su programación externaba críticas al gobierno, sea de orden federal o estatal, pero eso no es subversivo ni mucho menos, eso es democracia.
Las condiciones sociales en donde surgen buena parte de ellas son malas, y en donde la pobreza impera "normalmente la pobreza genera críticas". En este gobierno las críticas son bienvenidas, son parte de una democracia. "Si pensáramos que tienen que ser posturas amigables, entonces no estamos ante un fenómeno social real. Es un modelo de comunicación que difunde contenidos críticos".
Sin embargo, el funcionario reconoce que en el marco jurídico actual, los márgenes de discrecionalidad son muy amplios, que debieran acotarse, siempre para ofrecer mayores garantías en la administración del espectro radioeléctrico. En tal sentido, justificó que no se modifique la ley en aras de reducir requisitos, porque puede tener un impacto general: si una estación no cumple con los estándares técnicos, puede invadir otra frecuencia y si esto lo llevamos a todo espectro, se compromete al conjunto.
-¿Formalmente el modelo de radios comunitarias no está en la ley?
-No, es la figura del permiso.
Villarreal comentó que aún "estamos profesando" la etapa de los permisos, pero no podemos saturar ésta sin tener garantizados los siguientes pasos, y entre ellos destaca la definición de políticas que haga a este modelo viable.
Desde la perspectiva de las radios comunitarias, el desarrollo del proceso fue muy ríspido y debe garantizarse que exista un esquema menos tortuoso. Calleja señala que en un par de ocasiones hubo intervenciones del Ejército para cerrar las estaciones e incluso se llegó al amago de cerrarlas todas. Sólo fue tras una larga negociación con gobierno federal, que conllevó el elevar el problema a escala internacional como un tema de violación de derechos humanos y la intervención de diversas instancias.
En efecto, con esta discusión existe ya un precedente jurídico hacia futuro que a una nueva comunidad que quiera crear una radio comunitaria y cumpla con los requisitos fijados en este proceso por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, no puede negársele el permiso.
Sin embargo, una garantía plena de que pueden existir, crecer y ampliarse el número de radios comunitarias requeriría de una reforma a la ley en la cual se estipulara expresamente que los ciudadanos tienen derecho al acceso a los medios de comunicación y que la radio comunitaria sea reconocida como figura legal.
"Lo que tenemos ahora es coyuntura, nada de certidumbre jurídica ni de políticas públicas", apuntó la representante de Amarc, para quien, hasta en tanto se logra una reforma a la legislación vigente, existen aspectos que el propio Poder Ejecutivo puede por sí solo modificar -el reglamento y la Norma Oficial Mexicana (NOM) para la operación de radiodifusoras- que pudieran generar las condiciones propicias para el crecimiento de este modelo de comunicación.
La revisión de la NOM permitiría en los hechos ampliar sustancialmente el acceso mediante modificaciones en los intervalos de frecuencia. En México son 800 megahertz, pero en Europa son 500 y en Estados Unidos y América Latina 400. Modificar la norma permitiría ampliar las posibilidades de acceso a las radiodifusoras, pero desgraciadamente, dijo, esto se confronta con los fuertes intereses de los concesionarios, para quienes el "pastel" del mercado publicitario ya está repartido, y ampliarlo implica ir en contra de sus intereses.